General Carlos Peñaloza: La Salida
ensajepor redaccion_tf » 13 Feb 2016, 08:18
Opinión
ND
Cuando se conoció el triunfo de Maduro en abril de 2013, Capriles grito “fraude!”. La minúscula ventaja del ungido de Fidel y la evidencia de sospechosas maniobras ameritaba un reconteo, lo cual fue exigido. El falso triunfador aceptó revisar las papeletas sin chequear con La Habana. Al saberlo Fidel se molestó y dictó instrucciones. Al otro día el CNE en una capciosa proclamación express, anunció ilegalmente su victoria antes de los plazos establecidos. Un movimiento de protesta popular movilizó a la opinión pública, pero Capriles ordenó a sus partidarios volver a sus casas. Desde entonces han surgido más dudas sobre la legitimidad y nacionalidad de Maduro quien tozudamente se ha negado a presentar su partida de nacimiento. El desmadre de su gobierno ha popularizado en el pueblo el uso de la expresión “la salida”, significando su destitución o renuncia. La MUD se opuso a ella abogando por esperar hasta la entrega de Maduro. Algunos blasfemaron diciendo que la nacionalidad de Maduro era irrelevante. El pueblo más sabio y menos complaciente siguió pidiendo “la salida”. Ahora Capriles, la MUD y hasta los chavistas claman por ella.
La renuncia reciente del presidente haitiano Michel Martelly, es una luz en el camino. Ayer un numeroso y acreditado grupo de militares retirados exigió al Padrino López verificación de la identidad del impostor que se resiste a presentar su partida de nacimiento y otros documentos de identidad para ser evaluados. Simultáneamente, la diputada Delsa Solórzano de Un Nuevo Tiempo, anunció oficialmente que la AN investigará la nacionalidad de Maduro. De comprobarse el forjamiento de documentos la salida del usurpador será inevitable. Ante esta seria amenaza el TSJ, nombrado ilegalmente, salto al ruedo aprobando el Decreto de Emergencia Económica dictado por Maduro y rechazado por la AN. El choque de poderes es evidente. La confrontación es inevitable.
“La salida” puede producirse a través de varios mecanismos simultáneos en paralelo. La verificación de su ciudadanía es uno de los procedimientos que deben utilizarse para salvar al país. Es el medio más expedito, que daría resultados a corto plazo dándonos la iniciativa es la revisión de sus documentos de identidad. Simultáneamente se deben intentar recursos electorales como el revocatorio, la destitución, la constituyente o la reforma de la Constitución. Con el actual CNE, estos procedimientos electorales estarían controlados por el régimen quien en 2007 estableció un reglamento diseñado para sabotear esos procesos. La enorme presión de la opinión pública hastiada podría forzar la renuncia de Maduro. A esta posibilidad se oponen los Castro, militares y funcionarios corruptos que quieren escapar de la justicia y continuar robando.
La Carta Magna deja claro que si agotadas todas estas medidas el indocumentado no abdica y se aferra al poder, solo queda la alternativa de la rebelión. La aplicación del artículo 350 no es electoral pero si es legal y constitucional. A la lista de métodos para “la salida” pueden agregarse otros. Cada procedimiento tiene ventajas y desventajas, partidarios y detractores; pero todos son aplicables y no incompatibles. Los que alegan que hay que escoger un solo mecanismo no se dan cuenta que la variedad de líneas de ataque erosiona al régimen. Algunos monotemáticos atacan a los que proponen procedimientos de salida diferentes al que ellos promueven. Todas las vías para el cambio de régimen y la salida del usurpador de Miraflores deben ser apoyadas. Es necesario ejercer presión constante sobre el impostor de Miraflores poniéndolo en jaque en varios frentes. Es posible caminar y mascar chicle al mismo tiempo.
Ante el ataque graneado los Castro han dado órdenes de promover al revocatorio. Esta jugada prevé mantener el control del CNE para dificultar el proceso alegando tecnicismos legales, mientras Maduro cumple 4 años en el poder. De ocurrir esto el Vicepresidente se quedaría en el poder hasta terminar el mandato en 2019. El revocatorio que luce como una solución, no es viable con el nuevo reglamento. En todo caso la investigación de la identidad de Maduro debe hacerse a la brevedad posible, sin interferir otras opciones de salida. Es obvio que en este caso la carga de la prueba no recae en Venezuela, sino sobre el indocumentado, quien debe probar que nació en el país. Si un ilegal es detenido por las autoridades, debe probar su nacionalidad, de no hacerlo debe ser deportado. La AN debe exigir al CNE el envío de la supuesta partida de nacimiento que Tibisay Lucena mostró de lejos sin permitir verificación. Entretanto debemos seguir adelante con enmienda, revocatorio, constituyente y de ser necesario, agotadas otras opciones, debemos rebelarnos bajo el artículo 350 de la Constitución.
Para salvar a la patria debemos unirnos y trabajar en equipo, civiles, militares, el clero, empresarios y todas las fuerzas vivas. Todos los militares juramos ante Dios y la bandera defender la patria y sus instituciones. La patria se está perdiendo en manos de agentes extranjeros y algunos generales corruptos, aliados con una potencia extranjera. Los Castro nos explotan y arruinan no solo económicamente, sino moral y políticamente con su régimen totalitario, de partido único e ideología comunista. Esta banda colaboracionista con soles se oculta tras un mamotreto apodado: “La FANB”. Ese armatoste no existe en la Constitución. Los militares saben que si cometen perjurio y no defienden la Carta Magna, en favor de una potencia extranjera, serán sancionados por la ley. La traición a la patria que los vio nacer es el crimen más abyecto imaginable. Esa acción indecorosa los arrastrará al degredo histórico, hasta la eternidad, a ellos y a sus descendientes. Para evitarlo deben cambiar de posición y poner sus armas al servicio de la república. El maléfico vaho del Boves del Siglo XXI, embozado tras el manto de Bolívar, no pudo convertirlos a todos en ciegos, mudos, majaderos mentecatos, ladrones y perjuros.