2013/04/22

7936.- CAMIULA

  1. De donde vienes y adonde vas... solo eres un instante en el camino... no te creas el dueño del destino... eres lo que fuiste y lo que seras...
    Ataque al CAMIULA del 16/04/2013.

    La sensación que tuve esta mañana al inspeccionar nuestras instalaciones
    destrozadas fue de impotencia y desasosiego.

    Sin embargo, lo verdaderamente fuerte vino luego, al escuchar los relatos ... de algunos testigos/víctimas de los hechos de barbarie ejecutados por grupos paramilitares, quienes sin el más mínimo sentido humano, asediaron, atacaron, persiguieron, golpearon y dispararon a unos 400 ciudadanos dentro de nuestro centro de salud universitario. A las personas se les arrodilló en el suelo para luego propinarle palizas, a punta de patadas y con las cachas de las armas.


    La policía estaba a unos 50 metros de nuestras instalaciones y la Guardia Nacional Bolivariana a menos de 30 metros, ninguno de los dos cuerpos hizo absolutamente nada ante el incivilizado ataque a nuestro centro de salud público. Los vecinos de la zona, desesperados ante tal acción y al escuchar los gritos de socorro provenientes de los ciudadanos asediados en CAMIULA, reclamaban a los cuerpos de seguridad su inacción.

    Esta situación se mantuvo por más de dos horas, antes de que algún cuerpo del orden público actuara.

    Es importante recalcar que el ataque a una instalación de salud pública está penada no sólo por leyes nacionales, sino además por leyes internacionales, donde además está catalogado como un crimen de lesa humanidad, que no prescribe en el tiempo. No podemos imaginar la razón que los detuvo para actuar contra un ataque de esta naturaleza, habida cuenta que los cuerpos de seguridad reciben entrenamiento en estos temas, por ser de su competencia.
    Un comentario de una de las víctimas sobre lo anterior: "no es de humanos ver un ataque de esta naturaleza y no reaccionar en contra".

    Los daños físicos a nuestras instalaciones del CAMIULA se pueden resolver con resursos, por demás escasos, pero posibles.

    Por otro lado, los daños psicológicos causados en más de 400 ciudadanos, por tan salvaje acto inhumano, han sido graves, muy graves y resolverlos depende de la condición de cada una de las víctimas. Pacientes en consulta y hospitalizados, personal médico y asistencial, personal administrativo y obrero y público en general incluyendo menores de edad, han resultado víctimas de una acción salvaje y sin precedentes en nuestra historia.

    Se escribe hoy una de las páginas más oscuras de la violencia en Venezuela, con situaciones propias de una guerra sin cuartel, que desdice mucho al género humano.

    En Mérida a 17 de abril de 2013

    Argimiro Castillo Gandica
    Decano
    Facultad de Arquitectura y Diseño
    Universidad de Los Andes 

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