2013/04/16

7919.- De medicinas y doctores ( XXX o sea censurado por el léxico)

MEDITACIONES SOBRE LOS MEDICAMENTOS.
Vengo del médico y me ha fastidiado el día.
¡Pues me ha dicho que no tengo nada! ¿Qué sabrá él?Va el tío y me dice que no tengo que tomar ningún medicamento, que estoy sanísimo…
¡Pues claro que estoy sanísimo! ¡Porque tomo medicamentos!
A mí es que los medicamentos me dan mucha seguridad. ¿A ustedes no les parecen una maravilla?
Son lo más parecido a un milagro: tú te tomas una pastilla… ¡y se te quita el dolor de cabeza!
Ella se toma otra… ¡y ya no se queda embarazada!
¡Y tú te tomas otra… y se te pone duro!
No me dirán que esto no es un milagro…
¿Cómo sabe una Aspirina así de pequeña, a qué parte del cuerpo tiene que ir?
Te tomas una Aspirina, llega al estómago…/
- Buenaaasss, ¿es aquí el dolor?
- No, eso va a ser en el piso de arriba, en la cabeza, al lado del hipotálamo, allí pregunte usted por “migraña”./
¡Oye… y llega! A mí me preguntan dónde está el hipotálamo, y…
¡Ni de coña!
¡Las pastillas son la leche!
Las que más me gustan son las blancas, son tan sobrias, no sé… parece como que curan más.
Las cápsulas las encuentro frívolas… me dan la impresión de que son demasiado chillonas… ¿verdad? Siempre me pregunto, ¿para qué gastarán en ponerles colorines a las cápsulas si en el estómago no tenemos ojos? Que se fijen en los supositorios: a nadie se le ha ocurrido hacerlos de colores, como los helados… Todo el mundo sabe que por muchos colorines que les pongan… con el tercer ojo no se pueden leer novelas.
Además, hay enfermedades en las que se toman medicamentos riquísimos. Los constipados, por ejemplo. ¡Lo jarabes de los constipados están de muerte! Yo creo que en invierno deberían servirlos en los bares:/
- ¡Ponme un chupito de Bisolvon… y un expectorante pa’ todos, que un día es un día!/
¿Y las Aspirinas infantiles? ¡Están mejor que los caramelos!
Lo que no entiendo es por qué a las de adultos les cambian de sabor.
Otra cosa que no entiendo: ¿quién les pone los nombres a los medicamentos?
Para mí que son dos tíos: uno que tiene las ideas muy claras y les pone a los medicamentos nombres que te dan pistas de para qué sirven: Peosek, Evacuol, Mucosán…
Y otro tío que va de creativo y se inventa marcas como /Seroxat, Clamoxyl, Atarax, Augmentine… /Que, claro, uno se pregunta: /-¿Qué aumenta el Augmentine? -¿Se vende junto con la Viagra?
/Si es que son ganas de complicar las cosas....
El bicarbonato por ejemplo, ¿por qué no le llaman Eructol?...
O los supositorios, ¿por qué no se llaman Son-pal-cul?...
Y, ya puestos, al Hemoal que le llamen Almorranón.
Otra cosa que me encanta de los medicamentos es el prospecto. A veces con sólo leerlo y ver la cantidad de cosas que cura, ya me siento mejor.
Bueno, menos con los prospectos de los tranquilizantes. Porque te pones a leer los efectos secundarios y… */“Este medicamento le puede producir mareos, temblor, cefalea, insomnio con ansiedad y depresión, visión borrosa, sequedad en la boca, estreñimiento, taquicardia…”/*
Pero, ¿cómo puede eso tranquilizar a alguien?
Bueno, y si nos ponemos a criticar… Hay un medicamentos que a mí me ponen muy nervioso: Las gotas, por ejemplo. No se conoce a nadie que haya conseguido echarse el número de gotas que le dice
el médico. Porque, ¿cómo lo haces? Tienes la cabeza de lado, el cuentagotas arriba… Y ahora… ¿Cómo cuentas las gotas?
Al final acabas:/- Uno, dos, tres chorro, cinco, seis, chorro…doce…/
Eso sí, cuando uno está realmente mal, no hay nada como las inyecciones.
Lo que pasa es que da un poquitín.. de miedo.
Yo además tengo la mala suerte de que siempre que voy a pincharme, me toca el 'practicante'; o sea, ¡el que quiere practicar con mi culo!
¡Joder, si quiere practicar, que practique con el culo de su padre, y luego que venga!
Lo que pasa es que como estás muy mal, dices: /“Vamos pa’adelante”/, ... te bajas los pantalones … el tío se pone a tu espalda … Y no hace ruido. ¿Qué estará haciendo?
¿Se habrá ido? No, porque de pronto te dice… /- Relaje la nalga…/
¿Como que relaje la nalga?
Mire usted, yo con el culo al aire y un tío por detrás… ¡No me relajo nunca!
Aunque, no nos engañemos: Duele, pero un jeringazo es mano de santo.
Y es que los medicamentos te hacen la vida más fácil.
En fin, que… ¿Saben lo que les digo?
Que en vez de dejar de tomar medicinas, lo que voy a hacer es dejar de ir al médico.
Y así me tomo lo que quiero ...

Gracias Olegario por este magnifico aporte

7918.- una raya de tiza

Reza el dicho popular que las abultadas facturas que suelen cobrar los servicios técnicos por reparar aparatos tecnológicos no son «por apretar un tornillo», sino «por saber qué tornillo apretar». Lo que muy pocas personas conocen es que este tópico que persigue a muchos ingenieros o mecánicos tiene un origen completamente real que nos desvela el blog «Tecnología obsoleta».
Para conocer la anécdota que se esconde detrás, tenemos que remontarnos a principios del siglo XX y fijarnos en Charles P. Steinmetz, un excéntrico ingeniero que trabajaba en General Electrics y que, junto a Thomas Edison o Nikola Tesla, es considerado uno de los padres de la electricidad.
Steinmetz no sólo tenía una gran fama como investigador, sino que además era considerado un técnico implacable. Por ello, cuando en una de las fábricas de Henry Ford comenzaron a tener problemas con un enorme generador eléctrico recién instalado, el famoso empresario no dudó en solicitar su ayuda.
Cuando llegó a la fábrica, el ingeniero pidió una libreta, un lápiz y un camastro y durante dos días se dedicó a escuchar el sonido del generador y a realizar incontables cálculos. Cuando terminó, pidió una escalera, cinta métrica y una tiza. Subió con esfuerzo a lo alto del generador y midió con sumo cuidado, colocando una precisa marca de tiza en una parte de la enorme máquina.
Tras ello, comentó a los escépticos presentes que era necesario desmontar una placa del lateral del generador y eliminar 16 vueltas de la bobina a partir del punto en que había realizado la marca de tiza. Los ingenieros de Ford siguieron sus instrucciones y el generador comenzó a funcionar perfectamente.
Poco tiempo después, Henry Ford recibió una factura firmada por Charles Steinmetz por un importe de 10.000 dólares. El empresario, a pesar de agradecer el buen trabajo realizado por el ingeniero, devolvió la factura a General Electrics y solicitó una nueva y detallada. Steinmetz respondió enviando de nuevo la factura a Ford con el siguiente detalle: «Marca de tiza en el generador: 1 dólar. Saber dónde hacer la marca 9.999: dólares. Total a pagar: 10.000».
Satisfecha la petición de Ford, la factura fue abonada sin ninguna queja. O, al menos, eso es lo que contaba Jack B. Scott, hijo de un antiguo empleado de Ford, en una carta que envió a los editores de la revista “Life” en mayo de 1965.

7917.- Un récord memorable.

La avioneta que estuvo 66 días sin tocar tierra

Una pequeña Cessna 172 protagonizó en 1959 el vuelo más largo de la historia de la aviación

La avioneta que estuvo 66 días sin tocar tierra
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El mundo de la publicidad no conoce límites. Cualquier hazaña capaz de asombrar al público es válida para promocionar un producto. Este fenómeno, que puede parecer exclusivo de nuestros días, fue ya utilizado hace más de medio siglo cuando un casino de Las Vegas decidió organizar el vuelo más largo de la historia de la aviación.
Tal y como leemos en el blog “Cooking Ideas”, todo sucedió entre diciembre de 1958 y febrero de 1959, cuando John Cook y Robert Timm consiguieron pilotar una pequeña avioneta Cessna 172 durante 65 días sin que esta tocase ni una sola vez el suelo en ese periodo.
Para lograr este récord, la aeronave repostaba dos veces al día día desde un vehículo en tierra, que le suministraba el combustible a través de una manguera mientras circulaban de forma paralela a lo largo de varios kilómetros por una carretera abandonada en el desierto de Nevada. Esa misma maniobra era aprovechada para entregar agua y alimentos a los pilotos, mientras que los residuos eran arrojados en bolsas de plástico sobre zonas no habitadas del desierto.
Cuando la avioneta aterrizó en el aeropuerto de Las Vegas, el 7 de febrero de 1959, había acumulado 64 días y 22 horas ininterrumpidas de vuelo y había recorrido una distancia de 240.000 kilómetros, más que suficientes para circunvalar la Tierra seis veces. Tras tres intentos fallidos, habían logrado también batir el el récord anterior, de 46 días, establecido en 1949 en Arizona.
La aventura de esta avioneta, bautizada con el nombre de Hacienda, fue patrocinada por el casino que con el mismo nombre había abierto tres años antes el empresario Warren Bayley en un recóndito extremo de Las Vegas, en un intento de atraer a los jugadores hacia sus ruletas.
No sabemos si Bayley consiguió su objetivo dar a conocer su casino, pero 54 años después, la hazaña de la Hacienda todavía no ha sido superada y la pequeña avioneta, convertida en un auténtico símbolo se exhibe orgullosa en la terminal del aeropuerto McCarran de Las Vegas.

7916.- El hombre que acabó con el chavismo


DÁMASO JIMÉNEZ |  EL UNIVERSAL martes 16 de abril de 2013  12:00 AM

No hubo sorpresa. Maduro carece de todo liderazgo, no reflexiona, no convence, no cohesiona, no seduce, y en fin no emociona a unos seguidores enamorados aún del carisma del "máximo líder" que por 14 años manejó a su antojo los intríngulis del poder y le bajó volumen a cualquier pretensión fuera de tono dentro de su mayor obra, el proyecto revolucionario hacia el socialismo del siglo 21, que comienza a resquebrajarse ante la falta de impacto político del sucesor y nuevo presidente electo.

Luego del exiguo triunfo, ensuciado además por un proceso plagado de abusos de poder, arbitrariedades con Internet e irregularidades de todo tipo, vimos a un Nicolás nervioso y angustiado emitiendo el más incoherente de los discursos escuchados a presidente electo alguno en la historia contemporánea de Venezuela, para reiterar con brotes intermitentes entre arrogancia súbita y desgarbo, el punto y medio que lo daba ganador sobre Capriles al tiempo que anunciaba la radicalización de la revolución sin contar con la mayoría necesaria y el liderazgo consolidado que requeriría para tomar ese camino.

Lo cierto es que nadie puede ocultar que a poco menos de 5 semanas de la muerte de Chávez, cuando el paroxismo de la continuidad era inminente, y a 5 meses de un sólido triunfo que le permitió la reelección por cuarta vez, la realidad que muchas veces supera la ficción demuestra cómo una mala escogencia puede dilapidar en tiempo récord 20 puntos de ventaja,  un grueso capital electoral sobre una opción que ya no sólo dejó de lucir como escuálida sino que replica y exige de tú a tú el conteo manual de votos, la salida de militares cubanos inoculados en nuestra FANB, la libertad de los presos políticos y el cese de las persecuciones a medios, instituciones y personas que piensan distinto, que si bien debe respetar los resultados –esperemos el conteo manual solicitado ahora por ambas opciones para legalizar el proceso–, debe ser respetada y tomada en cuenta, más allá de tanta diatriba radical hacia el socialismo.

No en balde estamos hablando de un país en franco deterioro con álgidos problemas comunes para todos con respecto a la inseguridad, 21 mil muertes violentas al año, devaluaciones, inflación, falta de inversión, apagones en todo el país, desabastecimiento, corrupción, irregularidades en Cadivi, recursos dilapidados y regalados a otros países, falta de infraestructura, gasto excesivo en armamento bélico, 9 millones de venezolanos en situación de pobreza, expropiaciones y destrucción del aparato productivo. El Estado está colapsado, ya no se le puede seguir echando la culpa a una clase excluida y golpeada, y se acaba de generar la victoria electoral más pírrica lograda en la historia del chavismo. Nada que celebrar.

¿Podrá Maduro obtener la gobernabilidad que necesita a pesar de ignorar cada uno de estos problemas que nos llevan derechito al trauma y el retraso en comparación con los países vecinos? Lo dudo, pero a partir de ahora tiene un problema mayor, la ilegitimidad dentro del propio conglomerado chavista.

Nicolás ya no puede ampararse bajo la figura de Chávez, de aquí en adelante va solo y sin muletillas como presidente de Venezuela, con todas esas fisuras evidentes que se ven y que se sienten, aun antes de comenzar su mandato.

El nuevo presidente sabe además que tiene problemas con todo el entorno de poder rojo, que ve cómo el gran castillo de arena comienza a derrumbarse ante los ojos del mundo. Se lo terminarán cobrando tarde o temprano.  Todos lo saben, es cuestión de tiempo, Maduro simplemente aceleró el proceso de desaparición del chavismo.

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@damasojimenez