2011/07/16

Es un decir

Finalmente el sol ha salido y podemos mirarlo de frente y entender que en nuestro país y en los países del “nuevo eje” los conclaves gobernantes no cuentan con profesionales de confianza para resolver situaciones triviales.

Abrumadoramente salen a la luz pública resultados de acciones de gobierno que distan mucho de obtener la mínima nota aprobatoria y por tal motivo se escuchan cacofónicas voces tratando de justificar lo injustificable.

Uno de estos ejemplos demostrativos lo ha constituido la situación de salud del mandatario nacional.

Repitiendo tan solo algunos ejemplos de   lo que se ha   informado “oficialmente” podemos saltar a lógicas conclusiones.

Se nos ha informado en todos los tonos de la propaganda que el sistema de salud obtenido por el actual régimen es de una maravilla nunca vista y que la capacidad para prevenir enfermedades jamás había estado tan alta.

Se nos ha informado sobre las ingentes cantidades de dinero que  se han destinado a remodelar todos los centros hospitalarios.

Se nos ha informado a través del tiempo que el Hospital Militar es una joya perfectamente mantenida por el actual régimen.

Se nos ha calificado como “siervos” y otras muchas menudencias por el estilo cuando las razones de los viajes al exterior han sido para tratar dolencias físicas y síquicas.

Se nos ha tratado de explicar que los tratamientos anticancerosos que disponemos y que “están a la disposición” de todos los venezolanos, son de ultima generación, y que para su administración tenemos todo lo necesario.

Pero entonces sucede que:

(De acuerdo a lo reseñado por los medios del gobierno)

Cuando al cantante argentino le ocurre el ACV, salimos recomendando que se lo lleven porque aquí no tenemos como asegurarle la curación.

Cuando el Contralor se enferma lo enviamos a Cuba.

Cuando el mandatario requiere de algo medico, lo busca en el exterior. No es la primera vez que lo atienden afuera.

Cuando le van a hacer la biopsia, la muestra la envían a !! EEUU.!!

Cuando se requiere de un medico Oncólogo especialista (?¿), buscan un medico en…  ESPAÑA.

Entonces, basados únicamente en la historia contada por el régimen, podemos llegar a la conclusión de que:

El nuevo eje Socialista (en conformación) no tiene en sus filas, profesionales de la Medicina que sean de confianza para tratar a sus propios lideres. Como se trata de vender un liderazgo panamericano, significa que no hay en Pan América un Oncólogo que sirva para estos fines.

No existe en el país una edificación que esté en condiciones para albergar a funcionarios del alto gobierno.

No existe en el país una entidad que pueda diagnosticar el cáncer.

Es distinto el cáncer oficial al cáncer publico, ¿unos al exterior y otros al desprecio?

Cual será la lectura que de estos hechos estén extrayendo los demás países de América?

Finalmente, como la perspicacia es mucha, si de pronto resulta que el medico se equivocó y no es cáncer la enfermedad, entonces resultaría que las acciones estarían aun mas allá de los limites normales, mas allá en cuanto a fronteras, mas allá en cuanto a conocimientos médicos, mas allá en cuanto a credibilidad, pues hemos visto “orando” a los mas inveterados ateos, orando y pidiendo piedad y lastima.

Cosas veredes…

Anónimo

Rebuscando en los archivos de pronto se encuentran perlitas que, en su momento, publicamos en los diarios locales. Hoy, cuando el derecho a la expresión libre lo niegan quienes antes fuesen los que se decían abanderados de ese “movimiento pro decir lo que hace mal el régimen de turno”, creo que vale la pena colocarlo en el blog aunque sea como ayuda memoria.

“La palabra anónimo nos indica que lo escrito es de origen desconocido y hoy, un día después de la celebración, o conmemoración, del Día de la Mujer, bien vale la pena detenernos a pensar en las connotaciones de esta palabra. En primer lugar es una palabra a todas luces machista pues indica que quien no se identificó es un hombre. Es machista pues indica que solo un hombre es capaz de hacer algo y no ponerle su nombre, es decir que solo los hombres somos suficientemente altruistas como para ceder nuestro derecho a la aparición publica como letrados o como sabios. En ultima instancia podríamos decir que somos capaces de pasar por debajo de la mesa sin que eso haga mella en nuestra personalidad. Gústenos o no, pareciera que el nombre es masculino; sin embargo, en la vida practica son las féminas las que pasan sus ratos amargos anónimamente, son ellas el blanco de los errores de los que se creen pensantes y queriendo dañar al mundo que no ha sido complaciente y ruin para aceptar sus bribonadas, hacen que ellas, las féminas, sean las pagadoras de los platos rotos que su falta de cerebro deja regados por donde sea que pasen. Un ejemplo de este anonimato descarnado es el limbo donde seguramente están las madres, esposas, hermanas, hijas y demás familiares o “quereres” cercanos a los muertos con que la Guardia Nacional pagó la triste experiencia de guerrillas con que “pundonorosamente” nuestra izquierda trato de complacer a sus “dirigentes” internacionales en la década del 60. Nadie, absolutamente nadie, llámese como se llame, Ministerio de la Indefensa, Guardia Nacional, Madres de Mayo, Derechos Humanos, Amnistía Sensacional, Poder Inmoral, o cualquiera de estas paparruchadas que hemos creado para hacernos la vista gorda, nadie ha mencionado para nada a estas féminas que tienen años clamando justicia pues los asesinos de sus seres queridos están a la vista de todos y se jactan de lo que a ellas les infligieron. Iterando, de ellas nadie se acordó ayer. Es que son anónimas como anónima es, siempre, la voz del pueblo. Solo los que se lucran con el dolor ajeno, raza bastarda que se repite y se repite, degenerándose cada vez más, los que hoy tienen nombre. Nadie recuerda a los muertos del porteñazo, ni del carupanázo, ni del 23 de enero, ni del túnel del encanto, ni del 4 de febrero, ni del 27 de febrero, ni del 11 de abril, ni de noviembre, ni de diciembre, etc.,... parece que faltaran meses y sitios para colocar muertos anónimos... los muertos del “proceso”. Y claro, si no nos acordamos de ellos, mucho menos de ellas.

¿Quien en esta patria tiene el derecho de estar por sobre esos muertos? ¿Quien en esta patria esta ausente de responsabilidad por esos muertos? De seguro que “ninguno” de los que aparecen en la pantalla chica predicando milagros.

Y donde estarán esa mujeres que lloraron a esos muertos?”

Publicado el 12/03/04 en el Diario local