2016/04/10

236650.- El ser que dejó de serlo...


Hace un año publiqué en Facebook esta cuartilla referente al repetitivo pensamiento sobre la actitud de las personas ante las consecuencias naturales del paso de los años ...  ¿Como ajustarnos a esa realidad sin cambiar el ritmo de vida de los demás integrantes de la familia?
Los comentarios de los amigos y la familia fueron muchos y muy variados... Hoy, el Facebook publíca algunos de ellos y, tengo que agradecer a Dios, en privado y en público, la suerte de haberlos conocido y contar con su amistad y cariño... tantos gratos momentos, tantos sabios consejos, tanto apoyo incondicional; quisiera tener la capacidad de expresarles mi agradecimiento...

El ser que dejó de serlo...
Como llegar al final del camino sin molestar a nadie, sin necesitar a nadie, sin que nadie tenga que hacer por mi lo que ya mis fuerzas no me permitan?...
Pasas la vida trabajando, buscando soluciones para mantener a la familia, siempre listo para servir a los demás... y, de pronto, por esas cosas del destino, una arteria falla, un coagulo aparece, el alemán que se acerca, el vehículo que te atropella, la arruga de la alfombra que se atraviesa, el camino que se cruza con el de los ladrones, la escalera que se desliza... y quedas allí, de espaldas y mirando al techo, incapaz de llevarte la comida a los labios... la mente, errática o segura, comienza su peregrinar despidiéndose de todo lo conocido... ya no son tus piernas que se acalambran por el esfuerzo, ya no hay esfuerzo y se acalambran tal vez como recuerdo de mejores días...
¿Que hacer entonces para terminar de vivir, sin molestar a quienes a tu lado te han dado lo mejor de cada uno durante “toda la vida” y, tal vez, ya están tan cansados como Tu?
¿Que hacer para no ser una carga?
Las múltiples respuestas, las opciones, los caminos, dependen de tantas variables, que abordar el tema se hace cuesta arriba...
La trillada y extraordinaria frase de los Scouts,"slpsald", toma una dimensión magnifica cuando, llegado este momento crucial, te vez en la posición de ser quien requiere el servicio, quien no se puede negar a que le ayuden a resolver sus necesidades básicas, quien no recuerda, quien no coordina tiempo y espacio, quien ha cambiado su modo de ser y se hace inaguantable (o peor que antes).
Mucho se puede ganar si desde el inicio de la vida somos personas tratables, amables, llevaderas, seres queridos... pero, es difícil que todos lo seamos y así, como dice el dicho, siempre llueve sobre llovido, pero, en fin, hay que buscar soluciones que permitan que los grupos familiares se desenvuelvan en forma placentera y no sea un infierno vuelto realidad.
Que, quien, como, cuando, donde, con que.???
Las preguntas del grupo: ¿Que hacemos ahora con Fulan@? ¿Quien se va a encargar de F? ¿Como vamos a lograr convencerlo de lo que queremos hacer? ¿Cuando lo haremos? ¿Donde l@ meteremos? ¿Con que lo pagaremos? ¿Hasta donde se puede confiar en sus juicios sobre cualquier cosa? Estas no son mas que líneas de un libreto “de la vida previa” al hecho cumplido... no son cosas en que nos guste pensar pues siempre vemos el final como algo muy lejano... pero... nadie tiene la vida comprada y se hace necesario atacar el problema “mucho antes del momento critico” y esto, sin aparecer como ave de mal agüero, como imanes de la muerte...
Hay pánico, cunde, hay desespero, hay mal humor, cuando se menciona la palabra asilo, cuando se oye “Geriátrico”, cuando se buscan enfermer@s para los viejos de la casa... pero... hay sillas de ruedas, hay respiradores, sillas de baño, dietas especiales, medicinas, cuidados post-operatorios, vigilancias nocturnas... y todos los demás ingredientes de una larga estancia geriátrica.
La pregunta del millón? Que hacer entonces???

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