2012/09/01

7718.-Evangelio del poschavismo

RICARDO COMBELLAS| EL UNIVERSAL

sábado 1 de septiembre de 2012 12:00 AM

1. Abandonaré el odio. Los venezolanos, mis compatriotas, nunca más serán mis enemigos. Todos tenemos el derecho de vivir en esta hermosa tierra. Respetaré a mis conciudadanos y seré tolerante con ellos, a si difieran de mis opiniones, de mis puntos de vista.
2. Seré sensible al sufrimiento ajeno. Procuraré, en lo que esté a mi alcance, por solidarizarme con el prójimo en el cumplimiento del postulado de que todos tenemos derechos a una existencia digna, a la satisfacción de las más elementales necesidades para sobrellevar con entereza la vida.
3. La democracia es una forma de vida que se sostiene en el respeto de nuestras libertades. Me mentalizaré con esta frase: la libertad es siempre la libertad para los que piensan diferente.
4. No confiaré nunca más en líderes predestinados. Mil veces mejor es el gobierno de las leyes que el gobierno de los hombres.
5. Despreciaré la "viveza criolla" y daré ejemplo de civismo. Mis valores públicos serán de ahora en adelante la honradez, el servicio, la verdad, la trasparencia y la dignidad ante la vida.
6. El Gobierno y la administración pública dejarán de ser un botín. Más nunca el bien público se convertirá en bien privado. La corrupción carcome la confianza pública y deslegitima los gobiernos, pero algo mucho más grave, carcome el alma y la envilece.
7. El Estado dejará de ser un refugio privilegiado de pocos que se solazan con el abuso del poder. Estará ahora al servicio del bien común, del interés de la comunidad, no del disfrute de los privilegios de la nueva clase de políticos y burócratas que se apoderaron del poder y lo pusieron al servicio de sus intereses egoístas.
8. Con el poder siempre seré receloso, no olvidaré nunca su veta corruptora. Evitaré sus tentaciones de codicia y apego enajenante. Haré de la frase de Bolívar una oración: "nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle, y él a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía".
9. Aprenderé a perdonar. Diré con Jorge Luis Borges: "no odies a tu enemigo, porque si lo haces, eres de algún modo su esclavo. Tu odio nunca será mejor que tu paz".
10. Tendré la sabiduría de saber pasar la página y de no abrigar nostalgia del pasado. Los muertos que entierren a sus muertos. Compadécete de los que no han aprendido nada ni han olvidado nada. Ayúdalos a vivir de nuevo en el esperanzador mundo del porvenir.
11. Gobernar es servir no envilecer al prójimo. Sus recursos serán para la educación, para la salud, para la seguridad de los ciudadanos. Diré no al militarismo y al armamentismo inútil al servicio de la guerra y adversario de la paz.
12. Tendré mayor conciencia de mis derechos pero también de mis deberes. Procuraré conducirme con amor. Amor a mis semejantes, también amor a mi patria y seré fraterno y solidario con todos los habitantes del planeta Tierra.
ricardojcombellas@gmail.com

 

RICARDO COMBELLAS

Venezolano. Abogado, Universidad Central de Venezuela (1969). Doctor en Ciencias Políticas, UCV.

Estudios de Postgrado en Ciencias Políticas en la Universidad de Munich, Alemania.

Profesor Titular (Catedrático) Universidad Central de Venezuela (UCV). Director de la Escuela de Estudios Políticos, UCV. Director del Instituto de Estudios Políticos, UCV.

Vicepresidente del Centro Latinoamericano de Administración para el desarrollo, CLAD (1994-1998).

Asesor de la Comisión Bicameral de Revisión Constitucional del Congreso de la República (1989-1992).

Miembro de la Sociedad Bolivariana de Venezuela.

Presidente de la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado, COPRE (1994-1999).

Director Ejecutivo de la Comisión Presidencial Constituyente (1999).

Representante Electo ante la Asamblea Nacional Constituyente (1999).

Director del Doctorado en Ciencias Políticas, UCV (2000-2003).

Presidente Honorario de la Asociación Venezolana de Derecho Constitucional.

Autor de más de cien publicaciones, entre las que destacan las siguientes:

- Una Constitución para el Futuro.

- Copei. Ideología y Liderazgo.

- Poder Constituyente.

- Venezuela en la Encrucijada.

- Estado de Derecho. Crisis y Renovación.

- Derecho Constitucional.

7717.- Tragedia en Amuay

Basta ya de escenas dantescas y de ser mendigos de la generosidad populista

MONS. BALTAZAR PORRAS| EL UNIVERSAL

sábado 1 de septiembre de 2012 12:00 AM

La tragedia de la explosión en la Refinería de Amuay estremece las fibras más sensibles de todos los venezolanos. Son tantas las muertes, muchas más de los que reportan las cifras oficiales, por boca de los propios habitantes de la Península que exigen una respuesta satisfactoria que no puede ser, simplemente, que son cosas que pueden suceder. Igualmente, los heridos, damnificados y la población toda que sufre las angustias y penurias de una situación incierta, necesitan respuestas esperanzadoras y reales que sirvan de bálsamo para seguir viviendo sin la espada de una próxima catástrofe que pudo ser evitada.
Una primera exigencia de solidaridad es la oración, la cercanía afectiva y efectiva, la colaboración que debería ser de todos, y no sesgada por la actitud miope de que sólo el Gobierno sea el único protagonista que quiera sacarle partido a una desgracia de la que es el primer responsable. Son muchas las llamadas que recibimos en la Iglesia señalando la indignación por la falta de información veraz, por impedir que otros medios que no sean los oficiales se hagan presentes y por la respuesta cínica de algunas instituciones oficiales que deberían actuar "de oficio", sin que se permita la colaboración de tantos entes capacitados para echar una mano con competencia.
El primer llamado es a que todos ejerzamos positivamente la condición de ciudadanos y creyentes. En la vida hay que optar por caminos de paz y convivencia por el ejercicio de los derechos ciudadanos. Se eligen gobiernos no para que prometan el futuro sino para que construyan el presente. Obras son amores, no buenas razones. Basta ya de escenas dantescas como la de Amuay, la de las cárceles y la de ser mendigos de la generosidad populista. Es necesario trabajar para ser adultos, libres con sentido de fraternidad y justicia.
faustih@hotmail.com

7716.- Yanomami

Rayma