Si tu decisión de peregrinar a Compostela es únicamente personal y no provocada por amigos o porque está de moda…
Si, creyente o no creyente, eres capaz de añadir a esta decisión un poco de espiritualidad…
Si proyectas tu Camino según tus posibilidades pero siempre con el objetivo último de llegar a Compostela…
Si procuras elegir tu equipo en cuanto a su función y no a las “marcas”…
Si eliges bien tu calzado para evitar ampollas y sin embargo estás dispuesto a soportarlas…
Si prescindes de lo superfluo y consigues que tu equipo no supere el 10% de tu peso…
Si estás dispuesto a aceptar con una sonrisa que en algún momento tu gratificante ducha de fin de etapa se enfríe…
Si estás dispuesto a dormir en sencillas camas y a veces, rodeado de ronquidos…
Si consigues adaptarte a la elemental rutina de las etapas y eres capaz de afrontar los imprevistos con buen humor…
Si eres capaz de convivir con otros caminantes sin tener en cuenta su raza, origen, credo, nivel social, intelectual o económico…
Si eres capaz de aceptar de ellos una opinión distinta a la tuya y además considerarla…
Si la meteorología adversa sólo influye en tu atuendo y no en tu estado de ánimo…
Si estando cansado, no te desanimas y dices: Ultreia! Adelante!...
Si eres capaz de ayudar al que lo necesita y aceptar las necesidades de los demás…
Si el caminar te satisface y las ampollas y calambres son únicamente inconvenientes secundarios…
Si eres capaz de no contar”batallitas” y en cambio escuchar las de los demás…
Si al acercarte a Compostela sientes la necesidad de frenar tu ritmo para retrasar la llegada…
Si al llegar ante la Catedral y escuchar una gaita gallega te invade la emoción…
Si , creyente o no creyente, te emociona la “Misa del Peregrino” al ir recordando tus jornadas y si al final no te sientes identificado, lo consideras sólo un error humano…
Si contestas con una sonrisa al solicitar tu Compostela cuando, después de tus cientos de Km. caminados, te preguntan por qué no sellaste en Melide...
Si decides ir a Fisterra , te extasías con la muerte del sol en Occidente y sin embargo te abstienes de quemar tus viejos calcetines Si al volver a tu vida cotidiana consideras todos los buenos deseos que has acumulado en el Camino de las Estrellas y sobre todo: los llevas a la práctica…
Si cumples con todo ello mi amigo, serás el auténtico peregrino poseedor del Espíritu del Camino….
…Y lo que es más importante: Serás una persona sana en cuerpo y alma.
Con nuestro agradecimiento a Jaime, el peregrino….que intenta serlo, por este hermoso texto.
Pido disculpas por el “copiar y pegar”, pero me parece que lo dicho retrata perfectamente el sentido del Camino y por eso mi homenaje al Autor, Jaime, el peregrino, no puede ser mas elocuente que adherirme a su pensamiento en este sentido, personas como el y como las que producen, editan y publican mundicamino están haciendo una obra magnifica con su esfuerzo denodado en pro de este conjunto maravilloso denominado Camino de Santiago. Enhorabuena.