Algo está pasando... (tuitéalo)
El fuerte cacerolazo en las zonas populares debería llevarlos a replantear su posición
MARÍA ISABEL PÁRRAGA B. | EL UNIVERSAL
lunes 17 de febrero de 2014 12:00 AM
Cuando el gobierno se llena la boca grande, corrosiva, enorme, tragando todo con su odio, escupiendo las palabras "golpe, fascismo y terrorismo" como un leit motiv que justifica el terror que sus cuerpos militares, policiales y descaradamente los "parapoliciales" están ejerciendo en el "tiempo real" que escribimos este artículo, después de dos días de tremenda tensión en el país, muchos se están preguntando si no es éste un callejón sin salida. Y a estas alturas el régimen sigue sin entender "la naturaleza de las cosas" o tal vez lo comprende tan bien que el frío sudor del miedo les recorre el cuerpo cegando el entendimiento para una revisión de sus actos. El poder es así, prepotente. Así se sienten: "tenemos las armas, tenemos quien las use sin el menor pudor de dañar al prójimo, tenemos dinero, poseemos los resortes para amedrentar llámense medios, empresarios, países amigos dependientes de la petrochequera, tenemos obviamente todas las instituciones, los tenemos a todos ustedes agarrados por el cuello... ". Sin embargo, es allí donde se equivocan... No tienen el futuro...
Este está en las calles, en cada muchacho, y otros que no lo son tanto quienes están decididos a hacerse sentir... Hay quienes señalan que esto no va para ningún lado, que lo que estamos viviendo es un fenómeno sifrino de unos muchachitos jugando a su "primavera venezolana". Pues bien, hay que revisar ese prejuicio. Son universitarios sí, pero la gran mayoría hijos de esa clase trabajadora que viniendo de las zonas más populares del país ha dado todo para que sus muchachos logren sus sueños a través de la educación. Son los que tienen muy difícil la opción de "irse del país" y saben que si quieren soñar con el futuro deben plantarle la cara a este presente. Tal vez muchos no estamos viendo esa parte de la historia y nos quedamos enfrascados en la diatriba de si los dirigentes políticos han debido o no convocar "a la calle" y si tienen razón los leopoldistas o los caprilistas.
A estas alturas eso parece importar muy poco. La dinámica de los acontecimientos (por lo menos hasta las 6 de la mañana del viernes 14) está desarrollándose solita. Es difícil aventurar un escenario pero lo cierto es que la represión brutal del régimen pareciera ser gasolina para la protesta generalizada y la vergüenza de la autocensura de los medios ha activado a buena parte de la colectividad en "redes informativas y solidarias" que lejos de dispersar están unificando el movimiento. Para quienes afirmaban hasta ayer que este era un asunto "sifrino" el fuerte cacerolazo en las zonas populares (incluso en el 23 de Enero frente a los tupas) debería llevarlos a replantear su posición. Todos sufrimos por las mismas cosas y quien menos tiene, las sufre más... Esta "¿revolución?" no será televisada, pero "algo" que le da mucho miedo al gobierno está pasando en las calles...