2014/04/04

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PISA (2013): El examen más importante del mundo…

BBC, Lunes, 2 de diciembre de 2013

Un alumno atiende a la lección impartida en vivo por una astronauta china desde el espacio.

“La educación que reciba hoy, será su economía mañana”, dice Andreas Schleicher de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), quien se ha convertido en una de las figuras más influyentes del mundo en materia de educación.
Los estándares actuales de la educación en todo el mundo se darán a conocer esta semana, cuando se publiquen los resultados del Programa de la OCDE para la evaluación internacional de estudiantes, mejor conocido como PISA, por sus siglás en inglés.
De estas largas pruebas, que se realizan cada tres años, se obtienen los rankings internacionales de educación para más de 60 países y decenas de administraciones regionales, con base en las pruebas de lectura, matemáticas y ciencias tomadas por más de 500.000 estudiantes de 15 años de edad.
Y en el futuro podrían volverse aún más grandes, asegura Schleicher, quien también quiere desarrollar un ranking de la OCDE para las universidades.
La liga global
En un mundo globalizado las comparaciones con otros países son clave, dicen los especialistas.
Esta última copa mundial de estándares escolares revelará si los sistemas de Asia, como el de Shanghái en China o el de Singapur y Corea del Sur, siguen siendo triunfadores mundiales.
Y, ¿será que las tradicionales potencias occidentales, como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, seguirán atrapadas en la categoría “deben hacerlo mejor”?
¿Cuál es el objetivo de estos cálculos?
Schleicher, a quien ahora citan los ministros de Educación, dice que la idea comenzó en la década de 1990 cuando se reconoció que los gobiernos estaban siendo comparados por la cantidad de dinero que invertían en educación y no por sus niveles de éxito.
Entonces, la idea se puso en marcha y alumnos de distintos países tomaron lápiz y papel para realizar pruebas en materias básicas.
Y se eligió el nombre de PISA, no por ningún vínculo con la ciudad italiana, sino porque era el acrónimo del nombre de la prueba en inglés y francés (Programme for International Student Assessment - Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos).
Shanghái se destacó en las pruebas PISA 2009.
Competitividad
Para Schleicher, en un mundo globalizado las comparaciones con otros países son clave y ello aplica tanto en la educación como en la economía.
“La competitividad de un país y sus perspectivas de empleo individuales están muy influenciadas por lo que ocurre en otros lugares”, le dice a la BBC.
“En una economía global, las mejoras respecto a los estándares nacionales no son una medida del éxito. Se compite a nivel mundial”.
Confiar solamente en los exámenes nacionales, en los que las calificaciones parecen mejorar, es perjudicar a los jóvenes, argumenta.
“Es como decirle a un estudiante que está en situación de desventaja en su salón de clases, ‘no importa cómo se compare tu desempeño con el de otras escuelas, te voy a calificar con una buena nota porque estás haciendo lo mejor que puedes’”.
“Eso es muy bonito, pero cuando el estudiante salga al mercado laboral se chocará con la realidad”.
“Es muy importante saber qué tan preparados están los estudiantes para funcionar en una economía global”.
Crudas revelaciones
El Departamento de Educación de EE.UU. tuvo que enfrentar críticas por los resultados de PISA.

El examen de PISA, que puede acabar con la idea de que todo está mejorando, no tiene muchos amigos.
La primera víctima del “PISA shock” fue Alemania, el país de Schleicher, que había cultivado la imagen de tener un sistema de alto rendimiento educativo.
Los resultados del año 2000 indicaron que el sistema no era bueno sino mediocre y eso generó una gran controversia. Un diario alemán describió la experiencia como un “desastre instructivo”.
Entre las revelaciones más crudas también se encuentra el deterioro del sistema escolar estadounidense. La que solía ser una superpotencia educativa se quedó atrás y ha sido superada por muchos otros países, de Asia sobre todo.
Schleicher recuerda que el gobierno de EE.UU. estaba profundamente insatisfecho con los resultados de 2006 y que incluso trató de presionar a la OCDE.
El político estadounidense que intervino para defender la importancia de la publicación de los resultados fue Ted Kennedy, señala Schleicher.
Kennedy, que presidió el comité del Senado sobre educación, se convirtió en un gran apoyo para el proyecto PISA.
“El senador Kennedy me salvó la vida en la OCDE”, dice.
El curioso caso de Italia
En Italia, los resultados de 2009 revelaron otra debilidad oculta. Aunque las mejores notas de los exámenes nacionales se distribuyeron uniformemente en todo el país, las pruebas PISA mostraron que los alumnos del norte tenían un desempeño superior.
Esto quiere decir que era mucho más fácil conseguir buenas notas en el sur de Italia y ello representaba una “injusticia increíble”, pues los empleos públicos dependían de dichas calificaciones.
Sin la medición externa de PISA, tales problemas continuarían siendo invisibles.
Sin embargo, hay otros críticos que advierten sobre el impacto de la limitada visión de PISA, que clasifica a los sistemas escolares con un número muy restringido de medidas.
El influyente profesor inglés, Anthony Seldon, cree que los gobiernos están “cada vez más fascinados y deslumbrados” por las pruebas PISA.
“Sin embargo, estas pruebas son defectuosas y su impacto es profundamente dañino para los jóvenes”, opina, en conversación con la BBC.
Andreas Schleicher quiere extender el ranking de la OCDE a la educación superior.

La rebelión de Asia
Las pruebas también han puesto en evidencia el rostro cambiante del mundo de la educación. PISA ha registrado el surgimiento y auge de países y ciudades de Asia, como Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y Shanghái, en donde la inversión en educación es vista como una manera de acelerar los avances de sus economías.
Pero, ¿cómo pueden ser realmente justas las comparaciones internacionales de los estándares de educación? ¿Tiene algún sentido comparar a países tan distintos como Finlandia, Perú y Vietnam?
Schleicher es un sólido defensor de tales comparaciones, diciendo que aunque sean justas o no, los jóvenes de todos los países están compitiendo entre sí en una economía globalizada. Las habilidades que aprendan serán muy importantes para su vida.
Clase de 2013: Casi siete millones de estudiantes chinos se graduaron este verano.

“No se trata de la élite, los pobres son quienes se ven afectados por la globalización, son ellos los que van a perder sus puestos de trabajo porque no se están manteniendo al día con las habilidades del otro lado del mundo”.
En cuanto a la metodología, los resultados de las pruebas se basan en una muestra representativa de alrededor de 5.000 alumnos de cada sistema escolar, que es supervisada por la OCDE. Algunas muestras tienen números más grandes: 12.000 en el Reino Unido y 38.000 en Italia, por ejemplo.
Las pruebas, diseñadas por investigadores australianos, deben tener preguntas culturalmente neutrales, que sean tan relevantes en Túnez como en Estonia.
Los nuevos resultados también proporcionarán una imagen mucho más detallada de las diferencias regionales. Se mostrará cómo el estado de Massachusetts en Estados Unidos o cómo una región de España o Italia se habrían desempeñado si hubieran sido clasificados como un país.
Y ésta no es sólo una gigantesca fiesta de datos. Hay un propósito humano de todo esto, dice Schleicher.
Estos exámenes muestran las deficiencias en algunas habilidades básicas que necesitan los jóvenes. Y si estos chicos abandonan la escuela sin estas destrezas, “ese vacío será muy difícil de solucionar a posteriori”.
“En EE.UU. todo el sistema se deterioró. En Europa hay 80 millones de personas que no saben leer mejor que un niño de 10 años de edad”.
“¿Qué hacer con esta gente? Ese es el verdadero reto. Los países con buenos sistemas escolares tienen grandes activos”.

¿Cómo les fue a los países de América Latina en la prueba Pisa?


Una confirmación y mil preguntas.
Una vez más, como se esperaba, los países asiáticos ocupan los primeros puestos del informe Pisa 2013, que compara el nivel educativo de cerca de medio millón de adolescentes de 15 años en 65 países, y fue divulgado este martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
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El Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes, más conocido como Pisa (por sus siglas en inglés), comparó resultados en las 34 naciones de la OCDE y en otros 31 países, que representan en conjunto cerca del 80% de la población mundial.
Los diez mejores
Shanghái (613 puntos)
Singapur (573)
Hong Kong (561)
Taipei (560)
Corea del Sur (554)
Macao (538)
Japón (536)
Liechtenstein (535)
Suiza (531)
Holanda (523)
El gran interrogante para América Latina es dónde residen los múltiples factores detrás del mal desempeño de las naciones de la región que ocupan algunos de los peores lugares en la lista.
El primer puesto es ocupado por Shanghái, principal ciudad de china con más de 20 millones de habitantes, con 613 puntos, 119 puntos por encima del promedio de conocimiento que fija Pisa, de 494 puntos.
En segundo lugar se sitúa Singapur (573 puntos), seguido de Hong Kong (561), Taipei (560), Corea del Sur (554), Macao (538) yJapón (536). Completan la nómina de los diez primeros Liechtenstein (535), Suiza (531) yHolanda (523).
La mayoría de los resultados provienen de países, pero en el caso de China los puntajes se calcularon por ciudades o regiones seleccionadas. La OCDE dijo que espera disponer en la próxima lista de más información para colocar a China en su conjunto.
En el informe, que cubre el período 2003 a 2012, España ocupa el lugar número 33 de la lista con 484 puntos , y entre los últimos puestos estánChile (lugar 51 con 423 puntos), México (lugar 53 con 413 puntos),Uruguay (puesto 55 con 409 puntos) y Argentina (lugar 59 con 388 puntos). Colombia se ubica en el lugar 62, con 376 puntos, y Perú en el último sitio de la lista, el número 65, con 368 puntos.
En la mitad del listado siguen figurando varios países industrializados como Reino Unido, Francia y Noruega. Finlandia bajó su puntaje en las tres disciplinas consideradas, pero sigue entre los 12 primeros.
“Estancamiento educativo”
Entre los peores
Chile (lugar 51 con 423 puntos)
México (lugar 53 con 413 puntos)
Uruguay (puesto 55 con 409 puntos)
Costa Rica (lugar 56 con 407 puntos)
Brasil (lugar 58 con 391 puntos)
Argentina (lugar 59 con 388 puntos)
Colombia (lugar 62, con 376 puntos)
Perú (último puesto, lugar 65 con 368 puntos)
El informe es elaborado a partir de pruebas de matemáticas, lengua y ciencias hechas a más de 510.000 estudiantes.
La prueba ayuda los países a medir “lo que saben los estudiantes y lo que pueden hacer con sus conocimientos”, según dijo al presentar el documento en Londres Andreas Schleicher, asesor especial del secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
Schleicher afirmó que “las comparaciones internacionales no son siempre fáciles y no son perfectas”, pero aseguró que la lista ayuda a los países a conocer los progresos conseguidos en otras naciones y a preparar a los niños de cara a un “futuro con éxito”.
Las reacciones a la nueva lista no se hicieron esperar.
Vietnam, que participa en las pruebas por primera vez, obtuvo mejores resultados en ciencia y matemáticas que Estados Unidos.
El secretario de Educación estadounidense, Arne Duncan, describió a los resultados como “un retrato del estancamiento educativo”.
“Debemos invertir en educación inicial, subir los estándares académicos, hacer que la Universidad sea más accesible para quienes tienen menos recursos y hacer más para reclutar y retener educadores de alto nivel”, agregó.
Reacciones en América Latina
Shanghái, el mejor según el informe Pisa.

En Uruguay, que obtuvo los peores resultados desde que adhirió al plan internacional hace una década, el informe culmina lo que los medios describen como “un año muy negativo para la educación pública”, caracterizado por paros docentes y altas cifras de repetición que en algunos colegios secundarios alcanzaron más del 57,4% de alumnos no promovidos.
El informe menciona a Brasil y Chile entre los países que mostraron una mejoría en su desempeño en el período estudiado.
Chile está 190 puntos por debajo de Shanghái, lo que implica, según algunos medios, que los alumnos chinos están tres años avanzados en comparación con sus pares.
Juan Pablo Valenzuela, académico del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, dijo a la prensa local que el país “se demoraría más de 35 años en cerrar la brecha con el resto de los países de la organización, es decir, requeriríamos dos generaciones completas”.
El informe señala que los países con mejores resultados ponen énfasis en la selección de los maestros y facilitan la autonomía de los docentes.
El documento también destaca que los escolares “cuyos padres tienen importantes expectativas para su futuro suelen rendir mejor, se sienten más seguros y motivados en la clase”.
Colegios pagados superan a la OCDE y municipales quedan bajo el índice regional
CHILE: Resultados de la Prueba PISA reafirman profundo clasismo y segregación del sistema educacional chileno
Por primera vez, Chile lideró el ranking a nivel latinoamericano, en lo que respecta a las notas obtenidas en la Prueba PISA que mide conocimientos de alumnos de 15 años en tres áreas. Sin embargo, las cifras dejaron de manifiesto tremendas diferencias entre estudiantes de establecimientos municipales, particulares subvencionados y privados. La ministra Schmidt reconoció la necesidad de “poner el foco en los alumnos más vulnerables”.

Prometedores fueron los resultados que Chile obtuvo en la Prueba PISA, estudio internacional que fue aplicado en 2012 a los escolares de 15 años de 35 países miembros de la OCDE y otras 31 naciones. Los resultados de la prueba fueron dados a conocer este martes y celebrados por las autoridades. “Por primera vez nuestro país alcanzó el primer lugar a nivel de Latinoamérica, evidenciando mejora”, destacó Sebastián Izquierdo, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad. Sin embargo, señaló que “aún estamos a dos promedios de los países OCDE, así que tenemos desafíos muy importantes tanto en equidad como en calidad”.

En Matemáticas, Chile logró 423 puntos, 26 más que el promedio regional aunque 71 menos que el promedio OCDE. En Lectura, se logró 441 puntos, 28 más que el resto de Latinoamérica, mientras los miembros de la OCDE promediaron 496. Por último, en Ciencias, nuestro país alcanzó 445 puntos, 56 bajo el promedio de los países desarrollados pero 34 sobre los latinoamericanos.

Más allá de estas primeras observaciones, un análisis más en extenso de los resultados de la Prueba PISA pone de manifiesto la importante brecha que existe entre la educación privada y la pública. Según consigna el diario La Segunda, desde la Agencia de Calidad apuntaron a que existe una relación directa entre los resultados y la dependencia administrativa de los colegios de los alumnos evaluados. A esto hay que agregar “las características socioeconómicas”, agregó Izquierdo.
Esto queda en evidencia al observar de cerca las cifras. En Matemáticas, los colegios municipales promediaron los 391 puntos; los particulares subvencionados 430; y los pagados 518 puntos. Esto significa que los primeros quedaron debajo del promedio latinoamericano (397); los segundos, apenas por sobre el promedio chileno (423); y los últimos, muy por encima del promedio OCDE (494).
De igual forma, en Lectura, los municipales sacaron 412 (como el resto de los países latinoamericanos); los subvencionados (449), por sobre el promedio nacional (445); y los privados, 522 puntos (superando el promedio OCDE de 496).
El fenómeno se repite en el caso de la prueba de Ciencias. Los municipales lograron los 414 puntos, superando así el nivel latinoamericano (411); los subvencionados alcanzaron los 453, pasando el promedio chileno de 445; y los pagados alcanzaron los 529 puntos, superando también el promedio OCDE.
“Los municipales están bajo o muy cerca del promedio latinoamericano, los subvencionados sobrepasan el nivel país y los pagados superan los promedios de los países OCDE. El desafío es acordar esa distancia”, señaló Izquierdo.
Al respecto, la ministra de Educación, Carolina Schmidt, afirmó que “tenemos que poner especial esfuerzo y el foco en los alumnos más vulnerables para poder nivelar hacia arriba. En todas partes del mundo existen brechas por nivel socioeconómico, pero en Chile es demasiado alto”.

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