2016/01/20

263508.- Bernardo Celis Parra...ANDIGENA!!!

De las contrariedades de la vida

ANTONIO JOSÉ MONAGAS |  EL UNIVERSAL miércoles 20 de enero de 2016  12:00 AM

(In memoriam a mi apreciado amigo Dr. Bernardo Celis Parra)

En verdad que el hombre no es más que una menudencia frente al tiempo. Mucho más, ante el universo. La vida parece semejarse a un instante. O quizás, es como un sueño. Sólo que la rebeldía propia del ser humano, por validar su presencia, persiste al resistirse ante la vida misma. Por eso, se ve obligado a crear, actuar, escribir, amar, luchar y reflexionar. Pero, sobre todo, a reproducirse para prolongarse en el tiempo y asentir que su procedencia y ascendencia es a imagen y semejanza del Padre de los Tiempos y de la Naturaleza Cósmica. La Biblia refiere tan hermoso hecho al hacer ver que luego de crear Dios al hombre, siguió creando el universo. Pero mediante las manos, el cerebro y el corazón del hombre. Por eso, lo preparó para dominar las fuerzas de la producción y organizar la sociedad para que todos tuvieran pan y cultura.

Sin embargo, en todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, no es difícil observar que por todos lados hay obstáculos. Obstáculos de distinto tamaño y forma, muchos de los cuales no pueden librarse sin que de ellos surjan otros. Pero hay algunos que se justifican, pues incitan oportunidades que permiten demostrar las capacidades suficientes para dejar al descubierto el sentido de humanidad que vive en todo hombre. Aunque también se tienen fracasos por cuanto son los momentos que mejor enseñan a avanzar, a pesar de las contingencias.

Cuando así ocurre la vida, los miedos trascienden en vano. Dejará de necesitarse mil objetos o mil elogios, pues la persona habrá sabido superar etapas dominadas por el egoísmo, o la envidia que muchas veces apenas sirven para enfrentarse consigo mismo. Sabrá cuál es la verdadera justicia. Sabrá que el sufrimiento es, por ratos, compañero de vida. Aprenderá que la vida es una batalla donde no hay ganadores ni perdedores. Que las contrariedades están por doquier. Pero comprender estas vicisitudes, es lo que en verdad cuesta lograr. Es la lección que no muchos alcanzan a entender.

Un ejemplo que bien valida lo que envuelve el concepto de vida, lo constituye el recorrido que por este mundo tuvo Bernardo Celis Parra. Logró que sus contrariedades se convirtieran en las fuerzas que impulsaran sus decisiones, tanto como que los inconvenientes sirvieran para ensanchar su visual ante las posibilidades de salir airoso de cada compromiso. Desde las que adquirió como dirigente político, gobernador, senador, hasta las que alcanzó como dirigente empresarial.

Bernardo Celis, transformó cada segmento de su vida en procesos de afirmación de ideas. Así, supo armarse del coraje necesario del cual se valió para concebir las tantas razones que motivaron cada emprendimiento trazado. Se permitió buscar respuestas entre las dificultades, pues advirtió que en medio de esas mismas dificultades, gravitaban las oportunidades entre las cuales sembraría la semilla de un éxito equivalente. Caminar entre pedruscos hizo que valorara la tormenta, tanto como el rocío de la mañana.

Así entendió que la vida no pararía pese a los problemas. Quizás el retiro de tanto sacudón que había funcionado como motivación de su vida política y empresarial, le permitió luego reconocer que su biblioteca era el paraíso terrenal que la literatura indicaba. Por eso su vida logró convertirla en un mágico mundo donde los libros se masticaban y digerían. Sería eso lo que animó a Bernardo Celis Parra a transmutar el curso de su vida prefiriendo escribir libros que ya habían comenzado a hablar desde su pensamiento y desde sus sueños. Pero también, desde el camino andado por el que atravesó, a pesar de las contrariedades de la vida.

Dr. Bernardo Celis Parra, Q.E.P.D.

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