2012/12/05

7824.- OJO CON LOS NUMEROS

Johann Karl Friedrich Gauss fue uno de los más grandes matemáticos de la historia. Su precocidad en relación con las matemáticas se pone de manifiesto en las siguientes anécdotas :<

Antes de cumplir 3 años se encontraba con su padre que estaba preparando la nómina de los obreros que de él dependían. El joven Gauss que seguía con gran atención los cálculos del padre le dijo al terminar : "Padre has hecho mal la cuenta, el resultado debe ser ... ". El padre al repasar los cálculos comprobó con sorpresa que el hijo tenía razón. La historia es todavía más sorprendente si tenemos en cuenta que nadie le había enseñado a leer.

Un día en la escuela cuando tenía 10 años el maestro propuso como ejercicio sumar 100 números consecutivos. Hay un método sencillo para hacerlo que el maestro conocía pero sus alumnos no. Era costumbre que el primero en acabar el ejercicio debía dejar su pizarra sobre la mesa del maestro, el siguiente alumno encima de la del primero y así sucesivamente.
Nada más terminar el maestro el enunciado del ejercicio Gauss puso su pizarra sobre la mesa del maestro. Cuando al cabo de una hora acabaron sus compañeros, el maestro comprobó sorprendido como el resultado que aparecía en la pizarra de Gauss era el correcto.
A Gauss, ya mayor, le gustaba contar como el resultado de su pizarra era el único correcto.
El maestro quedó tan impresionado que de su propio bolsillo compró un libro de aritmética y se lo regaló a Gauss quien rápidamente lo devoró.

Cuando un matemático oriental inventó el admirable juego de ajedrez, quiso el monarca de Persia conocer y premiar al inventor. Y cuenta el árabe Al-Sefadi que el rey ofreció a dicho inventor concederle el premio que solicitara.
El matemático se contentó con pedirle 1 grano de trigo por la primera casilla del tablero de ajedrez, 2 por la segunda, 4 por la tercera y así sucesivamente, siempre doblando, hasta la última de las 64 casillas.
El soberano persa casi se indignó de una petición que, a su parecer, no había de hacer honor a su liberalidad.
- ¿No quieres nada más? preguntó.
- Con eso me bastará, le respondió el matemático.
El rey dio la orden a su gran visir de que, inmediatamente, quedaran satisfechos los deseos del sabio.
¡Pero cuál no sería el asombro del visir, después de hacer el cálculo, viendo que era imposible dar cumplimiento a la orden!
Para darle al inventor la cantidad que pedía, no había trigo bastante en los reales graneros, ni en los de toda Persia, ni en todos los de Asia.
El rey tuvo que confesar al sabio que no podía cumplirle su promesa, por no ser bastante rico.
Los términos de la progresión arrojan, en efecto, el siguiente resultado: diez y ocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince granos de trigo.

18.446.744.073.709.551.615

Sabido es que una libra de trigo, de tamaño medio, contiene 12.750 granos aproximadamente. ¡Calcúlese las libras que necesitaba el rey para premiar al sabio! Más de las que produciría en ocho años toda la superficie de la Tierra, incluyendo los mares.
Con la cantidad de trigo reclamada, podría hacerse una pirámide de 9 millas inglesas de altura y 9 de longitud por 9 de latitud en la base; o bien una masa paralelipípeda de 9 leguas cuadradas en su base, con una legua de altura. Semejante sólido sería equivalente a otro de 162.000 leguas cuadradas con un pie de altura.
Para comprar esa cantidad de trigo, si la hubiera, no habría dinero bastante en este mundo.

La legua (proveniente del latín leuca) es una antigua unidad de longitud que expresa la distancia que una persona, a pie, o en cabalgadura, pueden andar durante una hora; es decir, es una medida itineraria (del latín, iter: camino, periodo de marcha). Dado que una persona recorre normalmente a pie una gama de distancias, la legua se mantiene en esa gama, pero según el tipo de terreno predominante en cada país o según la conveniencia estatal, la palabra legua abarca distancias que van de los 4 a los 7 km, siendo las más frecuentes las leguas que se encuentran en la media de tales extremos.

7823.- Anécdotas

La anécdota del barómetro

El texto que aparece a continuación es un clásico de Internet. Circula por la red en multitud de variantes. Apareció originalmente en la revista Saturday Review, el 21 de Diciembre de 1968. Su autor es un profesor americano de física llamado Alexander Calandra.

Ángeles en un alfiler
Una parábola moderna

Hace algún tiempo recibí una llamada de un colega que me pidió si podría arbitrar en la calificación de una pregunta de examen. Iba dar un cero a un estudiante por su respuesta a una pregunta de física, mientras que el estudiante afirmaba que debería recibir la máxima nota y así se haría si el sistema no se hubiera organizado en contra de los estudiantes: El profesor y el estudiante acordaron acudir a un árbitro imparcial, y me eligieron a mi.

Acudí al despacho de mi colega y leí la pregunta del examen: "Demuestra como se puede determinar la altura de un edificio alto con la ayuda de un barómetro"

El estudiante había contestado: " Lleva un barómetro a lo alto del edificio, átale una cuerda larga, haz que el barómetro baje hasta la calle. Mide la longitud de cuerda necesaria. La longitud de la cuerda es la altura del edificio"

Hice notar que el estudiante realmente tenía derecho a una buena nota ya que había contestado a la pregunta correctamente. Por otra parte, si se le asignaba una buena nota contribuiría a que recibiese una buena calificación en su curso de física. Se supone que una buena calificación certifica competencia en física, pero la respuesta dada no se correspondía con esto. Sugerí entonces que se le diera al estudiante otra oportunidad para contestar a la pregunta. No me sorprendió que mi colega estuviese de acuerdo, sin embargo si lo hizo el que el alumno también lo estuviera.

Le di al estudiante seis minutos para responder a la pregunta con la advertencia de que la respuesta debía mostrar su conocimiento de la física. Al cabo de cinco minutos, no había escrito nada. Le pregunte si se daba por vencido, pero me contesto que no. Tenía muchas respuestas al problema ; estaba buscando la mejor. Al minuto siguiente escribió corriendo su respuesta que decía lo siguiente:

"Lleva el barómetro a lo alto del edificio y asómate sobre el borde del tejado. Deja caer el barómetro, midiendo el tiempo de caída con un cronómetro. Luego usando la fórmula S=1/2 at2, calcula la altura del edificio.

En este momento le pregunte a mi colega si se daba por vencido. Estuvo de acuerdo y le dio al estudiante la máxima nota.

Al salir del despacho de mi colega recordé que el estudiante había dicho que tenía otras muchas respuestas al problema, así que le pregunte cuales eran. "Oh, si, " dijo el estudiante. "Hay muchas maneras de determinar la altura de un edificio alto con un barómetro. Por ejemplo, coges el barómetro en un día soleado y mides la altura del barómetro, la longitud de su sombra, y la longitud de la sombra del edificio; luego usando una simple proporción, determinas la altura del edificio."

"Excelente, " le respondí. "¿Y las otras?"

"Si, " dijo el estudiante. "Hay un método muy simple que le gustará. En este método se toma el barómetro y se comienza a subir las escaleras. A medida que se van subiendo las escaleras, se marca la longitud del barómetro a lo largo de la pared. Luego se cuenta el número de marcas y esto dará la altura del edificio en unidades barómetro. Un método muy directo."

"Desde luego, si quiere un método más sofisticado, puede atar el barómetro al final de una cuerda, balancearlo como un péndulo; con él determina el valor de ‘g’ a nivel del suelo y en la parte superior del edificio. De la diferencia entre los dos valores de ‘g’ se puede calcular la altura del edificio."

Finalmente, concluyó, "hay muchas otras formas de resolver el problema. Probablemente la mejor," dijo, " es llamar en la portería. Cuando abra el portero, le dices lo siguiente: "Sr. portero, aquí tengo un barómetro excelente. Se lo daré, si me dice la altura de este edificio."

En este momento le pregunté al estudiante si conocía la respuesta convencional a la pregunta. Reconoció que si, dijo que estaba harto de que los profesores del instituto y de la facultad trataran de enseñarle como tenía que pensar, usando el "método científico," y a explorar la lógica profunda de la materia de una manera pedante, como se hace a menudo en matemáticas, en lugar de enseñarle la estructura de la materia. Teniendo esto presente, decidió recuperar el escolasticismo como un asunto académico para desafiar las atemorizadas aulas de América.

7822.- Otra anécdota de Einstein

anécdota histórica en la que la tenacidad y constancia se imponen a esa voz interior que denuncia el fracaso humano...

El espíritu ganador de un fracasado: Albert Einstein

Era oficial de tercera (aunque se había presentado a un ascenso, le fue denegado).
Einstein nació en Ulm, Alemania meridional, en 1879, pero se crió en Múnich. Hubo poco en la primera parte de su vida que anunciase su futura grandeza: es bien sabido que no aprendió a hablar hasta los tres años. En la década de 1890 quebró el negocio de electricidad de su padre y la familia se trasladó a Milán, pero Albert, que era por entonces un adolescente, fue a Suiza a continuar sus estudios... aunque suspendió los exámenes de acceso a los estudios superiores en un primer intento. En 1896 renunció a la nacionalidad alemana para librarse del servicio militar e ingresó en el instituto politécnico de Zúrich, para hacer un curso de cuatro años destinado a formar profesores de ciencias de secundaria.
Albert publicó un trabajo en varios artículos sobre mecánica estadística, durante 1902-1904, pero no tardó en enterarse que un científico americano J. Willard Gibbs de Connecticut había hecho también ese trabajo en 1901.
Albert se había enamorado de una compañera de estudios, una húngara llamada Mileva Maric. En 1901 tuvieron una hija sin estar casados y la entregaron discretamente en adopción. Einstein nunca llegó a ver a esa hija.Dos años después, Marie y él se casaron. Luego comenzó a trabajar en una oficina de patentes suiza, en la que continuaría trabajando los siete años siguientes.
El acontecimiento que hizo época llegó en 1905 cuando apareció en la revista de física alemana, Annalen der Physik, una serie de artículos de un joven oficinistasuizo que no tenía ninguna vinculación universitaria, ningún acceso a un laboratorio y que no disfrutaba del uso de más biblioteca que la de la Oficina Nacional de Patentes de Berna, donde trabajaba como inspector técnico de tercera clase. (Una solicitud para que le ascendieran a inspector técnico de segunda había sido rechazada recientemente). Este burócrata se llamaba Albert Einstein, y en aquel año crucial envió a Annalen der Physik cinco artículos, de los que, según C.P. Snow, tres figurarían entre los más importantes de la historia de la física". (Snow, The Physicists, p. 101) Uno de ellos analizaba el efecto fotoeléctrico por medio de la teoría cuántica de Planck, otro el comportamiento de pequeñas partículas en suspensión (lo que se conoce como movimiento browniano) y el otro esbozaba la Teoría Especial de la Relatividad.
El primero proporcionaría al autor un premio Nobel y explicaba la naturaleza de la luz -y ayudó a hacer posible la televisión, entre otras cosas-. El segundo proporcionó pruebas de que los átomos existían realmente... un hecho que había sido objeto de cierta polémica, aunque parezca sorprendente. El tercero, sencillamente, cambió el mundo.
En cuanto e Einstein, después de haber resuelto algunos de los misterios más profundos del universo, solicitó un puesto como profesor universitario y fue rechazado, y luego otro como profesore de secundaria y le rechazaron también. Así que volvió a su puesto de inspector de tercera clase... pero siguió pensando, por supuesto. Aun no se había ni aproximado siquiera al final.
Extraído del libro Una breve historia de casi todo de Bill Bryson (ganador del premio Aventis para libros de ciencia 2004), RBA Libros, Barcelona 2005.

7821.- Anécdotas sobre Albert Einstein

18may2011

Todos le conocemos. Albert Einstein, físico de origen alemán considerado el científico más importante del siglo XX. Publicó la teoría de la relatividad especial, dedujo la ecuación de la física más conocida a nivel popular, la equivalencia masa-energía, E=mc²; presentó la teoría de la relatividad general en la que reformuló por completo el concepto de gravedad; obtuvo el Premio Nobel de Física por sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus numerosas contribuciones a la física teórica; considerado el «padre de la bomba atómica» aunque abogó en sus escritos por el pacifismo; y fue idolatrado por la prensa convirtiéndose en un icono popular de la ciencia mundialmente famoso, siendo proclamado como el personaje del siglo XX.

albert-einstein

Todos le conocemos pero ¿conocemos detalles de su vida? Einstein fue un personaje en toda regla y su vida estuvo llena de anécdotas geniales que pasaron a la historia. En ellas demostraba su gran inteligencia e ingenioso.

De niño

Aún siendo un niño que no había emitido palabra alguna, estaba cenando con sus padres cuando probó la sopa y dijo: “La sopa está demasiado caliente”.

Los padres sorprendidos le preguntaron: “Si hablas tan bien… ¿por qué no lo hiciste antes?”. A lo que el genio respondió: “Porque antes todo había estado en orden”.

Mi chófer

Se cuenta que en los años 20 cuando Albert Einstein empezaba a ser conocido por su Teoría de la Relatividad, era con frecuencia solicitado por las universidades para dar conferencias. Dado que no le gustaba conducir y sin embargo el coche le resultaba muy cómodo para sus desplazamientos, contrató los servicios de un chófer.

Después de varios días de viaje, Einstein le comentó al chófer lo aburrido que era repetir lo mismo una y otra vez.
“Si quiere -le dijo el chofer- lo puedo sustituir por una noche. He oído su conferencia tantas veces que la puedo recitar palabra por palabra.” Einstein estuvo de acuerdo y antes de llegar al siguiente lugar, intercambiaron sus ropas y Einstein se puso al volante.

Llegaron a la sala donde se iba a celebrar la conferencia y como ninguno de los académicos presentes conocía a Einstein, no se descubrió la farsa. El chófer expuso la conferencia que había oído repetir tantas veces a Einstein.
Al final, un profesor en la audiencia le hizo una pregunta. El chófer no tenía ni idea de cuál podía ser la respuesta, sin embargo tuvo una chispa de inspiración y le contestó: “La pregunta que me hace es tan sencilla que dejaré que mi chófer, que se encuentra al final de la sala, se la responda”.

¿Cómo se fríe un huevo?

Un periodista le preguntó a Einstein”¿Me puede Ud. explicar la Ley de la Relatividad?” y Einstein le contestó “¿Me puede Ud. explicar cómo se fríe un huevo?”.

El periodista lo miró extrañado y le contesta “Pues, sí, sí que puedo”, a lo cual Einstein replicó “Bueno, pues hágalo, pero imaginando que yo no sé lo que es un huevo, ni una sartén, ni el aceite, ni el fuego”.

Idea ingeniosa

En una conferencia que Einstein dio en el Colegio de Francia, el escritor francés Paul Valery le preguntó: “Profesor Einstein, cuando tiene una idea original, ¿qué hace? ¿La anota en un cuaderno o en una hoja suelta?” A lo que Einstein respondió: “Cuando tengo una idea original no se me olvida*”.

Teorías falsas

Einstein tuvo tres nacionalidades: alemana, suiza y estadounidense. Al final de su vida, un periodista le preguntó qué posibles repercusiones habían tenido sobre su fama estos cambios. Einstein respondió: “Si mis teorías hubieran resultado falsas, los estadounidenses dirían que yo era un físico suizo; los suizos, que era un científico alemán; y los alemanes que era un astrónomo judío”.

Durante el nazismo Einstein, a causa de ser judío, debió de soportar una guerra en su contra urdida con el fin de desprestigiar sus investigaciones. Uno de estos intentos se dio cuando se compilaron las opiniones de 100 científicos que contradecían las de Einstein, editadas en un libro llamado “Cien autores en contra de Einstein”. A esto Einstein respondió: “¿Por qué cien?. Si estuviese errado haría falta solo uno”.

Sombrero

Dicen que la sencillez era su mejor característica, y quizás esta anécdota ayude a comprenderlo. Cierta vez en que se vio sorprendido por un chaparrón, Einstein se quito el sombrero y lo metió debajo de su abrigo. Alguien le preguntó que por qué había hecho aquello. Él respondió con lógica admirable que la lluvia le estropearía el sombrero pero no el pelo.

Violín

Otra curiosidad quizá desconocida es la afición que Einstein sentía por el violín. El físico no sólo se manejaba bien en el mundo de la ciencia, sino que también se movía con elegancia en el mundo de las artes. Era frecuente que en las reuniones de amigos, Einstein sacara su instrumento y deleitara a los asistentes con un pequeño concierto.

Sin embargo, no sabemos a ciencia cierta si Einstein tocaba bien o por el contrario desafinaba de vez en cuando. En una ocasión, un dibujante de viñetas que se encontraba presente mientras el físico daba un recital comenzó a reírse de su forma de tocar el violín.

Einstein se acercó y le contestó: “Está muy mal eso de reírse del trabajo de otros… yo nunca me rio con su trabajo”.

Calcetines y ropa interior

En la biografía de Einstein, Peter Michelmore refiere que “el dormitorio de Einstein parecía la celda de un monje. No había en él cuadros ni alfombras. Se afeitaba sin muchos miramientos, con jabón de fregar. En casa solía ir descalzo. Tan sólo cada dos o tres meses dejaba que Elsa (su esposa) le descargara un poco la pelambrera.
Pocas veces encontraba necesaria la ropa interior. También dejó de lado los pijamas y más tarde los calcetines.” “¿Para qué sirven?”, solía preguntar. “No producen más que agujeros.” Elsa llegó a perder la paciencia un día en que lo pilló cortando de codo abajo las mangas de una camisa nueva. Su explicación fue que los puños requieren botones o gemelos y es necesario lavarlos con frecuencia, total, una pérdida de tiempo. “Toda posesión”, decía Einstein, “es una piedra atada al tobillo.”

Marilyn Monroe

En una reunión social Marilyn Monroe se cruzó con Albert Einstein, ella le sugirió lo siguiente: “Qué dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos. ¿Se imagina un bebe con mi belleza y su inteligencia?”. Einstein muy seriamente le respondió: “Desafortunadamente temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia”.

Chaplin

Se cuenta que en una reunión social Einstein coincidió con el actor Charles Chaplin. En el transcurso de la conversación, Einstein le dijo a Chaplin: “Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira”. A lo que Chaplin respondió: “Lo suyo es mucho más digno de respeto: todo el mundo lo admira y prácticamente nadie lo comprende”.

Despistes

Siempre se habla de los monumentales despistes de los grandes genios. Einstein no era especialmente distraído, aunque si que se concentraba con facilidad, y esto le dio fama de ser algo despistado. Un día, en el tranvía, una niña se sentó en el asiento a su lado. Albert Einstein le pregunto que cuantos años tenía y que como se llamaba. “me llamo Clara, papá”, respondio la niña..

El cerebro de Einstein

Einstein murió el 18 de abril 1955, en el Hospital de Princeton, Nueva Jersey (EE.UU). En cuestión de horas, la tranquila ciudad se convirtió en un hervidero de periodistas y luminarias científicas, y de gente que simplemente quería estar cerca del gran hombre por última vez, dice Michael Paterniti , un escritor que investigó los hechos de ese día. Fue como la muerte del profeta, dice Paterniti.

Las cosas se pusieron especialmente locas cuando Thomas Harvey, que realizó la autopsia de Einstein, durante el procedimiento, quitó el cerebro al cadáver para examinarlo, un procedimiento de rutina. Pero en lugar de colocar de nuevo el cerebro en el cráneo, Harvey lo puso en un frasco con formaldehído y luego se lo robaría, revela Paterniti, aunque prefiere llamarlo como una dudosa situación.

Harvey dijo más tarde que el hijo mayor de Einstein, Hans Albert, le había dado permiso para tener el cerebro. Pero la familia de Einstein lo negó. Perdió su trabajo y fue denunciado por muchos colegas. Sin embargo, siguió con el cerebro. Su justificación, dice Paterniti, que fue el sentido del deber con la ciencia.

Creía que su papel era preservar este cerebro y ponerlo en manos de algunos líderes neuroanatomistas, que podrían ser capaces de averiguar la clave de la genialidad de Einstein, relata.

Paterniti contactó a Harvey 40 años después, cuando el escritor empezó a interesarse por la historia del cerebro de Einstein. Por teléfono, los hombres tramaron un plan para devolver el cerebro a la nieta de Einstein, Evelyn, que vivía en Berkeley, California.

En ese momento, Harvey tenía 80 años y vivía cerca de Princeton. Paterniti lo buscó por su casa: fue a buscar sus maletas. Y en una bolsa tenía el recipiente (un tupper) en el que había escondido el cerebro.

En el camino, Harvey le contó a Paterniti cómo había tratado de cumplir con su obligación con la ciencia enviando periódicamente, por pedazos, el cerebro de Einstein a varios neurólogos.

Una científica que había pedido muestras fue Marian Diamond, de la Universidad de California, Berkeley. Quería piezas de cuatro áreas del cerebro de Einstein. Durante una conferencia de 1985, en Nueva York, describió lo que sucedió después de que ella preguntó a Harvey por las muestras: Harvey estuvo de acuerdo en enviarlas, dijo, pero los meses pasaron y nada sucedió. Luego, tres años más tarde, los trozos de tejido cerebral llegaron por correo en un frasco de mayonesa.

Adivinanza

Einstein formuló una adivinanza muy famosa y predijo que el 98% de la población mundial no la podría resolver. ¿Serás capaz de hacerlo?

“Existen 5 casas de diferentes colores. En cada una de las casas vive una persona con diferente nacionalidad. Los 5 dueños beben una determinada bebida, fuman una determinada marca de cigarrillos y tienen una determinada mascota. Ningún dueño tiene la misma mascota, fuma la misma marca de cigarrillos o bebe la misma bebida. La pregunta es… ¿quien tiene el pez?”

Claves para acertarlo:
El británico vive en la casa roja
El sueco tiene como mascota un perro
El danés toma te
La casa verde esta a la izquierda de la casa blanca
El dueño de la casa verde toma café
La persona que fuma Pall Mall tiene un pájaro
El dueño de la casa amarilla fuma Dunhill
El que vive en la casa del centro toma leche
El noruego vive en la primera casa
La persona que fuma Blends vive junto a la que tiene un gato
La persona que tiene un caballo vive junto a la que fuma Dunhill
El que fuma Bluemaster bebe cerveza
El alemán fuma Prince
El noruego vive junto a la casa azul
El que fuma Blends tiene un vecino que toma agua

¿Habéis conseguido resolverla? La solución es la siguiente:

1 Casa Noruego: amarilla, agua, Dunhill, gato.
2 Casa Danés: azul, té, blends, caballo.
3 Casa Británico: roja, leche, Pall Mall, pájaros.
4 Casa Alemán: verde, café, Prince, PEZ.
5 Casa Sueco: blanca, cerveza, Bluemaster, perro

Citas

“Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”.

“Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

“La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”.

“En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.

7820.- Para Lograr Tus Sueños Recuerda El Alfabeto

A - Amate a ti mism@.
B - Busca y cree en tus virtudes y habilidades.
C - Compréndete, para mejor comprender a otros.
CH - Chequea cuidadosamente las cosas y no seas engañad@, ni por fantasías, ni por ilusiones.
D - De la práctica viene la perfección.
E - Evita la gente, los lugares, las cosas y los hábitos negativos.
F - Familiares y amigos son tesoros valiosos; aprecia y protégelos.
G - Goza de la vida hoy, pues ayer ya pasó y mañana quizás no llegue.
H - Hay una solución para cualquier problema.
I - Ignora a los que tratan de desanimarte.
J - Jamás mientas, engañes, ni robes, y siempre haz un trato justo.
K - Kilómetros de obstáculos se eliminarían con determinación continua.
L - Lee, estudia y aprende sobre todo lo que sea importante en tu vida.
LL - Llega al éxito, esmerándote siempre.
M - Mantente fiel a tus sueños.
N - Ni te desanimes, ni te des por vencido.
O - Obra con buenas intenciones y da más de lo que pensabas.
P - Persiste, y lo que ahora parece difícil, se hará más fácil.
Q – Quiérel@ más que nada.
R - Renunciando nunca ganas y los ganadores nunca renuncian.
S - Sin titubeos ni excusas, sólo hazlo.
T - Toma control de tu propio destino.
U – Únic@ eres entre todas las creaciones de Dios, nadie te puede reemplazar.
V - Visualízalo.
X - eXamina y considera las cosas desde todos los puntos de vista.
Y - Ya es la hora de actuar y planear para el futuro.
Z - Záfate de las trabas creadas por tus dudas y lánzate a la tierra de tus sueños.

7819.- RECETA PARA VIVIR MEJOR

Matías Freigo nos envía esta receta, digna del mejor Chef:
En un cacerola derrita la inercia, la amargura y el tedio. Unte bien con mucha risa, especialmente sobre las propias tragedias. En bol aparte, pele y corte en tiras la ansiedad, pique fino el egoísmo. Ponga en remojo el yo hasta que se macere, pero cuide de no derretirlo enteramente.
El rencor (que es furia rancia) aplástelo contra una tabla, troce el reproche y la envidia. Tire a la basura el pellejo, la pereza para pensar, la vanidad de no cometer errores y la cobardía de no admitirlos. Deje largo rato bajo la canilla, hasta que se vayan por el sumidero, el remordimiento por el pasado, la culpabilidad por el presente y el miedo por el futuro. Amase todo con ternura, sin ahorrar algún gramo de locura.
No se preocupe si tarda en ablandarse: la impaciencia no es compatible con la ternura. Sazone con la defensa de algún derecho, propio, y sobre todo ajeno. Cocine al fuego lento de la pasión, pero vigile que no se queme. Para decorar, use armonía con la existencia y distribuya en la fuente combinando imaginación y lucidez. Deje reposar dos horas (o veinte años) y sírvalo con mucho amor.

7818.- VENECONOMIA 05/12/12

Castillo de naipes

Hugo Chávez ha armado su revolución comunista en las arenas movedizas de los controles de todo tipo. Y, como documenta la historia, todo gobernante que ha apostado a controlar y centralizar la economía, construye un castillo de naipes que termina por caer más temprano que tarde.
En Venezuela esto sucedió en 1988, finalizando el quinquenio de Jaime Lusinchi y que tanto daño hizo al incipiente Gobierno de Carlos Andrés Pérez II. Ahora, luego de nueve años de mantener Chávez un férreo garrote sobre los precios (y recientemente sobre los costos) de productos y bienes, así como sobre el tipo de cambio de la moneda, se están dando fuertes indicios de que la política de control chavista comienza a desmoronarse, en medio de la inflación, el desabastecimiento y la corrupción.
Este martes, el Banco Central de Venezuela informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 2,3%, 0,6 puntos porcentuales más que el de octubre (1,7%) y la tasa más alta en los 16 meses precedentes. Este importante incremento del INPC fue provocado principalmente por aumentos en la categoría que concentra buena parte del consumo como son los alimentos (3,2%), el más alto desde agosto de 2011, debido al alza de los rubros agrícolas (6,5%). Y lo seguro es que para diciembre los precios de los alimentos seguirán subiendo cuando se registre el impacto de los aumentos de precios de la harina de maíz, el café y el arroz, tres insumos básicos en la dieta familiar, que recién autorizó el Ejecutivo Nacional. En el incremento del INPC de noviembre también habría contribuido el alza de bebidas alcohólicas y tabaco (4,9%); vestido y calzado (2,3%) y esparcimiento y cultura (2,3%) renglones que están asociados a importaciones no prioritarias, y que no reciben divisas preferenciales, otra estrategia gubernamental para controlar la economía.
Sin embargo, no sería de extrañar, que el Gobierno comience a jactarse de que logrará terminar este año con una inflación alrededor de 18%, cifra por debajo de la meta inflacionaria de 2012 (20%-22%).
Lo que también es seguro es que nadie del Gobierno chavista mencionará que esta inflación es aún una de las más altas de los países de la región y del mundo; que la tendencia desacelerativa que se mantuvo desde noviembre de 2011 se logró en base a controles de precios (entre otros, 19 rubros de Sundecop) y retrasos en los ajustes para rubros controlados por el Gobierno este año y no a una política antiinflacionaria basada en mayor producción y mayor oferta. Ni dirán tampoco que esa política de controles ya se agotó pues la tendencia acelerativa de la inflación registrada de los últimos tres meses indica que los precios empezaron a sincerarse luego de la coyuntura electoral.
Y menos aún aceptarán que en estos 14 años del castrochavismo lo que ha campeado en el país gracias a su política castradora es corrupción, destrucción del sector productivo, y la ficción de un crecimiento de la economía basado en controles y no en productividad, competitividad ni en el juego de la libre oferta y demanda.

7817.- BUSTED…

People who still work ask me what I am doing nowadays; stating that now I am retired, I must have time on my hands.
Well, as an example, the other day, I went to the centre of town and entered the Post Office to collect a small parcel which had come for me.
I took less than 5 minutes to do this.
When I came out, a Traffic Warden was filling in a form for illegal parking.
I quickly walked up to him and said: “Come on, man! I have only been in there for five minutes! God will reward you for making a small gesture to a retired person."
He totally ignored me and continued to write out the penalty. The truth is that I got a little out of order with my comments and I told him he had no shame…
He looked at me coldly and started to fill out another penalty form, stating that the vehicle was not displaying a certificate of some “technical inspection”.
Then, I raised my voice, telling him I had not realised I was talking to an idiot, that I could not understand how the devil he had got the job.
He finished the second penalty notice, placed it under the windscreen wipers and started on a third penalty notice.
I didn’t hesitate and for 20 minutes I insulted him in every language, telling him certainly that he was a complete idiot and a bastard to boot.
He responded to each insult with a new penalty notice. With each notice he filled in, a smile came to his lips as he thought about the revenge he was exacting.
After the umpteenth penalty notice..I said: “Well, I have to go now. Here comes my bus!”

Since I retired, I try to amuse myself a little every day. It is important at my age not to get bored and to keep myself in good shape both physically and mentally…..

Tomado de la pagina de  David Fish  Gracias.