2016/01/05
263474.- Ir a Santiago
¡Ay amigo! ¿y las fuentes?. Por todos los
– Sí, hacia Santiago y luego hacia el Finisterre y luego… ¡Luego Dios dirá!.
– Tranquilo peregrino, tranquilízate que no
263473.- 1º ENE 58
El día 1ero. de Enero de 1958, a las 06:00 hrs. fui designado por el propio Mayor Nestor Rodriguez, Comandante del Escuadrón de Caza Nro. 34 para que de inmediato me alistara a acompañarlo a realizar junto con el, un vuelo de dos aviones DH Venom, cuya finalidad supe cuando llegamos y sobrevolamos en distintas direcciones la Ciudad de Caracas, a una altura de 20.000 pies, para luego regresar a la Base Aérea El Libertador, la misma Base donde habíamos decolado horas antes para cumplir esta misión.
A las 14:00 hrs. de ese mismo día, me notifican nuevamente que iba a participar en otro vuelo sobre Caracas, pero esta vez en una formación de tres aviones. De líder iba el Tte. Carlos Raul Paiva Paiva, de gregario izquierdo el Stte. Hipolito Ottamendi y yo de gregario derecho. Los detalles previos al vuelo fueron: "Están disparando con artillería antiaérea a las aeronaves que sobre vuelan el area de Caracas, por lo tanto debemos actuar con cautela volando en formación abierta"
A las 15:00 hrs. con los aviones listos y armados, la se#alada formación estaba decolando hacia la capital, donde volamos en primer lugar hacia Maiquetia, donde en vuelo rasante llegamos cerca de Cabo Codera, para luego regresar al punto inicial y tomar dirección hacia el Callejón de Tacagua. Ya rumbo hacia Caracas en formación abierta y a 400 kts., nos dirigimos en dirección a las Torres del Silencio. Manteniendo la formación prevista y velocidad establecida, nos fuimos acercando de manera rasante a las torres, y una vez bastante próximos al lugar, el líder inicia un viraje fuerte a la derecha, lo cual me hace maniobrar perdiendo mucha velocidad y a la vez representando un amplio blanco para la artillería antiaérea que logra impactarme a mi en el plano izquierdo, provocando una ligera desestabilización del vuelo y un intensa fuga de combustible. Escucho por radio que el gregario izquierdo, el Stte. Ottamendi, informa al líder que me han impactado.
Ante este grave acontecer, continuo mi vuelo hacia Maiquetia, avocandome a buscar salvación ante la emergencia que vivía. En primer lugar, la intensa perdida de combustible me hacia pensar que la Base Aérea El Libertador, aunque lugar seguro, me estaba distante como para conducir la aeronave hacia ese rumbo; estaba mas cerca Maiquetia; en consecuencia opte por continuar en esa dirección. Próximo al referido aeropuerto, establecí altura de 3.000 pies, dirección Oeste-Este sobre la cabecera de la pista, realizando un rompimiento por la izquierda. Ya en paralela, hice los procedimientos para el aterrizaje, vire a final para sacar flaps pero noto que la velocidad esta alta, 200 kts. No queriendo reducir potencia, opto por abortar. Subo tren y flaps, y continuo hacia el Puerto de La Guaira, me regreso para intentar aterrizar esta vez Este-Oeste, preparo al avión para un final largo, con tren abajo, aguanto los flaps, un poco mas adelante los bajo, pero la velocidad seguía indicando 200 kts. Ya cerca de cabecera de pista, resuelvo irme al aire otra vez. Realizo otra vez el procedimiento, tomando una altura de 3.000 pies, me incorporo a la paralela para intentar aterrizar esta vez Oeste-Este.
Estando todo preparado en final para re intentar aterrizar y viendo la misma situación con la velocidad, hice un calculo apropiado para apagar el motor y aterrizar en esas condiciones. Finalmente logro aterrizar y me detengo a la mitad de la pista, hacia el lado derecho. Descendí del avión y en tierra pude observar un avión Beech AT-11 aproximandoseme de frente, para repentinamente abortar y posiblemente regresar a El Libertador. Posteriormente supe que el piloto de esa aeronave era el Tte. Carreño Flores.
Después de todo esto y aun en plena pista, se presentaron varias unidades militares para proceder a mi detención para finalmente estar preso en el mismísimo Palacio de Miraflores, lugar que horas antes intentamos atacar. Después de una corta entrevista con el Gral. Marcos Perez Jimenez, este ordeno que nos enviaran a mi y a otros pilotos detenidos, a la azotea para ver si la Fuerza Aérea se atrevía a bombardearlo.
Ya fuera de cárcel, el 28 de Enero de 1958 y libre, me fui a Maracay para presentarme a mi Unidad, donde entre saludos y otros acontecimientos, hay uno muy particular porque se relaciona con el aterrizaje en Maiquetia. Resulta que el ST2 Vargas, encargado de la linea de vuelo, revisó el avión y me pregunto si había tenido en cuenta que las indicaciones de velocidad y altura no eran confiables por los daños sufridos en el tubo pitot por los impactos recibidos, a los cual le respondí que en ningún momento llegue a imaginar que las indicaciones instrumentales previas al aterrizaje eran erradas. Agregándole que gracia a Dios todo salió bien, también le dije que había actuado igualmente apegado a lo que constantemente me habían enseñado mis instructores de vuelo, que "En el trafico, potencia, velocidad y altura, mantienen la dentadura"
A las 14:00 hrs. de ese mismo día, me notifican nuevamente que iba a participar en otro vuelo sobre Caracas, pero esta vez en una formación de tres aviones. De líder iba el Tte. Carlos Raul Paiva Paiva, de gregario izquierdo el Stte. Hipolito Ottamendi y yo de gregario derecho. Los detalles previos al vuelo fueron: "Están disparando con artillería antiaérea a las aeronaves que sobre vuelan el area de Caracas, por lo tanto debemos actuar con cautela volando en formación abierta"
A las 15:00 hrs. con los aviones listos y armados, la se#alada formación estaba decolando hacia la capital, donde volamos en primer lugar hacia Maiquetia, donde en vuelo rasante llegamos cerca de Cabo Codera, para luego regresar al punto inicial y tomar dirección hacia el Callejón de Tacagua. Ya rumbo hacia Caracas en formación abierta y a 400 kts., nos dirigimos en dirección a las Torres del Silencio. Manteniendo la formación prevista y velocidad establecida, nos fuimos acercando de manera rasante a las torres, y una vez bastante próximos al lugar, el líder inicia un viraje fuerte a la derecha, lo cual me hace maniobrar perdiendo mucha velocidad y a la vez representando un amplio blanco para la artillería antiaérea que logra impactarme a mi en el plano izquierdo, provocando una ligera desestabilización del vuelo y un intensa fuga de combustible. Escucho por radio que el gregario izquierdo, el Stte. Ottamendi, informa al líder que me han impactado.
Ante este grave acontecer, continuo mi vuelo hacia Maiquetia, avocandome a buscar salvación ante la emergencia que vivía. En primer lugar, la intensa perdida de combustible me hacia pensar que la Base Aérea El Libertador, aunque lugar seguro, me estaba distante como para conducir la aeronave hacia ese rumbo; estaba mas cerca Maiquetia; en consecuencia opte por continuar en esa dirección. Próximo al referido aeropuerto, establecí altura de 3.000 pies, dirección Oeste-Este sobre la cabecera de la pista, realizando un rompimiento por la izquierda. Ya en paralela, hice los procedimientos para el aterrizaje, vire a final para sacar flaps pero noto que la velocidad esta alta, 200 kts. No queriendo reducir potencia, opto por abortar. Subo tren y flaps, y continuo hacia el Puerto de La Guaira, me regreso para intentar aterrizar esta vez Este-Oeste, preparo al avión para un final largo, con tren abajo, aguanto los flaps, un poco mas adelante los bajo, pero la velocidad seguía indicando 200 kts. Ya cerca de cabecera de pista, resuelvo irme al aire otra vez. Realizo otra vez el procedimiento, tomando una altura de 3.000 pies, me incorporo a la paralela para intentar aterrizar esta vez Oeste-Este.
Estando todo preparado en final para re intentar aterrizar y viendo la misma situación con la velocidad, hice un calculo apropiado para apagar el motor y aterrizar en esas condiciones. Finalmente logro aterrizar y me detengo a la mitad de la pista, hacia el lado derecho. Descendí del avión y en tierra pude observar un avión Beech AT-11 aproximandoseme de frente, para repentinamente abortar y posiblemente regresar a El Libertador. Posteriormente supe que el piloto de esa aeronave era el Tte. Carreño Flores.
Después de todo esto y aun en plena pista, se presentaron varias unidades militares para proceder a mi detención para finalmente estar preso en el mismísimo Palacio de Miraflores, lugar que horas antes intentamos atacar. Después de una corta entrevista con el Gral. Marcos Perez Jimenez, este ordeno que nos enviaran a mi y a otros pilotos detenidos, a la azotea para ver si la Fuerza Aérea se atrevía a bombardearlo.
Ya fuera de cárcel, el 28 de Enero de 1958 y libre, me fui a Maracay para presentarme a mi Unidad, donde entre saludos y otros acontecimientos, hay uno muy particular porque se relaciona con el aterrizaje en Maiquetia. Resulta que el ST2 Vargas, encargado de la linea de vuelo, revisó el avión y me pregunto si había tenido en cuenta que las indicaciones de velocidad y altura no eran confiables por los daños sufridos en el tubo pitot por los impactos recibidos, a los cual le respondí que en ningún momento llegue a imaginar que las indicaciones instrumentales previas al aterrizaje eran erradas. Agregándole que gracia a Dios todo salió bien, también le dije que había actuado igualmente apegado a lo que constantemente me habían enseñado mis instructores de vuelo, que "En el trafico, potencia, velocidad y altura, mantienen la dentadura"
Por el Gral. Luis Leon Viana Lamas
Promocion "Stte. Jose Urbano Soto Perez" 1957
Promocion "Stte. Jose Urbano Soto Perez" 1957
Comenzando hoy, vamos a colocar tres relatos narrados por sus protagonistas con motivo de los sucesos del 1ero. de Enero de 1958. El de hoy es el del Mt. Alfredo Pedrique.
Me presente al Escuadron de Caza Nro. 36 en lo que es hoy la Base Aerea El Libertador, Palo Negro, en la madrugada del 1ero. de Enero de 1958, cumpliendo ordenes del Comandante de esa Unidad, el Cap. Martinez Lazaro. Aunque sabia del porque nos habian mandado a llamar, la incertidumbre era grande. Despues de reportarme, me dirigi a mi avion, un flamante F-86F Sabre, siglas 2C36, del cual era Jefe de Maquinas. Aunque nada por escrito, la orden era armar el avion y chequear que estuviera listo para una mision bien temprano. El piloto asignado para volarlo era el Stte. Armando Ferrer. Estando el avion listo y estacionado casi al frente del hangar, se presenta el Stte. Ferrer algo confundido y alterado porque no sabia cual era la mision, me preguntaba con insistencia si sabia de la Orden de Vuelo, que si sabia para donde iba, la cual le conteste que sabia lo mismo que el, nada. Cuando me disponia amarrarlo al avion, por todo el frente nuestro pasaba carreteando en un DH Venom el Cap. Nestor Rodriguez del Escuadron Nro. 34, El Stte. Ferrer se paro de inmediato en el asiento y le hizo se#as a lo que el Cap. Rodriguez freno su avion por completo. El Sub Teniente le pregunto agitado que era lo que pasaba y que para donde iban, a lo que el Cap. Rodriguez le contesto molesto al Sub Teniente, que procediera en el avion y que por radio recibiria las instrucciones.
De regreso los aviones de la mision, una hora y media despues que partieron, guio al Stte. Ferrer hasta que se estaciona en su lugar, se hacen todos los procedimientos. Se apaga el avion, se colocan las calas, ayudo al Sub Teniente a desamarrarse. Le pregunto por alguna novedad, solo me dice que no y se baja del avion. Se retira a toda prisa sin decir mas nada. Chequeando el avion, noto que este tiene dos impactos de proyectil, uno en el timon fijo de direccion y el otro en el freno de velocidad, ambos impactos del lado izquierdo del avion. Le doy la novedad al Jefe de Mantenimiento y nos ordenan a varios Sub Oficiales que estabamos alli, para que nos dirigieramos a Boca del Rio.
LLegamos a Boca del Rio a donde de inmediato nos montaron en un camion que nos llevo al Servicio de Armamento, alli comenzamos armar las cadenas de los proyectiles. Ya casi cayendo la noche, se presento uno de los jefes que comandaba el alzamiento y nos notifico del fracaso del mismo, nos dio algunas recomendaciones, entre ellas decir que estaban cumpliendo ordenes y que se irian en el Douglas C-54A.
Alli abandonados y en medio de la confusion, muchos resolvimos devolvernos a Palo Negro. En la carrera, me cruce con mi hermano Freddy quien con insistencia dijo que se iba en un C-47 que ya rodaba por el taxiway.
Al llegar a Palo Negro, ya pasada las 9:00 de la noche, con poco control en la alcabala principal, logro llegar a mi habitacion en mi Escuadron y me encierro. Al dia siguiente, 2 de Enero, me levanto y me dispongo ir al ba#o, el cual me fue impedido por efectivos del Batallon Carabobo, quienes en la madrugada habian tomado control de la Base. Todo el personal Fuerza Aerea que estaba en la Base quedo detenido y todo armamento descomisado. Fuimos interrogados para saber el nivel de nuestra participacion en el alzamiento, no era mucho lo que podiamos decir, realmente cumpliamos ordenes.
Recibimos la orden de poner inoperativos los aviones, mayoritariamente removerles las superficies movibles para impedir que volaran y la prohibicion expresa de estar cerca de los aviones.
Asi estuvimos todos, sin distinction de jerarquias o grados, sin tener practicamente comunicacion con nuestros familiares hasta el 23 de Enero de 1958, cuando finalmente cae la dictadura del Gral. Marcos Perez Jimenez.
Por el Mt. Alfredo Pedrique.
Promocion: "Sgto. Jose Loynas Ovalles" 1957
De regreso los aviones de la mision, una hora y media despues que partieron, guio al Stte. Ferrer hasta que se estaciona en su lugar, se hacen todos los procedimientos. Se apaga el avion, se colocan las calas, ayudo al Sub Teniente a desamarrarse. Le pregunto por alguna novedad, solo me dice que no y se baja del avion. Se retira a toda prisa sin decir mas nada. Chequeando el avion, noto que este tiene dos impactos de proyectil, uno en el timon fijo de direccion y el otro en el freno de velocidad, ambos impactos del lado izquierdo del avion. Le doy la novedad al Jefe de Mantenimiento y nos ordenan a varios Sub Oficiales que estabamos alli, para que nos dirigieramos a Boca del Rio.
LLegamos a Boca del Rio a donde de inmediato nos montaron en un camion que nos llevo al Servicio de Armamento, alli comenzamos armar las cadenas de los proyectiles. Ya casi cayendo la noche, se presento uno de los jefes que comandaba el alzamiento y nos notifico del fracaso del mismo, nos dio algunas recomendaciones, entre ellas decir que estaban cumpliendo ordenes y que se irian en el Douglas C-54A.
Alli abandonados y en medio de la confusion, muchos resolvimos devolvernos a Palo Negro. En la carrera, me cruce con mi hermano Freddy quien con insistencia dijo que se iba en un C-47 que ya rodaba por el taxiway.
Al llegar a Palo Negro, ya pasada las 9:00 de la noche, con poco control en la alcabala principal, logro llegar a mi habitacion en mi Escuadron y me encierro. Al dia siguiente, 2 de Enero, me levanto y me dispongo ir al ba#o, el cual me fue impedido por efectivos del Batallon Carabobo, quienes en la madrugada habian tomado control de la Base. Todo el personal Fuerza Aerea que estaba en la Base quedo detenido y todo armamento descomisado. Fuimos interrogados para saber el nivel de nuestra participacion en el alzamiento, no era mucho lo que podiamos decir, realmente cumpliamos ordenes.
Recibimos la orden de poner inoperativos los aviones, mayoritariamente removerles las superficies movibles para impedir que volaran y la prohibicion expresa de estar cerca de los aviones.
Asi estuvimos todos, sin distinction de jerarquias o grados, sin tener practicamente comunicacion con nuestros familiares hasta el 23 de Enero de 1958, cuando finalmente cae la dictadura del Gral. Marcos Perez Jimenez.
Por el Mt. Alfredo Pedrique.
Promocion: "Sgto. Jose Loynas Ovalles" 1957
236472.- Y me vas a preguntar?
Abad Gabriel con Edgar Álvarez e Ilse Villela.
Don Alejo tenía un TORO REPRODUCTOR, el mejor toro de la región. Ese toro era su único patrimonio.
Los ganaderos locales descubrieron que el toro era el mejor reproductor de la zona, comenzaron a ALQUILARLO para cruzar sus vacas, comprobando que de ese cruce, salían los mejores terneros y el toro se convirtió en la única y principal fuente de ingresos del campesino.
Además el TORO era rendidor y rápido, no perdonaba a ninguna vaca que le pasara cerca, y parecía que nunca se cansaría de engendrar.
Un día, los ganaderos se reunieron y decidieron comprar el toro para no depender más de don Alejo. Un representante fue y le dijo:
“Ponele precio a tu toro que te lo vamos a comprar”
El campesino, que no quería perder su fuente de ingresos, pidio una cifra absurda para que fuera rechazada. Los ganaderos se quejaron al Alcalde por el precio del animal, y éste, sensibilizado con el problema, compró el toro con fondos municipales, registrándolo como PATRIMONIO MUNICIPAL y poniéndolo al servicio de toda la comunidad.
El día de la inauguración de los servicios, los ganaderos trajeron sus vacas para que el toro las preñara. Le pusieron la primera, y nada.
“Debe ser la vaca - dijo uno – es muy flaca”.
Le trajeron una gran campeona Holandesa, el toro la olfateó, y ¡¡nada!!
Le pasaron el rodeo entero, pero ¡¡el toro ni se inmutó!!
Los ganaderos locales descubrieron que el toro era el mejor reproductor de la zona, comenzaron a ALQUILARLO para cruzar sus vacas, comprobando que de ese cruce, salían los mejores terneros y el toro se convirtió en la única y principal fuente de ingresos del campesino.
Además el TORO era rendidor y rápido, no perdonaba a ninguna vaca que le pasara cerca, y parecía que nunca se cansaría de engendrar.
Un día, los ganaderos se reunieron y decidieron comprar el toro para no depender más de don Alejo. Un representante fue y le dijo:
“Ponele precio a tu toro que te lo vamos a comprar”
El campesino, que no quería perder su fuente de ingresos, pidio una cifra absurda para que fuera rechazada. Los ganaderos se quejaron al Alcalde por el precio del animal, y éste, sensibilizado con el problema, compró el toro con fondos municipales, registrándolo como PATRIMONIO MUNICIPAL y poniéndolo al servicio de toda la comunidad.
El día de la inauguración de los servicios, los ganaderos trajeron sus vacas para que el toro las preñara. Le pusieron la primera, y nada.
“Debe ser la vaca - dijo uno – es muy flaca”.
Le trajeron una gran campeona Holandesa, el toro la olfateó, y ¡¡nada!!
Le pasaron el rodeo entero, pero ¡¡el toro ni se inmutó!!
El Alcalde, furioso, llamó al ex-dueño y lo increpó a solucionar el problema... ¡¡¡Se había gastado el dinero de los contribuyentes y no quería pensar que todo fuera una estafa más!!! Don Alejo se acercó al toro y le habló al oído:
- ¡¡Qué hacés hermano!!, ¿no querés trabajar más?
El toro lo miró largamente... y desperezándose, le respondió:
NO ME JODÁS HERMANO, ¡¡¡AHORA SOY FUNCIONARIO PÚBLICO!!
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El siguiente relato está inspirado en un hecho real. Me lo presta Gregorio Pradas Martín. Gregorio es un viejo amigo virtual de los tiempos en que no existían las redes sociales. Los peregrinos dialogábamos entonces en las listas o foros jacobeos, que tenían menos opciones gráficas pero había mucho más intercambio y diálogo, a veces en forma de debate. Lo digo con nostalgia. Firmando sus mensajes como “gregoriodezaragoza”, a la vez que nos relata un precioso cuento nos propone un interesante debate: IR o LLEGAR a Compostela, dejando en definitiva sus opiniones peregrinas en este magnífico relato, que termina con una moraleja que en este caso anticipo: “Como podeis ver me paraece que lo importante es IR, lo de llegar ya se verá“.
Vaya contrariedad estar varado en este claro en la floresta como un salmón entre las piedras de un río. Si señor, aquí estoy boqueando, casi sin aliento… ¡A ver si se pasa!. Y eso que esta etapa, Ribadiso de Baixo/ Arca, a pesar de resultar algo larga, estaba siendo una de las más bonitas y variada del Camino de Santiago.
¡Que preciosidad de bosques y de rincones umbríos y verdes!. ¿Y las aldeas?, ¿qué me dices de las aldeas?. Este tramo parece sembrado de antiguas, casi arcaicas, pequeñas y apacibles aldeas con nombres tan sonoros como Tabernavella , Boavista, Xen o Ras por nombrar alguna de las más sugestivas a los oídos de los que por aquí pasamos sin ser del país.
lados ves, cruzas, salvas o bordeas fuentes, arroyos, regatos, riachuelos… ¿hay acaso más formas de clasificar las aguas vivas, dulces y frescas de Galizia?. Y de ellas, se me ha quedado en la memoria el nombre del “Regato Ladrón”, curioso nombre para un pequeño curso de agua que da vida.
Me lo tengo que creer porque este achuchón, desde luego que no me hubiese dado hace cuarenta años, ni siquiera hace treinta… Espera que me tumbe y levante las piernas, a ver si así me encuentro mejor… Buff… ¡no!…, estoy mucho mejor algo incorporado.
¿Ves?, esos dos peregrinos que van por la senda han sabido aprovechar el fresco del final de la tarde. ¿Y si los llamo?. ¡Eh!, ¡Peregrinos!, ¡Eh!… Me saludan, agitan la mano pero no se detienen. Piensan que los saludo yo también. Pues menos mal que no los necesito con urgencia que si no, ¡menuda ayuda tendría con ellos!.
¡Buuuuuuf…!, esto no se pasa. Ya empiezo a estar preocupado. Aquí, en medio del bosque, haciéndose de noche. Esto no va nada bien. Sería distinto si estuviese en el albergue. Sí, en los albergues las cosas son distintas. Normalmente reina la hospitalidad, palabra ésta que se sale de los circuitos de nuestra sociedad actual, egoísta y competitiva.
Al frente de los albergues suelen estar voluntarios que se entregan (curiosa actitud la de “entregarse” como algo físico y personal, próximo al vasallaje voluntario) y obtienen su mejor recompensa si son útiles a los peregrinos, si consiguen ayudarles en algo. Recuerdo a tantos… pero como seguro que me olvido de alguno prefiero mantenerlos a todos en el anonimato y recordarlos en inmejorable grupo. Seguro que cualquiera de ellos me atendería, buscaría un lugar para mí, llamaría al médico si hiciera falta o me acompañaría en estos momentos tan dolorosos que estoy pasando. Estoy seguro que cualquier hospitalero haría eso por mí, pero estoy solo, dolorido y angustiado. Estoy lejos del albergue, en donde los cuidados y el descanso los tendría asegurados y tan sólo por el hecho de ser peregrino a Santiago de Compostela, fin de mi Camino y comienzo de mi nueva vida.
Si al menos pudiera descansar aquí un poco, dormir un ratito para ver si se pasa esta angustia que siento en el pecho y la garganta… intentaré reposar apoyándome en el tronco… así, algo incorporado, con la cabeza ladeada sobre el hombro…
Ahora se trata de seguir viaje, despacito, sin prisas. Primero porque es de noche, y por cierto que bien adelantada la noche, parece que se acerca la mañana y ya se nota en el cielo el resplandor del alba, ¿o acaso es el Camino del cielo?, ¿la Vía Láctea?. No puedo precisarlo porque en este claro del bosque no puedo ver más que un pequeño trozo del cielo y sólo puedo apreciar que está brillante. Las hojas de los árboles se recortan con nitidez en el fondo azul y los troncos erectos y sólidos se distinguen claramente uno de otro, incluso se aprecia la senda, el Camino que los recorre y que me llevará por fin a Santiago. Yo creí que no llegaba.
¡Mira!… sí, un poco más adelante se ven luces… ¡Sí!, son luces como de linternas, se ven varias en línea recta por el Camino. No soy el único madrugador, hay personal para todos los gustos, ayer vi a esa pareja que andaba a última hora de la tarde y ahora me encuentro con este grupo que anda a primera hora de la madrugada. Mejor me junto con ellos… ¡Eh, peregrinos!… No se paran, me van ha hacer correr y no me atrevo, … ¡Eh, esperadme un poco!… Parece que lo consigo, algo que han aminorado ellos y algo que he acelerado yo… (Por cierto que muy bien, no he notado el corazón para nada.)
Buenooo… he debido de ir a parar con algún grupo de monjes raros o de peregrinos a la antigua usanza. El último de la fila va vestido a la manera tradicional, túnica, esclavina, bordón y calabaza y sandalias, ¡qué humor! en estos tiempos y con sandalias.
– Pero… ¿qué me dices?, ¿me dices que os conozco del año pasado?, ¿como puede ser si es la primera vez que voy a Santiago?, además yo pienso llegar a Santiago… ¡Mira!, ¡Mira ahí abajo!, ¿las ves? ¡son las torres de la Catedral! y la Plaza del Obradoiro y la de las Praterías, y los bosques otra vez… y ¿ eso?, ¿eso no es el faro de Fisterra?. Pero ¡qué es esto!, ¡qué está pasando!
pasa nada. Ya te he dicho que yo, como tú, tampoco llegué vivo a Santiago de Compostela cuando inicié mí peregrinaje, allá por el año del Señor de mil doscientos dos. Pero ya ves, ¡los designios del Señor!, desde entonces no me falta compañía, vamos recorriendo las distintas peregrinaciones que en el mundo se hacen y vamos recogiendo a los compañeros peregrinos que se van quedando por el Camino, como te ha pasado a ti. Ya te acostumbraras. Ven con nosotros, ven a la Compañía, ven a la Santa Compaña.

