2016/01/20

263509.- Buenos recuerdos

Carlos  Rangel y los "buenos revolucionarios"  E. C. Otálvora

Más de diez años nos separan de la publicación del libro clave de Carlos Rangel. "Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario".
 La salida a la calle de aquel libro, cuyas ediciones se agotaban rápidamente, fue un interesante momento en la cronología de la discusión política venezolana...  Eran aquellos tiempos dominados por una poderosa intolerancia promovida por la izquierda. Los izquierdistas tenían fama de hombres cultos, educados, intelectuales, y así tras la derrota que les fuera infringida en los años sesenta, perseveraban en su muy exclusiva parcela cultural. En aquellos tiempos parecía que no existían intelectuales de derecha: los poetas, filósofos,economistas, editores y pintores, todos los miembros de stablishment cultural eran de izquierda. El libro de Rangel aparece, y recibió casi de inmediato, los peores calificativos por parte de esa intelectualidad izquierdista-oficial. Los miembros del aparato cultural izquierdista quienes aún no escribían culebrones para la televisión capitalista, mostraron rápidamente su resentimiento: ¡No era posible que un agente de la CIA escribiera libros! ,Los menos agresivos dijeron que el libro estaba bien, "escrito", los .más reconocidos totems del izquierdismo cultural pidieron la cabeza de Rangel. No faltó quien pese a su manifiesto poco apego a las instituciones "burguesas", exigiera una investigación por parte de la Contraloría General de la República, sobre la publicidad televisiva que recibió el libro. En la UCV quemaron libros en nombre de los aborígenes, y no faltó ni el remitido de prensa -firmado por actuales ilustres desconocidos, ni los intentos de agresión física contra el autor y su esposa. Vistos desde ahora, uno no puede dejar de preguntarse sobre las causas de tanta violencia verbal y hasta física, encendida por un libro. Creemos sinceramente que no fue el contenido mismo del libro lo que originó tal nivel de enfrentamiento. No era el contenido del libro lo que se discutía: las muletillas usadas contra Rangel fueron un supuesto aire anglosajón en el estilo de escritura, y el supuesto deseo de Rangel de exterminar a los grupos aborígenes... Los insultos contra aquel libro que ganó tan pocas simpatías, tuvieron su origen en que "Del buen..." puso en evidencia a la intelectualidad local. Un hombre, cuya imagen estaba ligada a la televisión presentó al país un cuerpo de reflexiones sobre el devenir hispanoamericano, saliendole al paso a las tan de moda interpretaciones tercermundistas.  El libro de Rangel fue un texto valiente. No obvió las acusaciones típicas contra la política norteamericana y de los gobiernos del área, no olvidó anotar las tristemente recordadas intervenciones armadas norteamericanas, ni la matanza de México en 1968, ni el derrocamiento de Allende. Pero estos elementos tuvieron en Rangel una respuesta radicalmente diferente a la dada por quienes para aquel entonces no dejaban de celebrar cada octubre el día del guerrillero heroico. Rangel marcó con su libro el inicio de la pérdida de terreno intelectual por parte de la izquierda. Esa izquierda no tenía nada nuevo que decir, tras la nacionalización del petróleo había quedado sin banderas, y se limitaba a repetir las bizantinas palabras discusiones"ideología" acerca del verdadero En contrapartida, significado que desde las 11 posiciones ideológicas diferentes comenzaba al germinar un cuerpo de reflexiones y propuestas. - Carlos Rangel fue víctima de una fuerte intolerancia-ideológica en un mundo donde parecía que .. sólo existían intelectuales de izquierda. Pero su obra sirvió de precedente necesario para el tipo de  discusión que hoy abordamos en el país. Rangel  abrió camino para que hoy en día la discusión ya no  sea entre la alternativa capitalismo-socialismo, hoy la discusión se mueve dentro de las opciones sobre los linderos deseables del aparato gubernamental dentro de una sociedad abierta y democrática.

263508.- Bernardo Celis Parra...ANDIGENA!!!

De las contrariedades de la vida

ANTONIO JOSÉ MONAGAS |  EL UNIVERSAL miércoles 20 de enero de 2016  12:00 AM

(In memoriam a mi apreciado amigo Dr. Bernardo Celis Parra)

En verdad que el hombre no es más que una menudencia frente al tiempo. Mucho más, ante el universo. La vida parece semejarse a un instante. O quizás, es como un sueño. Sólo que la rebeldía propia del ser humano, por validar su presencia, persiste al resistirse ante la vida misma. Por eso, se ve obligado a crear, actuar, escribir, amar, luchar y reflexionar. Pero, sobre todo, a reproducirse para prolongarse en el tiempo y asentir que su procedencia y ascendencia es a imagen y semejanza del Padre de los Tiempos y de la Naturaleza Cósmica. La Biblia refiere tan hermoso hecho al hacer ver que luego de crear Dios al hombre, siguió creando el universo. Pero mediante las manos, el cerebro y el corazón del hombre. Por eso, lo preparó para dominar las fuerzas de la producción y organizar la sociedad para que todos tuvieran pan y cultura.

Sin embargo, en todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, no es difícil observar que por todos lados hay obstáculos. Obstáculos de distinto tamaño y forma, muchos de los cuales no pueden librarse sin que de ellos surjan otros. Pero hay algunos que se justifican, pues incitan oportunidades que permiten demostrar las capacidades suficientes para dejar al descubierto el sentido de humanidad que vive en todo hombre. Aunque también se tienen fracasos por cuanto son los momentos que mejor enseñan a avanzar, a pesar de las contingencias.

Cuando así ocurre la vida, los miedos trascienden en vano. Dejará de necesitarse mil objetos o mil elogios, pues la persona habrá sabido superar etapas dominadas por el egoísmo, o la envidia que muchas veces apenas sirven para enfrentarse consigo mismo. Sabrá cuál es la verdadera justicia. Sabrá que el sufrimiento es, por ratos, compañero de vida. Aprenderá que la vida es una batalla donde no hay ganadores ni perdedores. Que las contrariedades están por doquier. Pero comprender estas vicisitudes, es lo que en verdad cuesta lograr. Es la lección que no muchos alcanzan a entender.

Un ejemplo que bien valida lo que envuelve el concepto de vida, lo constituye el recorrido que por este mundo tuvo Bernardo Celis Parra. Logró que sus contrariedades se convirtieran en las fuerzas que impulsaran sus decisiones, tanto como que los inconvenientes sirvieran para ensanchar su visual ante las posibilidades de salir airoso de cada compromiso. Desde las que adquirió como dirigente político, gobernador, senador, hasta las que alcanzó como dirigente empresarial.

Bernardo Celis, transformó cada segmento de su vida en procesos de afirmación de ideas. Así, supo armarse del coraje necesario del cual se valió para concebir las tantas razones que motivaron cada emprendimiento trazado. Se permitió buscar respuestas entre las dificultades, pues advirtió que en medio de esas mismas dificultades, gravitaban las oportunidades entre las cuales sembraría la semilla de un éxito equivalente. Caminar entre pedruscos hizo que valorara la tormenta, tanto como el rocío de la mañana.

Así entendió que la vida no pararía pese a los problemas. Quizás el retiro de tanto sacudón que había funcionado como motivación de su vida política y empresarial, le permitió luego reconocer que su biblioteca era el paraíso terrenal que la literatura indicaba. Por eso su vida logró convertirla en un mágico mundo donde los libros se masticaban y digerían. Sería eso lo que animó a Bernardo Celis Parra a transmutar el curso de su vida prefiriendo escribir libros que ya habían comenzado a hablar desde su pensamiento y desde sus sueños. Pero también, desde el camino andado por el que atravesó, a pesar de las contrariedades de la vida.

Dr. Bernardo Celis Parra, Q.E.P.D.