2013/05/09

8003.- La Torre de Babel.-

La lengua ancestral de los eurasiáticos

Los lingüistas se inspiran en la genética para sondear la evolución del habla durante 15.000 años
El idioma común también estaría en el origen del vasco y del chino, según los expertos
"Torre de Babel" (1594), de Lucas van Volkenborth.

Los lingüistas están siguiendo estrechamente los pasos de sus colegas los biólogos evolutivos para reconstruir el pasado del lenguaje humano, la forma en que una hipotética habla ancestral fue ramificándose de manera incesante hasta producir la babel actual de 5.000 idiomas irreconciliables. Investigadores británicos y neozelandeses han hallado ahora sólidas evidencias de que todas las lenguas habladas actualmente en Europa y Asia, desde Lisboa a Pekín, provienen de una sola que se habló en el Mediterráneo hace unos 15.000 años, cuando la última glaciación empezó a remitir y las nuevas tierras emergidas del hielo perpetuo comenzaron a trazar las sendas que conectaron el gigantesco continente entero.
La primera teoría evolutiva, de hecho, precedió a Darwin en tres cuartos de siglo y no se refería a las especies biológicas, sino a los lenguajes. La formuló el jurista británico sir William Jones en 1787, en un discurso pronunciado ante la Sociedad Asiática de Bengala, y proponía que el sánscrito, el griego, el latín, el gótico, el persa y el celta provenían de un tronco común por divergencias sucesivas; nació así lo que hoy llamamos la familia lingüística indoeuropea, que seguramente hunde sus raíces en los primitivos asentamientos neolíticos que inventaron la agricultura en Oriente Próximo hace unos 10.000 años. La lengua eurasiática recién propuesta sería aún más antigua, de hace unos 15.000 años, y extendería su abrazo a lenguas no indoeuropeas como el chino o el vasco.
Al igual que los evolucionistas reconstruyen el pasado de las especies comparando genes de las especies actuales, Mar Pagel, Quentin Atkinson y sus colegas de las universidades de Reading (Reino Unido) y Auckland (Nueva Zelanda) han descubierto el eurasiático ancestral comparando palabras de las que se hablan en todo el continente actualmente. Esto no es nuevo para la lingüística. El problema para las reconstrucciones de largo alcance es que, según el conocimiento recibido en lingüística, las palabras cambian demasiado deprisa como para dejar trazas de su ancestro común más allá de unos 5.000 años.
La mayor aportación del nuevo estudio, presentado en Proceedings of the Nacional Academy of Sciences, es haber mostrado que, aun cuando eso sea cierto para la inmensa mayoría de las palabras, hay unos cuantos términos mucho más refractarios al cambio. Estas palabras ultraconservadas –que también tienen su equivalente directo en las secuencias ultraconservadas de los genomas biológicos— incluyen los numerales (los nombres de los números) y otros ingredientes del ‘metabolismo central’ de la gramática del tipo de yo, tú, aquí, como, no, allí y qué.
Los investigadores también han conseguido unas reglas que les ayudarán a encontrar el conjunto de palabras ultraconservadas más útiles en estudios futuros de otras lenguas. Como norma general, las palabras que aparecen en el habla común con una frecuencia mayor del uno por mil tienen entre 7 y diez veces más probabilidades que las demás de aguantar intactas, o al menos reconocibles, durante 10.000 o 15.000 años.
“Nuestros resultados”, dicen Pagel y sus colegas, “indican una considerable fidelidad de transmisión para algunas palabras, y ofrecen una justificación teórica para investigar características del lenguaje que pueden preservarse por grandes lapsos de tiempo y extensiones geográficas”. Los científicos no solo han comprobado este principio en las lenguas indoeuropeas, sino también entre los hablantes de las familias uránicas, chino-tibetanas, altaicas, austronésicas y el sistema Níger-Congo.
Las secuencias genéticas más refractarias al cambio a lo largo de las eras geológicas representan a menudo ‘interfaces’ de una molécula (por ejemplo, cierta zona de una proteína) que interactúan con tantos ‘partners’ que cualquier ligero cambio en la secuencia causaría un auténtico desmoronamiento de un amplio número de sistemas biológicos. Las palabras más frecuentes en el habla parecen ser su equivalente lingüístico, lo que puede bastar para explicar su resistencia al cambio. Sea como fuere, los lingüistas ya disponen de un juego de ‘genes’ ultraconservados para analizar la noche de los tiempos.

8002.- Editorial de Cesar Miguel Rondón de hoy.

La venta continúa 03:59
Editorial jueves 09-05-2013:
Ayer comentábamos de la venta del país. Lo hacíamos recordando el 46 aniversario de la invasión cubana a Machurucuto, hoy tan celebrada por el régimen. Y lo vinculábamos con un titular que nos sorprendió, que no dejó de impactarnos y de indignarnos: “Maduro ofrece suministro de petróleo permanente a cambio de apoyo político”. Eso se leía en El Universal. Y esa misma interpretación la tuvieron otros diarios extranjeros como El País, de Madrid. En su tercer viaje al exterior Maduro ha salido a vender y/o regalar la Patria.
El titular de hoy en primera página de El Universal es tanto o más indignante que lo que ayer leíamos: “Maduro invita a Argentina a desarrollar la agricultura nacional”. Es decir, para el gobierno, no hay venezolanos para desarrollar la agricultura nacional.
  Durante la visita al país sureño Nicolás Maduro extendió una invitación a los empresarios argentinos a que se incorporen para desarrollar la agricultura venezolana en zonas como los Valles de Aragua, tierras que fueron expropiadas durante el gobierno de Hugo Chávez.
A ver. En aquella fulana guerra contra el latifundio, fueron expropiadas haciendas que estaban en plena producción, algunas eran centros de producción modelo. Pues bien, todo eso es tierra árida, estéril. Como todo lo que ha nacionalizado el régimen, ha terminado quebrado, con pérdidas, en una suerte de arrase total, bien por corrupción, bien por impericia, por mala gerencia, por ineficiencia o la sumatoria, obviamente, de todos esos elementos. Para muestra un botón: allí está el caso de Agroisleña, una empresa por demás próspera y muy necesaria, convertida en ese gran elefante blanco que ahora es Agropatria.
El Gobierno arrasó con todo esto y dejó por fuera a los venezolanos. Entonces ahora, Maduro, vendiendo y/o regalando la Patria, le pide a los argentinos que vengan a desarrollar la agricultura nacional. Es decir, se sacó a los venezolanos para ahora traer a los argentinos.
Se me ocurre preguntarle al señor Maduro: ¿qué tenemos los venezolanos que a usted le produce tanta fobia? ¿Por qué a usted no le gustan los venezolanos? ¿Qué tiene usted en contra de nosotros?
Sigo leyendo y me encuentro que Maduro y la señora Kirchnner firmaron 12 acuerdos bilaterales en aéreas industriales, de hidrocarburos y automotriz. Automotriz. Sabemos cómo esta nuestra industria, sabemos cómo está todo el parque industrial venezolano. Y en lugar de apoyar a nuestros industriales para generar empleo venezolano, pues Maduro prefiere ir allá.
Vuelvo a preguntarle, Señor Maduro: ¿qué tiene usted contra nosotros los venezolanos?
 
En el área de hidrocarburos, Maduro insistió en un acercamiento entre Pdvsa y la estatal Argentina YPF para fortalecer la refinación y el intercambio de productos, así como las inversiones en el sector gasífero. Además, confirmó convenios para el desarrollo de proyectos vinculados para la fabricación de ascensores, productos de higiene personal y cocinas a gas.
Eso de higiene personal suena a papel toilet, que pasa a ser ahora la gran cacería de cualquier venezolano, se levanta en la mañana a ver donde consigo hoy papel toilet. ¡Por Dios!
Esa concepción de la producción, ese absurdo de querer implantar un marxismo decimonónico en el siglo XXI es lo que ha llevado a la terrible situación que tenemos hoy. Así como hay que salir a la cacería del papel toilet, y de tantos otros productos, no sólo los alimentos, el venezolano de hoy ha terminado siendo un ciudadano cada día más mermado, cada día con más dificultades.
El señor Maduro, procurando una épica que no tiene, se queja de que está enfrentando una guerra económica. Ninguna guerra económica, Maduro, usted lo que está enfrentando es la consecuencia obvia del desastre que ha supuesto este pésimo manejo de la economía.
Cierro el comentario con la fotografía de Ricardo Marapacuto en El Nacional. Es una foto tomada en Barquisimeto, ante una construcción a la que se le accede por una rampa que sube y sube. Vemos gente, gente y más gente. ¿En qué anda esta gente? Esta gente está pasando tres horas de cola para comprar harina de maíz.
Y en el twitter, ayer, veíamos las fotografías de los venezolanos con unos números en el antebrazo, afortunadamente, en estos casos con marcador y no tatuados a fuego como era el caso de los judíos en los campos de concentración nazis. ¿Y por qué se les pintaban números en los antebrazos? Para saber cuál era su orden en la fila para comprar algún producto escaso.
Muchas gracias, señor Maduro, siga por allá regalando.

Con su muy sobrio estilo CMR dicta catedra...

8001.- Edmund Hillary

Edmund Hillary






Sir Edmund Percival Hillary, KG, KBE (Tuakau; 20 de julio de 1919 - Auckland; 11de enero de 2008) fue un montañero, piloto y explorador  neozelandés, famoso por haber sido el primero que completó con éxito una ascensión al Everest. Alcanzó la cima situada a 8.848 metros el 29 de mayo de 1953 acompañado del sherpa Tenzing Norgay.
Nacido al sur de Auckland, Hillary acudió a una escuela que se encontraba a dos horas de camino. El joven Hillary solía pasar estas horas de trayecto leyendo. Creció siendo un niño tímido que buscó refugio en los libros. A los 16 años se despertó su interés por la escalada tras una excursión escolar a Ruapehu.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro de la Real Fuerza Aérea Neozelandesa. Voló como navegante en un hidroavión PBY Catalina en el Pacífico Sur. En 1945 fue enviado a Fiyi y las Islas Salomón, donde en un accidente sufrió graves quemaduras, después de lo cual fue repatriado a Nueva Zelanda.
Formó parte de una expedición al Everest en 1951 que resultó un fracaso antes de unirse en 1953 a la exitosa expedición británica. Escaló otros 10 picos en el  Himalaya en posteriores visitas en  1956, 1960, 1961, 1963 y 1965.  También alcanzó el Polo Sur formando parte de la Expedición Trans-Antártica de la Commonwealth el 4 de enero de 1958, siendo la tercera expedición en llegar al Polo por tierra —tras Roald Amundsen en 1911 y Robert Scott en 1912— y la primera en conseguirlo haciendo uso de vehículos.
El avión en que viajaban su primera esposa, Louise, y su hija, Belinda, se estrelló en Katmandú en 1975. Se casó en segundas nupcias con June Mulgrew, viuda de un amigo, en 1989. Su hijo Peter Hillary es también un aventurero y ha escalado el Everest dos veces.
Dedicó gran parte de su vida a ayudar al pueblo sherpa de Nepal a través de una fundación a la que dedicó sus energías. Gracias a esta fundación se han construido escuelas y hospitales en las remotas regiones del Himalaya. Durante la década de los 80s fue el Alto Comisionado de Nueva Zelanda para la India, equivalente al cargo de embajador.
En ocasión de la celebración del 50 aniversario de la primera ascensión al Everest, el gobierno del Nepal nombró ciudadano de honor a Edmund Hillary y le concedió una celebración especial que se celebró en Katmandú. Hillary fue el primer extranjero que recibió un honor de este tipo del pueblo nepalí.
Edmund Hillary falleció en Auckland el 11 de enero de 2008 a los 88 años de edad de un ataque al corazón.

8000.- Homenaje a un montañista de corazón.

George Lowe  Murió el 20 de Marzo 2013
Lowe played a crucial part in the party’s success, displaying phenomenal strength and stamina to ferry kit up to the South Col, just shy of the peak, from where his fellow New Zealander and friend Edmund Hillary, with Sherpa Tenzing Norgay, pushed on to the summit itself. Spending day after day at altitudes of more than 23,000ft, Lowe often had to wade through waist-high snow to ensure everything was where it needed to be.

According to John Hunt, the expedition’s leader, Lowe “put up a performance which will go down in the annals of mountaineering as an epic achievement of tenacity and skill”. It was nothing less, Hunt added in his memoir The Ascent of Everest (1953), than an “astonishing feat of endurance”. Such was the effort that at one point Lowe himself felt “hollow and weak”.






When Hillary and Norgay were descending from the summit of Everest, it was Lowe, coming up from the South Col camp, who was the first to meet them. He handed Hillary a mug of warm lemonade and heard Hillary’s famous exclamation: “Well we knocked the bastard off!” Hillary also passed Lowe a fragment of marine limestone. Millions of years previously the rock had formed part of the sea-floor; by 1953, however, it was a souvenir from the highest point on the planet. 

Lowe had displayed superb ice-craft over 10 days in spearheading a route up the Lhotse face, immediately below the South Col. But he was not just a climber. He also carried with him a Kodak Retina II, capturing many images that effectively made him deputy to the official expedition cameraman, Tom Stobart. And when the party reached altitudes that Stobart, weakened by a dose of pneumonia, was unable to endure, Lowe provided the photographic record. 

The film of the triumph, The Conquest of Everest, was itself a great success, and nominated for an Oscar. With his reputation on ice and with film assured, Lowe was recruited as official photographer in the Trans-Antarctic Expedition of 1957-58, which made the first successful overland crossing of Antarctica via the South Pole. 

Lowe joined the 12-man party of the expedition leader, the British explorer Vivian Fuchs, which set out from Shackleton Base on one side of the continent, while Hillary led the support party from the Scott Base on the other side dropping supplies and establishing depots. 

Fuchs relied on Lowe’s expertise to spot crevasses that were, Lowe later noted, “wider, deeper and harder to detect” than any he had previously encountered, and which posed a mortal threat to the tractors, dog-teams and snowmobiles they used to get around. 

In the event Hillary reached the Pole first, on January 3 1958. The teams met when Fuchs arrived on January 19, but while Hillary flew out, Fuchs continued on overland and arrived at Scott Base on March 2 after a journey of 2,158 miles. 

Wallace George Lowe was born in Hastings, on New Zealand’s North Island, on January 15 1924, the seventh of eight children. His father was a fruit grower. Aged nine he shattered the bone in his left arm just above the elbow after falling off the steps of the veranda at home. The bone would not set correctly, and had to be re-broken seven times. His subsequent skill as an ice-climber was all the more remarkable as the accident left the limb almost entirely without strength. 

He was educated in Hastings and soon developed an interest in photography, playing truant to hang around the studio of the aviator Piet van Asch, who was taking large landscape photographs from the air. Lowe even joined van Asch on several flights. 

After qualifying as a schoolteacher, Lowe spent the immediate post-war years teaching at a primary school. In school holidays, however, he trained as a mountain guide, frequently teaming up with Hillary, five years his senior, in the Southern Alps, where they perfected their technique on such peaks as Mount Cook and Mount Tasman. 

In 1951 the two men joined a four-man, four-month, New Zealand expedition to the Himalayas. The team had hoped, before setting off, to conquer one 20,000ft-plus summit; in the event they scaled six. 

On the strength of this experience, he and Hillary were invited in 1952 to join Eric Shipton’s assault on Everest’s neighbour, Cho Oyu (26,850ft), a journey which would also involve exploring the Barun Valley in the same region. Their talents ensured that both secured their places on what was to prove the historic Everest expedition of the following year. However, planning in 1952 was not always up to the meticulous standards that Hunt would set. Running short of supplies on the return journey to the Indian border, Hillary was forced to bargain with locals for one abundant foodstuff: bananas. According to Lowe, an ensuing competition saw Lowe consume 120 in a single day. Hillary won their battle by eating 134. 

After his return from the Antarctic in 1958, Lowe went on expeditions with the John Hunt Exploration Group for young people to Greenland, Greece, Ethiopia and the Pamirs. Then, after a decade spent as deputy principal, then principal of the Grange School, Santiago, Chile, he settled in England and joined the Department of Education and Science as an Inspector of Schools, which he remained until his retirement in 1984. In 1989 he helped found the Sir Edmund Hillary Himalayan Trust in Britain, established to improve conditions for Sherpas in the Himalayas; Lowe served as chairman until 2003. 

With his ready wit, mobile face and gift for mimicry, George Lowe was an entertaining and amusing companion. Few of his companions will forget his imitation of Cheyne-Stokes breathing patterns, a condition suffered by some people at high altitude. 

In his book Because It Is There (1962) Lowe recounted his experiences on his two major expeditions. He contrasted Hunt’s open style of leadership with that of Fuchs, who appeared to him to reach all decisions in camera. Lowe left no doubt as to which style he preferred. With other members of the Trans-Antarctic Expedition, Lowe received in 1958 the Polar Medal (with Antarctic clasp). He was also commemorated in Mount Lowe, a 3,000ft peak in the Shackleton Range. 

He was appointed OBE for services to mountaineering and exploration. 

He counted himself Edmund Hillary’s oldest friend. Before his own death, Hillary wrote the foreword to The Conquest of Everest: Original Photographs from the Legendary First Ascent, which Lowe compiled with Huw Lewis-Jones and which is to be published imminently. According to Hillary, Lowe “saved my life a few times over the years. Down in Antarctica, I remember when we were trying to get our ship, Theron, clear of the ice and I was standing with George on an ice-floe, cutting a channel. A steel cable fouled the propeller just as a rope-end flicked and locked around my ankle. Quickly, yet calmly, George managed to knock it free before it came tight. A moment later and I would have been sucked under...” 

Lowe’s home in Derbyshire was filled with boxes of souvenirs from his climbing adventures – slides, press clippings and the like. But above all he treasured the fragment of rock from the summit that Hillary had given him, and which he kept on his desk. “It was always fairly simple,” he noted recently, “The mountains were a deep source of real happiness. They dispense a lion’s share of sorrow too, but it’s the joy that always wins out.” 

His first marriage, to Susan, a daughter of Lord Hunt, was dissolved. He is survived by his second wife, Mary, and by three sons of his first marriage. 

George Lowe, born January 15 1924, died March 20 2013. RIP

7999.- Ultimo sobreviviente de la 1ª expedición al Everest.

Muere último sobreviviente de primera expedición al Everest

Última actualización: Jueves, 21 de marzo de 2013
lowe
Hillary, a la izquierda, y Lowe, derecha, son recibidos en Nueva Zelanda después de su llegada del Everest.

El último sobreviviente del equipo que hizo el primer ascenso exitoso al Monte Everest, George Lowe, murió este jueves a los 89 años en un hogar de ancianos en Ripley, en el centro de Inglaterra.
Lowe y su amigo Edmund Hillary fueron los únicos dos neozelandeses que participaron en la famosa expedición británica para escalar el pico más alto del mundo.
Ese pequeño grupo estableció el campamento final sólo 300 metros debajo de la cima el 28 de mayo de 1953.
Al día siguiente, Hillary y el sherpa Tenzing Norgay alcanzaron los 8.850 metros. Cuando Hillary volvió a bajar, saludó a Lowe con las palabras: "Bien, George, ¡por fin hemos tumbado a ese bastardo!"
Aunque actualmente ya son casi 4.000 las personas que han escalado el Everest con éxito, según la Asociación de Montañismo de Nepal, esa expedición de 1953 sigue siendo uno de los momentos más representativos del deporte de aventura del siglo XX.

7998.- Everest.. La gran conquista

Las innovaciones que permitieron conquistar el Everest


La tecnología que llevó al hombre a la cumbre del Everest
Botas especiales, tanques de oxígeno experimentales y otras innovaciones que permitieron a Edmund Hillary y Tenzig Norgay conquistar la montaña más alta del mundo en 1953.

Los montañistas y escaladores de hoy en día cuentan con todo tipo de innovaciones tecnológicas que les asisten en sus aventuras: ropa ultraliviana de tejidos especiales, equipo de seguridad certificado, botas supercalientes y confortables, modernos sistemas de comunicación.
A veces les cuesta entender cómo lograban sus hazañas aquellos hombres que se lanzaban a las cumbres imposibles de su época hace más de medio siglo.
Sin embargo, ellos también tenían de su lado a hombres de ciencia e ingenieros de su tiempo.
Cuando en mayo de 1953 el neocelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalés Tenzig Norgay se convirtieron en los primeros hombres en alcanzar la cima del monte Everest, la montaña más alta del mundo, no estaban solos.
Ellos formaban parte de una expedición de más de 35 miembros, que además de contar con montañistas, escaladores y sherpas, incorporó a ingenieros y científicos.
Fue el trabajo de estos hombres el que permitió desarrollar los implementos tecnológicos que jugaron un rol clave en el éxito de esa empresa.
Repasamos aquí algunos de ellos.

Oxígeno

Las anteriores expediciones al Everest ya habían ensayado el uso de tanques de oxígeno. Pero los equipos que llevó el equipo de 1953 eran más evolucionados. De hecho, llevaron dos tipos de sistemas de oxígeno: uno de circuito cerrado y otro abierto.
Los primeros, que ya se habían utilizado en el pasado, daban mejores resultados en términos fisiológicos, porque dejaban al escalador totalmente aislado del aire exterior, pero eran más difíciles de operar, y más proclives a sufrir fallas.
Edmund Hillary (izq.) y Tenzig Norgay
Hillary y Norgay, con la vestimenta que utilizaron para alcanzar la cima del Everest. Norgay tiene también el tanque de oxígeno de circuito abierto.
Los segundos, que fueron llevados por primera vez al Everest en 1953 (aunque habían sido probados en otras situaciones de alta montaña), sí incorporaban el aire atmosférico a la mezcla que respiraba el escalador, pero eran más sencillos de operar. Uno de este tipo fue el que utilizaron Hillary y Norgay en su exitoso ataque a la cumbre.

Comida

Antes de 1953, otros intentos de ascender el Everest se sirvieron de fuentes de alimentos locales del Himalaya y latas y otros envasados y productos no perecederos llevados desde occidente.
Pero ese año, se adoptó un enfoque más científico, incorporando raciones del tipo de las utilizadas por las fuerzas armadas, además de cocinillas especiales y ollas a presión.
Otra innovación se dio en la preparación de las raciones para los tramos más altos de la ascensión, por encima de los 6.000 metros. Para ahorrar peso, en vez de comida enlatada, se utilizó un sistema de envasado al vacío.

Vestimenta

Se puso especial énfasis en reducir el peso de la ropa, al tiempo de mantener su eficacia. Las botas, por ejemplo, fueron rediseñadas para pesar lo mínimo posible, ya que cada medio kilogramo extra de peso en ellas equivale a cargar alrededor de dos kilogramos más de equipo.
El total de la vestimenta para los expedicionarios de 1953 pesaba unos 7,7 kilogramos, contra los 10,5 de una típica expedición polar de la época.

Comunicación

Los expedicionarios usaban walkie-talkies para comunicarse entre campamentos, pero los plásticos utilizados en esa época para construir algunas de sus partes podían resquebrajarse por las condiciones de la alta montaña, que incluyen fuertes vientos, bajísimas temperaturas y una alta exposición a los rayos solares.
Así que para resolver ese problema, los ingenieros que asesoraban a la expedición resolvieron reemplazar todos esos componentes con versiones de goma pura, para asegurarse de que no se dañarían.

7997.- Primer Avión Venezolano.-

Marco Antonio: 7997.- Primer Avión Venezolano.-

7997.- Primer Avión Venezolano.-

El Primer Avión artesanal construido por un Venezolano 1920
El Sapo apodaban en Barquisimeto a Arturo Iribarren Arrivillaga, hom­bre de estatura pequeña, inteligente y hábil, quien fabrico un avión de  madera y tela en el patio de la casona donde residía, dándose el lujo de practicar lo aprendido durante el año 1918 en la Eagle Aviation Scholl, academia de pilotaje por entonces recién establecida vecina a Nueva York. Cuando regreso  al país, no obstante el ambiente poco propicio para sus objetivos como aviador, Iribarren se dedico a construir su propio avión biplano, como constata la fotografía reseñada sin mayor explicaciones tomada hacia 1920.

Documentos conservados por la familia de este larense, revelan que los conocimientos adquiridos en los Estados Unidos fueron de aviación militar e ingeniería astronáutica, fundamentales para elaborar los planos que guían el proyecto que fructifica de tal modo que la aeronave voló para satisfacer el gusto  que por la velocidad se apodero de aquel inquieto e ingenioso hombre cuyo gusto por conducir aeronaves lo  condujo también a la cárcel pues a los gobernantes de su época le desagradaban ocurrencias como que alguien se elevará  en un aparato recelado dada su peligrosidad. Claro, vinieron tiempos mejores cuando nos zafamos de la dictadura y fue alentada la moderna ciencia de la aeronáutica. Arturo colaboro en la fundación del aero club barquisimetano donde militó hasta morir aferrado al deseo de volar y trabajar en mecánica de aviación.

Tomado de  www.aviacioncivil.com.ve