2010/11/30

Un asunto de… humildad

 

“Muchos accidentes ocurren con personas que ponen en riesgo sus vidas -y la de sus seres queridos- sin siquiera saberlo. Ellas están "ciegas" de su ignorancia. Aunque también... ¿cuántas cosas que no nos dan resultado, serán fruto de nuestra propia ceguera?
Si la política de una empresa fracasa, si las relaciones en una familia se deterioran, si las instituciones de un país no funcionan... ¿cuánto se relaciona esto con nuestra ignorancia? O, para expresarlo de otra manera: si lo que hacemos no funciona.... ¿cómo sabemos que sabemos hacerlo?
A pesar de los años, Sócrates puede ayudarnos aún bastante. Su "sólo se que no se nada" es una declaración muy poderosa: porque declarar la ignorancia abre la puerta al aprendizaje. Se necesita humildad para reconocer la evidencia. Esto no es claudicar ante un mal resultado; sino respetar su mensaje. Únicamente nuestra arrogancia, puede cerrarle la puerta al conocimiento, y cegarnos definitivamente.”

Así comienza un articulo que, sobre la ignorancia supina, nos proponen los amigos del Club de la Efectividad. Me declaro fan de este Club, en el he encontrado una magnifica fuente de inspiración para estos temas que no solo afectan el análisis corporativo sino que la vida diaria se nos nutre con sus ideas y sus ejemplos. Realmente extraño la época previa a la gerencia y la época de la gerencia compartida, tratare de explicarlo con un símil, que también extraño en estas fechas:

Una de las oportunidades mas satisfactorias para los libretistas de teatro, cine y televisión es, sin duda, la de la tormenta de ideas para dar vida a los personajes, aunque acepto, es claro , que hay libretistas solitarios que son geniales y son capaces de preparar, mantener, evocar, revivir, etc,, millones y millones de detalles de personajes y situaciones, sin caer en errores de ubicación, ilación, concordancia o tiempo. Pero siempre he disfrutado del proceso de armonizar las ideas en gestación y he aprendido que la suma es mayor que las partes. Tomar una idea, imprimirle dinámica y ponerla a rodar buscándole futuro o pasado, haciendo de ella causa y efecto, entreabriendo puertas para dar continuidad con vida propia a otros personajes u otras situaciones, eso me gusta hacerlo en grupo, dejando que cada uno de los participantes ejerza su capacidad creativa y le imprima su fuerza y su carácter. Esa actividad es, simplemente, la propia de una junta directiva con futuro, aunque no faltará quien diga que ciertos grandes gerentes fueron solitarios radicales.

Que maravilloso, difícil pero magnifico, encontrarse con un grupo de trabajo que acepta el reto de ser creativos hasta en lo trivial. Es la pluralidad en acción, múltiples salidas para cada situación, y todo se traduce a la final en múltiples posibilidades, múltiples formas de acción. Incontables formas a las que, a la final, algún criterio lógico, o de desesperación, pone coto y marca la línea de corte.

Porque no es cosa de reescribir la “Historia sin fin”, es cosa de ser eficientes y eficaces.

La palabra clave es HUMILDAD, aceptar que no somos dueños de ninguna verdad, que desconocemos aristas claves en todas las cosas, que a cada momento se hace posible un, hasta la fecha, sueño de la tecnología.

Hoy vi lo que aparece en el siguiente link: (http://www.nasa.gov/multimedia/imagegallery/image_feature_1811.html)

Es un sueño hecho realidad que, hasta ayer, no parecía posible. La Humildad es la clave. Solo imaginar cuantas personas tuvieron algo que ver para lograr “esa” imagen es una tarea gigantesca.

H U M I L D A D.