2011/04/02

De las cavernas a las cavernas…

Fabián Mozzati

Hola...

“Si alguien se golpea el dedo cada vez que quiere clavar un clavo, o es un masoquista que se maltrata a sí mismo... o tiene una discapacidad de aprendizaje.”
”En el nivel personal, "vivir la vida" es como suscribirse a una sucesión de pequeños cursos que no podemos abandonar. Si no aprendemos la lección que nos dan (se trate de romance; ascensos en la carrera; acuerdos comerciales; crianza de niños, o cualquier otra cosa) los mismos hechos volverán a suceder y habrá que repetir el curso. Gran parte de la frustración y la desdicha, supone el fracaso en uno -o más- de los pequeños cursos de la vida... y la obligación de repetirlos.”
“Lo mismo se aplica a las organizaciones. Aquellas que sólo pueden identificar sus errores después de haberlos cometido (y son incapaces de imaginar modos de no volver a cometerlos) están atrapadas, para siempre, en un nivel primitivo de existencia.”

Fabián Mozzati es Director del Club de la Efectividad y nos tiene acostumbrados a sus editoriales que, gracias al Creador, son gotas de agua que llenan el vaso… Si Usted lee las noticias del día, dondequiera que se encuentre, observará que estamos ante el lugar común de la negación de nuestra humanidad. hemos perdido el libre albedrio grupal y ahora somos pasto fácil para “grandes ideas políticas” que nos dejan colar y que no filtramos pues ya, como animales de costumbres fáciles, no nos interesa verificar y es mas sencillo dejar hacer y dejar pasar que, como debería ser, levantar la cabeza y con valor enfrentarlas, a todo trance. Nos parece digno de alabanza el que cualquiera se meta la chequera en el bolsillo y salga a comprar voluntades, nos parece normal, positivo, digno de los mayores elogios, el que, ante la chequera milagrosa, nos entreguemos porque… es un sueño político. ¿Y donde están los ideales que hicieron de nosotros un pueblo con Patria?. ¿Y donde esta el valor que hemos tenido por siglos para enfrentarnos a la barbarie?. Tal como escribe Fabián Mozzati, volvemos a un nivel primitivo de existencia como conglomerado humano y aceptamos que nos prostituyan, a nosotros y a todo cuanto  nos ha dado Libertad y Patria.

Mucho me complace ser parte, tal como dijo la hormiga, de esta fecunda idea del Club de la Efectividad, es una escuela con todas sus letras en mayúscula.