2013/06/09

8064.- A riesgo de parecer conmilitón.-

Mi respuesta al almirante Molero

FERNANDO OCHOA ANTICH |  EL UNIVERSAL
domingo 9 de junio de 2013  12:00 AM
El almirante Diego Molero, ministro de la Defensa, ha estado en estos días en primer plano nacional. Eso es normal. Las delicadas funciones que ejerce y la complicada situación política venezolana lo justifican. Eso es verdad, pero el interés mostrado por José Vicente Rangel para invitarlo a su programa el domingo y después dedicarle su columna periodística tiene otras razones. Ellas fueron claramente definidas en la sorprendente grabación de la conversación entre Mario Silva y el G-2 cubano, teniente coronel Aramís Palacios: la lucha por el poder existente entre Nicolás Maduro, respaldado por el almirante Molero y los hermanos Castro, y el grupo de oficiales pertenecientes al Ejército, liderados por el mayor general Carlos Alcalá Cordones, comandante del Ejército, y Diosdado Cabello.

Esta afirmación mía queda claramente demostrada en las primeras afirmaciones de José Vicente Rangel antes de pasar a las preguntas: "estoy convencido de la fortaleza de las actuales instituciones venezolanas. De la amplia aceptación que tiene la democracia y el proceso bolivariano en el seno del pueblo, en la organización social que hoy existe y en la lealtad de la Fuerza Armada"  y en la permanente presencia de Nicolás Maduro en actos militares. Si no hubiera dudas no se hablara del tema. Otro aspecto a tomar en cuenta para entender el riesgo de estabilidad que enfrenta el gobierno de Nicolás Maduro, ante su débil legitimidad, son los importantes cambios que se observan, tanto en la política nacional como internacional, con el inicio de un diálogo con empresarios y en la reciente apertura hacia Estados Unidos.

Creo de interés analizar algunos de los planteamientos realizados por el almirante Molero para valorarlos y criticarlos con severidad. Ante la pregunta: "¿Dicen que usted no es institucionalista porque se define como chavista?", su respuesta es inaceptable: "si había un hombre que verdaderamente respetaba las instituciones era Hugo Chávez, ser institucionalista es respetar las instituciones, ser institucionalista es ser chavista". El almirante Molero conoce perfectamente que Hugo Chávez violó la Constitución de 1961 al insurreccionarse el 4 de Febrero y desde la Presidencia de la República irrespetó flagrantemente la Constitución bolivariana, de 1999, al dictar la mayoría de  las leyes habilitantes. Al declararse chavista, el almirante Molero incumple sus deberes militares y es un mal ejemplo para sus subalternos.

Rangel le pregunta sobre la presencia cubana en Venezuela. La respuesta del almirante Molero produce indignación. "Aquí en la IV República teníamos en nuestros cuarteles grupos norteamericanos que dirigían las políticas militares. Aquí se compraba el armamento que ellos querían". El almirante Molero sabe que miente descaradamente para justificar la actividad cubana en la Fuerza Armada.  En nuestro tiempo, la misión militar americana sólo tenía una presencia más que simbólica y el armamento era mayoritariamente europeo. No creo que ese sea el caso cubano. La opinión pública señala que controlan los organismos de inteligencia, le prestan seguridad al presidente de la República y se llega hasta el extremo de afirmar que están presentes  en reuniones en donde se discuten y deciden los planes militares para la defensa nacional.  

El final de la entrevista la dedica Rangel a preguntarle sobre una presunta conspiración. "¿Está garantizada la estabilidad democrática en Venezuela? La respuesta del almirante Molero es de una simplicidad que realmente sorprende: "Totalmente. Tenemos una Fuerza Armada que está comprometida. Nada más el intento de algún pequeño grupo que pudiera existir que quiera contravenir el orden constitucional, sería un embarazo utópico con muerte por aborto". Si ha leído algo de sociología militar y de historia venezolana y latinoamericana debería conocer que las crisis militares surgen como consecuencia de los procesos de deslegitimación del poder político y al creciente descontento popular. Esos dos factores penetran en los cuadros militares a través de los permanentes vasos comunicantes que  existen entre la sociedad civil  y la Fuerza Armada.

Rangel insiste en el tema: "¿Hay ruido de sables en este momento?" La respuesta del almirante Molero muestra un total desconocimiento de la realidad militar. "Yo no diría que hay ruido de sables. Yo estoy seguro que ese ruido de sables lo han creado grupos fascistas. Si hubiese algún intento moriría antes de formarse". Sencillamente, está equivocado... La oposición democrática no conspira. Prefiere una solución electoral. Esa es la verdad, pero la historia muestra que si se cierran las soluciones políticas, como está haciendo Nicolás Maduro, surge de manera natural la opción violenta. En Venezuela, esa opción siempre ha sido militar. Así ocurrió en 1945, en 1948, en 1958 y en  el 2002. La única solución política es convocar a nuevas elecciones presidenciales, con un equilibrado Consejo Nacional Electoral.


Dios mio, dame resignación para seguir viendo a los sapos nadar en la charca!!!

8063.- DOLARIZAR!!!

¡Dolarizar ya!

GUILLERMO GARCÍA |  EL UNIVERSAL
domingo 9 de junio de 2013  12:00 AM
En mi artículo del domingo 21 de abril, titulado "Tic tac la bomba económica" advertía: que una bomba de tiempo se había activado y si no lográbamos desactivarla a tiempo, explotaría con inmenso poder destructivo sobre la economía venezolana, con efectos directos devastadores sobre los ciudadanos y su calidad de vida en los próximos meses y años por venir. Un país con grandes desequilibrios macroeconómicos: alta inflación; devaluación; sobrevaluación de la moneda; déficit fiscal en niveles de 15% del PIB; reservas internacionales operativas en niveles por debajo del óptimo requerido, y niveles de escasez de productos cercanos al 21%; con un aparato productivo muy golpeado por las políticas económicas públicas y severos controles de cambio y precios que han asfixiado en los últimos 6 años a la empresa privada.

La inflación y la devaluación, los enemigos

Los niveles de inflación que se han registrado en Venezuela en los últimos años son de los más elevados en toda América Latina, y a nivel mundial uno de los pocos países con inflación  persistente de dos dígitos.  El índice nacional de precios al consumidor (INPC), elaborado por el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), registró en el mes de mayo de 2013 una variación intermensual de 6,1%, mayor a la del mes de abril (4,3%) y a la del mismo mes del año 2012 (1,6%). Con este resultado el indicador de precios al consumidor acumuló un incremento relativo de 19,4% en los primeros cinco meses del año 2013, por encima del 6,0% obtenido en igual período del año anterior.  La variación anualizada correspondiente a mayo de 2013 se situó en 35,2%, superior a la observada en mayo de 2012 (22,6%). Por su parte, la situación de desequilibrio del mercado cambiario en Venezuela en los últimos 8 meses, y las recientes medidas adoptadas por el Ejecutivo Nacional de devaluar el bolívar y eliminar el Sitme; ha llevado que el valor intrínseco del bolívar se haya pulverizado, generando cada día mayor presión sobre la tasa de tipo de cambio y en la desconfianza del bolívar como moneda de reserva, ahorro y patrimonio, lo que genera a su vez mayor presión sobre la moneda, creando un circulo vicioso de mayor inflación y mayor devaluación y pérdida de la confianza.

¿Qué es la dolarización plena?

Por plena dolarización se entiende un paso más: desde la utilización puntual y limitada, al empleo oficial y total del patrón monetario dólar en todas las transacciones. El atractivo principal de la plena dolarización es que elimina el  riesgo de fuerte devaluación o repentina del tipo de cambio del país. Cuando se habla de dolarización se describe el proceso en el que el dólar se convierte en moneda de uso nacional de curso legal, sustituyendo a la moneda local del país que la adopta.

Cuando un país adopta la dolarización formal en su economía es indudable que lo hace buscando beneficiarse de las ventajas que este sistema en teoría ofrece, tal como mencionan Berg y Borensztein (2000) "la plena dolarización permite, en principio, evitar crisis cambiarias y de balanza de pagos. Al no haber una moneda propia, no pueden producirse bruscas depreciaciones ni súbitas salidas de capital motivadas por el temor de una devaluación". Por ende, es una medida que implica estabilidad económica. Además, entre los beneficios más importantes de dolarizar se destacan:

• Estabilización y reducción de la inflación a niveles internacionales

• Bajas tasas de interés y con ello mayor acceso a los capitales.

• Eliminación de riesgo de emitir dinero sin respaldo, lo que provocaba altos índices inflacionarios.

• Se descarta cualquier influencia política en el manejo monetario y fiscal del país.

• Credibilidad en el esquema monetario y en consecuencia atracción de capitales extranjeros.

• Mayor integración a mercados internacionales especialmente con Estados Unidos.

• Balanza comercial que refleja la realidad productiva del país al no poder devaluar la moneda y beneficiar a los exportadores con esta medida.

Sin embargo, como todo sistema, el mismo puede implicar desventajas para los países que la aplican, entre las principales desventajas están:
• El Banco Central cede la posibilidad de emplear la política monetaria para planificar la economía del país.

• Pérdida de ingresos para el fisco por concepto de señoreaje,  (ganancia por emisión de papel moneda, bolívares).

• Es una decisión casi irreversible.

La dolarización no es la fórmula mágica para resolver los problemas económicos del país, pero logrará, a corto plazo, una estabilidad monetaria que incluye una reducción drástica de la inflación a nivel de un dígito, tasas de interés bajas, y de la incertidumbre para invertir. Se recuperará el ahorro y el patrimonio de los venezolanos, porque se elimina el riesgo de la devaluación, y el financiamiento crediticio mejora. Finalmente, la dolarización alentará la inversión de largo plazo por la estabilidad monetaria.

Asesor Financiero

Candidato AMDP Harvard University