2016/02/21

263593.- CAMIULA

Integremial de la ULA expondrá ante la AN crisis del centro de salud

La IU-ULA, conformada por las organizaciones Apula, Siprula y Aeula, constató las vicisitudes que enfrenta el personal de Camiula ante la carencia de insumos médicos y medicinas.

NORA SÁNCHEZ |  EL UNIVERSAL domingo 21 de febrero de 2016  05:05 PM

Mérida.- Luego de una nueva inspección al Centro de Atención Médica Integral de la Universidad de Los Andes (Camiula), representantes de la Intergremial Universitaria (IU-ULA), decidió entregar un informe a la Asamblea Nacional (AN) sobre la crisis que vive el centro de salud.

La IU-ULA, conformada por las organizaciones Apula, Siprula y Aeula, constató las vicisitudes que enfrenta el personal de Camiula ante la carencia de insumos médicos y medicinas.

En ese sentido, el presidente de la Apula, Virgilo Castillo, informó que harán llegar al diputado Enrique Márquez, Vicepresidente de la AN, un informe detallado del deterioro en el servicio de salud, originado por las erradas políticas que en materia económica y en el área especializada tiene el gobierno nacional.

Castillo resaltó que la crisis generalizada que atraviesa el país, ha destruido al sector salud, lo cual le preocupa porque "el Camiula es el principal prestador del servicio de los universitarios, quienes con sueldos precarios no pueden acceder al servicio de salud privado y en el que nos corresponde, no encontramos nada".

Dicho informe será entregado este martes 23 de febrero y sobre el mismo, Adán Colina, Subdirector del Camiula, manifestó tener buenas expectativas ante lo que pueda gestionar el parlamento.

263592.- Creer en brujas???


Eli Bravo: Todo lo que crees, a veces sin saberlo

Mensajepor redaccion_3 » 21 Feb 2016, 06:45
Opinión ND

Siempre están allí. A veces son muy notorias, como un escudo estampado el pecho, y otras, las más frecuentes, escondidas en nuestras palabras y acciones. Nadie escapa a su influencia, y no porque nacemos con ellas sino porque las adquirimos desde muy pequeños. Definen nuestra vida de raíz y según su energía pueden convertirse en alas o en una jaula. Nos resulta fácil aceptarlas si parecieran darnos la razón pero rechazamos aquellas que nos llevan la contraria. Son un dolor de cabeza cuando ignoramos su existencia, pero si nos damos cuenta, si tomamos conciencia, las traemos a la luz para ganar poder sobre ellas.

Estoy hablando de las creencias.

¿Cuáles son las tuyas? Que tu inventario no enumere simplemente las creencias que saltan a la vista, o las que consideras más brillantes y nobles. ¿Qué hay de aquellas que te limitan o te conducen al autoengaño? Esas son las creencias más complejas y que traen mayores problemas

“Nos aferramos a nuestras creencias, incluso cuando estas nos ahogan” dice el filósofo Jules Evans. La frase revela el mayor peligro de las creencias: las sostenemos aún cuando las evidencias nos indican que vamos por mal camino. Con su poder encantador, las creencias más profundas nos llevan a ver las cosas, no como son, sino como nosotros creemos que son o queremos que sean. Así terminan siendo un ancla, que en lugar de estar enredada en los pies, sujetamos fuertemente con ambas manos mientras intentamos nadar. Y aunque nos falte el aire o nos lleve a fondo, no la dejamos ir.

Algunas creencias se siembran en la niñez, tipo “no soy bueno”, “nadie me quiere”, “no es bueno confiar en los demás”. Otras aparecen en el camino: “soy un fracaso”, “nada me sale bien”, “la gente vale por lo que tiene”. Muchas de ellas las abrazamos como una forma de pertenecer al grupo para decir:“mi equipo es el mejor”, “solo mi líder tiene la razón”, “mi gente es superior al resto”. Y por allí sigue el inventario, cada quien con su propio libreto.

Pero, ¿acaso es malo creer en algo?

No, pero hay que explorarlas. En la medida que cultivemos la sabiduría para ver las creencias como lo que son, y sobre todo, para observar el impacto que tienen en nuestra vida y la de los demás, evitamos ser sus rehenes. Porque si abrazar una creencia significa hacernos daño y afectar a otros, ¿no es acaso momento de evaluar si tiene sentido?

Lo complicado es que nuestras creencias parecen siempre verdaderas y las que nos desmienten lucen como simple mentira. Son como velcro y teflón: nuestras creencias se pegan con fuerza y por todas partes encontramos evidencias que las sostienen. Las que rechazamos nos resbalan y no hay prueba suficiente en el mundo para cuestionarlas.

Por eso es tan importante una sabiduría con discernimiento. Por sabiduría no digo conocimiento teórico sino una experiencia de vida amplia que nos permita vivir mejor, estando bien con uno mismo y con los demás. En cuanto al discernimiento, es la capacidad de ver las cosas como realmente son, con apertura, una sana distancia y la disposición a cambiar si la evidencia o la experiencia nos lo indican.

O más sencillo: si quieres nadar, suelta el ancla y comienza a bracear libremente.