¿Profecías o mentiras?
La Gaceta Oficial del lunes 14 de febrero trajo una resolución para incorporar 86,4 millardos de barriles a las reservas "probadas" de la Nación, con lo cual las reservas totales "probadas" de Venezuela serían 296,5 millardos de barriles.
Se trata de una gigantesca mentira. Según los analistas, entre ellos, Gustavo Coronel y Diego González, sencillamente no es verdad que el país tenga casi 300 millardos de reservas "probadas" de petróleo.
Como punto de partida se tiene que las reservas de petróleo convencional en Venezuela están en el orden de 40 millardos de barriles. Sin embargo, las reservas que ahora pregona el Gobierno de Chávez son las de petróleo extra pesado que yace en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Desde hace 40 años, se sabe que hay más de 1.300 millardos de barriles de petróleo extra pesado bajo tierra en la Faja.
Pero, para que un barril "bajo tierra" se constituya en una "reserva" tiene que ser un barril que se puede traer a la superficie con la tecnología de hoy y a un costo razonable. En base a ese criterio, sólo el 10% (130 millardos de barriles) del petróleo de la Faja se puede clasificar como "reserva". Es decir, la reservas verdaderas estarían en el orden de los 170 millardos de barriles (= 40 millardos convencionales más 130 millardos extra pesados), suficientes para mantener un ritmo de producción similar al de hoy por casi 200 años.
Pero al Gobierno de Chávez parece que le gusta decir que tiene las reservas más grandes del mundo, más que las de Arabia Saudita. Y ha llegado a esta absurda conclusión mediante un jueguito de números: ha "calculado" que el 20% de las reservas de la Faja se pueden traer a la superficie, a pesar de que no existe la tecnología para ello. Tal vez para el siglo XXII pueda existir esa tecnología. Para entonces Chávez y su Gobierno podrán recordarse como los grandes profetas. Por ahora, sólo pueden ser percibidos como unos reverendos mentirosos.
Ahora, independientemente de cuales sean las verdaderas reservas de Venezuela (40, 170, o 296,5 millardos), el hecho es que ese petróleo bajo tierra no sirve para nada si no se invierte en la infraestructura necesaria para ponerlo en producción. La lamentable realidad es que la PDVSA "nueva" ni siquiera invierte lo suficiente para mantener en óptima operación los pozos existentes. Prueba de ello es que sólo se están produciendo 2,5 millones de barriles diarios, cuando para 1998 la PDVSA "vieja" estaba produciendo 3,5 millones de barriles diarios, y se estimaba que en 2011 la producción estaría en 6 millones de barriles diarios.