2010/03/06

A propósito del ultimo e-mail (Saladino)

De nuevo estoy leyendo esto...

Como anda todo?   Espero que sea mejor... acá en casa saben que no tomo medicinas si no es por mandato divino... ya tengo desde el 1988 caminando a más no poder y eso me ha conservado...

Me dicen que soy un adicto a las caminatas y eso no lo pongo en duda... las caminatas me dan paz y tranquilidad, me ponen a pensar en mi gente con ojos de marino ausente y, eso no es malo, porque me ayuda a comprender a cada uno y me hace desear con cada vez mayor fuerza el retornar a su lado para entregarles lo que quede en mí, eso no es malo...

Me dicen que regreso flaco y macilento, sin embargo, aun no he regresado con menos de 60Kgs. Y fue causado por un bajón, no de la glucosa o del potasio, sino del dinerillo que no portaba…

Me he asegurado de adquirir el respectivo seguro de hospitalización, y cirugía, y maletas extraviadas, y aviones demorados, y demás fruslerías acordes con el tema, al extremo de incluir viajes de personas a buscar mis despojos y otras tonterías “ad hoc”.

Una de mis mas grandes alegrías ha sido siempre la del regreso después de cada caminata… volver a verles, rejuvenecidos tras el paréntesis, con los bríos renovados, con la fe rediviva, con las esperanzas latiendo como si fuese la primera vez… eso no tiene precio… eso no lo paga la tarjeta de crédito…

Recordemos a Will con su manguera en el cuello, al Brigadier Brasileño y su operación de corazón abierto y su esposa correteando a su lado, cuidándolo de la buena y saludable vida del caminante. Recordemos a Virginia y sus 88 años y ella recorriendo la Plaza dos Obreiros… de rodillas, dejando su sangre en el pavimento. Recordemos las placas alusivas a tantos caminantes que sufrieron percances en el camino. Su fortaleza está con nosotros, nos anima, nos guía, son el rompehielos que va delante, indicándonos el camino, esa estrella del oeste que nos llama hacia Compostela.

Cada paso que hemos dado nos ha dejado una enseñanza y, como somos tan jovencitos, ya tenemos una enciclopedia de muchos volúmenes. Claro que en tu casa te conocen mejor que yo, pero aun así, soy testigo de excepción en cuanto a tus procederes en el camino por lo que estoy completamente seguro que no te forzaras más de lo normal. Y que es lo normal? Lo de siempre… los mismos kilómetros que hemos planificado por años, los que nos han servido de patrón de entrenamiento, los que hemos programado para poder dormir en casa de fulano y fulano y fulano y, etc.. Etc.. Y si es que algo somos… es que somos metódicos.

Así que, Compañero Caminante, tranquiliza a la familia y al Doctor, háblales de la voluntad del Señor y recuérdales que El tiene su tiempo y que nosotros estamos cumpliendo el dicho de que a Dios rogando y con el mazo dando. Y si es que cada paso nos da más vida, en este camino del 2010, estaremos haciendo unos 1000 kilómetros lo que, a nuestro promedio de paso de 75 centímetros, nos dice que daremos 1.333.333 pasos para llegar a Compostela.

Eso es Ejercicio para un corazón. Ejemplo para generaciones futuras. Imborrable recuerdo del poder de la voluntad, del esfuerzo concentrado, del optimismo creativo de la raza humana. Santa María de Eunate nos espera y en sus 33 arcos portales daremos gracias por estar allí.

ULTREYA SALADINO… Este año jubilar lo compartiremos con alegría, estaremos haciendo una nueva página de la historia familiar y retornaremos, con el favor de Dios, “sin un rasguño”.

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