2012/01/18

EL QUE PERDIÓ EL BURRO

clip_image002

 

Nasrudín andaba por el pueblo diciendo:

- He perdido la mula, he perdido la mula, estoy desesperado, ya no puedo vivir.

- No puedo vivir si no encuentro mi mula.

- Aquel que encuentre mi mula va a recibir como recompensa….mi mula.

Y la gente a su paso le gritaba:

- Estás loco, totalmente loco, ¿estas desesperado porque perdiste la mula y ofreces como recompensa la propia mula?

Y él contesta:

- Sí, porque a mí me molesta no tenerla, pero mucho más me molesta…haberla perdido.

Porque el dolor de la pérdida no tiene tanto que ver con el no tener, como con la situación concreta del mal manejo de mi impotencia, con lo que el afuera se ha quedado, con esa carencia de algo que yo, por el momento al menos, no hubiera querido que se llevara.

Conceder mucho más de lo que estoy dispuesto a dar. Quizás en el fondo yo nunca quiero desprenderme totalmente de nada, y la vivencia de lo perdido es tema del “ya no más”. Un “ya no más” impuesto, que no depende de mi decisión ni de mi capacidad”.

Y exactamente esto nos ocurre a todos alguna vez en la vida. No importa si lo que teníamos era lo que deseábamos, basta con que lo perdamos por causas ajenas a nuestra voluntad, para que lo deseemos recuperar con todas nuestras fuerzas. Cuanto mas se aleje de nuestro alcance, mas y mas lo desearemos. Yo he vivido ambas situaciones… me ha tocado ser burro que se pierde por falta de atención… y luego es reclamado. También he perdido un burro que no me sirve para nada, y a pesar de eso ando como loca buscándolo.

Creo que todos hemos sido Nasrudín alguna vez en la vida, ¿verdad?

!!Pero que difícil es darnos cuenta!!

Tomado del libro: “El Camino de las Lágrimas” ***Jorge Bucay***

 

Gracias a Sonia por el envío…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su tiempo. Por favor, deje su email y le contestare en privado. Gracias