2012/09/27

7749.- Falta la encuesta definitiva

VenEconomía Opina, 27 de septiembre de 2012

No se podrá hablar de resultados de las encuestas a partir de este domingo 30 de septiembre y hasta el 8 de octubre cuando se conozca el resultado definitivo de la gran encuesta nacional del 7-O.
En la última semana, un gran número de encuestadoras ha dado sus retratos de la opinión de los venezolanos. Estas encuestas, a su vez, se pueden catalogar en tres grupos.
Un grupo donde se destacan Datanalisis, Hinterlaces y GISXXI, que le dan márgenes apreciables de ventaja al candidato Hugo Chávez. Un segundo grupo que incluye Consultores 21 y Varianzas que anuncian un empate técnico entre Chávez y Henrique Capriles Radonski o, incluso, una pequeña ventaja al candidato de la Unidad Democrática. Y un tercer grupo que incluye encuestadoras tales como Keller y Asociados y Datos, que no revelan los resultados de sus sondeos.
Para VenEconomia, las revelaciones del gigantesco margen a favor de Chávez que reporta el primer grupo de encuestadoras deben ser escudriñadas y reinterpretadas, por dos contundentes razones:
Tomando a lo anunciado por Datanalisis, por ejemplo, cabe notar que el trabajo de campo se hizo del 25 de agosto al 5 de septiembre, o sea a más de un mes de la fecha de las elecciones. Esto es relevante por cuando todas las encuestadoras reportan que la intención de votar por Capriles ha estado subiendo mes a mes desde febrero mientras que la de Chávez está estancada o en descenso. Todo hace pensar que estas tendencias se están manteniendo en septiembre.
A esto se le agrega el hecho de que el porcentaje de quienes no responden o dicen estar indecisos es inusualmente alto. Por ejemplo, la encuesta de Datanalisis le asignó a Chávez una intención de voto del 47,3%, vs. 37,2% para Capriles y un 15,5% está indeciso o que no respondió. Lo relevante es que todas las encuestadoras perciben que de los que no contestan, o que se califican de “indecisos”, la mayoría se inclina para Capriles, lo que le daría un margen de victoria importante al candidato de la oposición.
En su último trabajo de campo, Consultores 21 le preguntó a los entrevistados su intención de voto. Luego le entregaron a éstos un tarjetón para que lo marcaran y lo metieran en un cajón con muchos otros tarjetones, un equivalente a un voto secreto. El resultado fue que el apoyo a Capriles subió de 46,5% a 48,9%, mientras que el de Chávez se quedó en 45,7%, o sea sin cambio. Llevando esto a los resultados, pareciera que los encuestados le daban un margen de victoria a Capriles de unos 500.000 votos.
Con respecto al tercer grupo ha habido fugas ocasionales a la prensa (no confirmadas) de los hallazgos de estas encuestadoras que no publican los resultados de sus estudios. Según estas fugas, se corroboran los hallazgos del segundo grupo: Es decir que los candidatos estarían cabeza a cabeza, pero que Capriles es quien tiene el impulso.
Faltan aún 10 días para el 7 de octubre, y aunque no se debe cantar victoria todavía, VenEconomía estima un final de 6 puntos porcentuales (900.000 votos) a favor del candidato del progreso y la libertad: ¡Capriles Presidente!

7748.- ¿ Ingenuidad?

¿Ingenuidad hasta para "echar tierrita"?

ROMER A. ROMERO-MARTÍNEZ| EL UNIVERSAL

jueves 27 de septiembre de 2012 12:00 AM

"Toda autoridad usurpada es Ineficaz y sus actos son nulos"
Artículo 350 Constitucional. "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".
La ingenuidad pareciera eternizarse en el paisito. Empecemos con Caldera I, quien incumplió el ofrecimiento de las 100 mil casitas por año, destrozó la zona colonial de Maracaibo, y mostró una ingenua simpatía por guerrilleros ya militarmente derrotados. Estos luego ex guerrilleros sirvieron -a posteriori- para tutelar los asesinos indultados -no insultados, lamentablemente- por Caldera II: los del 4 de febrero de 1992. Finalmente, el hombre allanó la Universidad Central de Venezuela y promovió la creación de la Universidad Simón Bolívar, controlada en seguida por políticos sin oficio y autoproclamados "científicos", que después desembocaron en universidades privadas.
Hablar de Pérez I es rememorar el " barato/dame dos" y la abundancia del empleo. Hubo inversión a lo interno, como el programa de becas "Gran Mariscal de Ayacucho", que coadyuvó en la formación de mucho del talento criollo que confluyó en la Pdvsa de antes, Intevep, IVIC, universidades, y centros de R&D de empresas privadas ligadas al sector petroquímico y siderúrgico. Los resultados eran medibles y aguantaron a todas esas ex empresas productivas, destrozadas y vandalizadas por la ineptitud del "Dictador" y su cofradía de "dojos-dojitos" y cubiches. Lamentablemente, la plétora dineraria dio bitácora incontrolada a Pérez I, quien entre otras ingenuidades- regaló barcos a países secos y frigoríficos flotantes for ever. La ilogicidad de la política provocó su retorno, como un Pérez II empeñado ahora en recuperar el rumbo socioeconómico perdido por los 2 gobiernos que antecedieron. Quiso domesticar el Estado malversador, vía la implementación de políticas serias de macro y microeconomías que quizás ahora llamarían "paquetazo neoliberal". ¿Y qué si lo eran? Estaba tan en lo cierto que la actual dictadura lo copió-al-carbón, pero entregó la copia plagiada a una suerte de improvisadores del castrocomunismo financiero. ¡What a mess!
Lo fáctico es que la adecuación del Pérez II a la realidad facilitó ingenuamente al Caldera II. Éste supervisó el paulatino acostumbramiento del pueblo a la carestía sempiterna de todo, el desorden contumaz y sin castigo- en las finanzas públicas, y la inflación. Todo lo cual catapultó la antihistórica electoral de 1998: elegir Presidente al aún deseducado en asuntos gubernamentales.
Lo antes confirma la ingenuidad del venezolano, imbuido en el "principio del menor esfuerzo" a causa del rentismo petrolero ni sembrado ni regado- de los últimos 90 años. Es lo único que explicaría la ingenuidad de quien aún piensa que $1.284.000.000.000, peculados por los agentes de una dictadura de 14 años, no alcanzaron para acreditar sus alícuotas-partes, por lo que el "Dictador" necesita 6 años más. ¿O quizás sea estupidez infinita? También parecieran ingenuos los que, a sabiendas de que Capriles ganará el 7-O, están ya prestos a "echar tierrita" a los crímenes y desaciertos jurídicos intencionalmente cometidos por los robolucionarios, como en colaboracionismo para la armónica e inclusiva recuperación de la República y la constitucionalidad. ¡Yes, Louis! Recuerden que estos dos objetivos deberán pasar por el tamiz de la justicia, la cual sólo se alcanzará con el encausamiento y condena de todos los responsables. Así las cosas, no hay ingenuidad que valga en quien pretenda "echar tierrita".
El 350 sigue siendo constitucional. ¡No lo olviden!
romerromero@interlink.net.ve

 

Sin desperdicio.

7747.- Lloraras y lloraras…

Lágrimas en Miraflores

RUBÉN DE MAYO| EL UNIVERSAL

jueves 27 de septiembre de 2012 12:00 AM

Llorar a chorros./Llorar la digestión./Llorar el sueño./Llorar ante las puertas y los puertos./Llorar de amabilidad y de amarillo./Abrir las canillas,/las compuertas del llanto./Empaparnos el alma,/la camiseta./Inundar las veredas y los paseos,/y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Así comienza un conocido poema del poeta argentino Oliverio Girondo, que expresa el desenfado y la entrega que debemos poner en tan natural como liberador acto del llanto, que limpia y desahoga ojos y espíritu ante el dolor, la desgracia y la tristeza, haciendo pareja y yunta con todo lo que nos conmueve desde lo más hondo de nuestro ser.
Bienvenido sea este llanto, pletórico de genuino y desgarrado sentimiento, tanto en la mujer como en el hombre, muy distante de ese otro llanto de utilería, acomodaticio, manipulador y calculador.
El mismo Chávez reconoce la existencia de ese llanto manipulador cuando tildó, hace ya unos seis años, en el 2006, al presidente del Perú a la sazón, Alejandro Toledo, de llorón, porque éste iba a quejarse a la OEA, victimizándose, por la supuesta intervención de Venezuela en apoyo de la campaña electoral de Ollanta Humala.
A pesar de este reconocimiento de la existencia del llanto manipulador y falso, no necesitamos de Chávez para probar su existencia. Desde el antiguo Egipto ha existido la figura de la "plañidera", cuyo oficio consiste en derramar unas cuantas lágrimas por dinero en funerales y entierros.
Este llanto mercenario de la plañidera se hacía en ofrenda de un muerto muy señalado y respetado en la comunidad, y era un símbolo de encumbramiento y prestigio sociales. La plañidera se preparaba cuidadosamente para la ocasión, con pelucas de mucho bulto para jalarse dramáticamente los cabellos en signo de angustia frente al dolor y la desesperación. También acomodaba su voz para los lamentos y sufridos gritos de dolor, mientras pronunciaba pesarosas y tediosas letanías henchidas de fervor religioso. Todo este luctuoso acto donde se derramaban profusas lágrimas pretendía causar emoción y contagiar de tristeza a los circunstantes, constituyéndose en un verdadero espectáculo de chantaje moral.
Así nos sentimos muchos venezolanos cuando Chávez recientemente, en un discurso proselitista dado en Apure, se le quebró la voz por el llanto. Volvió a repetir aquello de "querer caminar por estas calles" (la primera vez lo dijo, hace no mucho, este mismo año, en relación a las calles de Caracas, que él deseaba recorrer), pero ahora eran las del Apure, en una perorata que lucía preparada y condimentada para conmover, con la diferencia que ahora no había nada por lo cual conmoverse. El Chávez que primigeniamente quería, aguantando las lágrimas, caminar por estas calles, las de Caracas en ese entonces, lo decía porque la tenebrosa muerte resollaba en su cuello y él deseaba apasionadamente aferrarse a la vida; su llanto contenido era sincero, había honestidad, así lo sentimos todos, chavistas y opositores. Pero ese llanto del discurso de Apure porque él quería ser libre de nuevo, pasear y parrandear como antes, pero ya no podía por el opio del poder al cual no podía renunciar, cual adicto y enfermo a la droga de dar órdenes y a que se le obedezca, nos pareció patético y bochornoso. ¡Qué soberbia la de este hombre al creerse imprescindible!
Acostumbrados a llorar, podemos distinguir la lágrima por dinero (y miren que se maneja mucho desde Miraflores, de ahí las lágrimas), el llanto mercenario, hipócrita y afectado de la "plañidera", para manipular y conmover intencionadamente, del llanto natural y sentido (que tanto a Escarrá como a todos nos sensibiliza), ése que se vive a solas, por mucho que se esté en compañía, como la experiencia íntima y fatal de la muerte. Llore usted, caudillo, pero si lo va a hacer, siga el consejo de Oliverio Girondo: hay que "llorarlo todo, pero llorarlo bien".
Twitter: @rubdariote
rub_dario2002@yahoo.es

7746.- a propósito de HOSVOL y Andar, Cecilia

Pues la verdad es que no había tenido el placer de escuchar o leer la letra de tal canción…

Comencé a caminar en España en el año de gracia del 2005 y tuve la suerte de pasar por Grañón una noche en que llovían perros y gatos. Esa noche fue de mucha importancia para mi vida pues me enfrente a la realidad de la vida del HOSPITALERO VOLUNTARIO, gracias a ese desconocido que allí hacia de Director de Orquesta. Llegué allí tocado por el camino…Días atrás una pareja de enfermeras de urgencias me enseñaron en muy viva demostración, lo que es entregarse al cuidado de otro ser humano en cuerpo y alma. Ante el sufrimiento de un peregrino que hacia el camino convaleciente de una severa operación abdominal, se enfrentaron a la ira de un medicucho que, falto del valor hipocrático, les reclamaba el haber solícitamente atendido al enfermo ( léase darle cariño y comprensión) mientras esperaban que pasara la noche y el galeno apareciese cuando a bien tuviera. Demostraciones sobre el hacer y el no hacer. Demostraciones de cómo atender a los peregrinos.

De manera que la mente estaba predispuesta para evaluar el trabajo de los albergues y, gracias a Dios, al llegar a Grañón, con todo y las limitaciones de ese día y del gran numero de peregrinos, y del peregrino de la operación, nos encontramos con estas personas que nos devolvieron la fe en la humanidad.

Al año siguiente solicité se me incluyese en uno de los Cursos que dictaron en Logroño y, cuando me aceptaron, planifiqué mi Camino del 2006 para coincidir con el curso y continuar posteriormente hacia Santiago.

Maravillosa fue esa experiencia, me gusto la planificación, la ejecución, el contenido, los presentadores, las presentadoras, el ambiente, el material de apoyo y, por encima de todo, conocí personas de gran valía… Hasta el NACHO me aceptó que lo llamara por este nombre… Ana, Marta, y las demás chicas y chicos que Aloise me guarda tan bien en el cerebro, hicieron que esa tan corta cita fuese una de las mejores experiencias de mi vida. De allí salí con la esperanza de que hubiese la oportunidad de presentarme como Hospitalero ese mismo año, por lo que muy grande fue mi alegría cuando a vuelta de teléfono me informaron que mas adelante en el Camino, en Ponferrada, me esperaban en tal y cual fecha para que debutase como figura.

Dicen que las cosas buenas y malas viene juntas, ese año fueron las buenas las que salieron adelante en mi camino… me presente en Ponferrada con unos cuantos días de antelación a la fecha prevista y eso me dio la oportunidad de conocer a Joseph, el Hospitalero a quien reemplazaría. Caballero de las islas británicas, parco, calmado, hábil, inteligente, paciente… muy paciente, me explicó los detalles, me presentó a los demás integrantes del grupo, me puso en autos…

Y claro, conocí a quienes manejaban el Albergue , a Miguel Ángel, cabeza visible del clero local a los efectos del albergue, solucionador de problemas, medico de cuerpos y almas, mediador, siempre dispuesto a meter la mano por los demás. Evaristo, el hombre rudo que se nacionalizó como alberguero de Ponferrada y allí se quedó, casi sin salir, de pocas palabras, honrado, vigilante… a Él y a Joseph les obsequié, en muestra de mi amistad, una estatuilla de un Templario, porque en ellos vi representado, con creces, el espíritu indomable del apoyo a la causa.

Y un buen día, magnifico realmente, se apareció por allí el Señor José.    Señor con S mayúscula, mecenas del Albergue… gracias a Él se construyó y se mantiene ese albergue. Nadie mas que el tiene la “culpa” de que ese albergue exista… combatiendo en todos los frentes y contra todas las banderas… a pesar de las triquiñuelas y dimes y diretes y nacionalidades y demás banalidades pueblerinas… se construyó, se refacciona,  se piensa en su futuro y sigue siendo uno de los mas grandes y mejores Albergues que he conocido en mis seis Caminos de Santiago.

Niño pequeño: problema pequeño…Niño grande: problema grande… Mayor cantidad de “Asesores”, mayor cantidad de “gorrones”, mayor cantidad de Peregrinos, mayor influencia en la comunidad, mayor posibilidad de recibir “visitantes no deseados”, todo ello resumido en labor de 24X24X15… Grandes y múltiples áreas de servicios que requieren de una muy prolija limpieza pero, con que orgullo te diriges a la puerta de entrada de los peregrinos para abrirla, después de haberle pasado revista a todo el complejo y estar satisfecho con lo que has inspeccionado.

Es muy gratificante y hay que darle gracias a Dios por habernos permitido estar allí colaborando con esas personas que jamás nos recordarán, contribuyendo a que su descanso en una noche de su vida fuese agradable, fecundo, natural, no recordable por incidentes tontos sino por amabilidad, buenas costumbres, tranquilidad y bonhomía.

Esto me lo enseñaron en mi curso de Hosvol, lo reconozco, lo agradezco y lo promociono. 

Muchísimo me gustaría acompañarles en esta reunión de Diciembre, pero… “la Mies es mucha y los obreros pocos”… “El vuelo es largo y el dinero es poco”.

Pido al señor me de la oportunidad de visitarles y acompañarles en algunas actividades para tener en vivo todo lo que ahora es solo recuerdos… muy gratos, pero… recuerdos…

Chao.

7745.- HOSVOL Sep2012

Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago en España
Aptd 315. 26080-Logroño (La Rioja) Telf.. 941.24 56 74. Fax 941.24 75 71
E-mail: hosvol@caminosantiago.org  caminosantiago.org

BOLETÍN INFORMATIVO. Nº 58
Septiembre de 2012
SOBRE LO EXCESIVO
Lo reconozco: pienso en el Boletín de Hospitaleros cuando se acerca el momento de tener que prepararlo y enviarlo. Pocas veces –salvo los tristes anuncios de amigos hospitaleros que se han ido y la agenda de convocatorias- tengo preparado de antemano lo que va a ir en esta hoja volandera.
Esta vez, tampoco ha sido distinto. Así que, sólo en los últimos días, se presentó ante mí el tema para el número de septiembre: lo excesivo.
Fue viendo el exceso de algunos hospitaleros cuando intuí que este podía ser el tema y que puede dar para un rato de reflexión. Y recordando que a lo largo de este verano he visto el exceso en lo que estamos haciendo, me lancé a ello.
Exceso en lo que se ofrece olvidando un básico principio de austeridad: llevados, estoy segura, por la ilusión de ser hospitaleros, el sentido del deber y el del compromiso –por otra parte tan distante en otros “hospitaleros” que no han entendido qué es esto del compromiso- algunos de entre nosotros construyen una acogida que termina midiéndose casi en exclusiva en lo material: cenas compartidas que parecen las de las bodas de Camacho, ambientes súper cargados de información, adornos desmesurados…
Exceso en el comportamiento de los hospitaleros que equivocan acogida y calidad con hacer del albergue un resort TI (ya sabéis: todo incluido) en el que el peregrino tiene que estar ocupado con todo lo que para él se ha preparado mientras esté en el albergue.
Todo eso es excesivo. Los peregrinos necesitamos un lugar donde descansar. Un sitio donde “abandonar” por unas horas nuestras pertenencias; un lugar seguro. Un espacio para compartir vivencias y emociones. Y tiempo también para el silencio y para la oración.
Eso es lo que deben procurarnos los hospitaleros.
Pero ideas equivocadas de cómo se ha de proceder llevan como resultado que el lugar para descansar está limpio pero no lo suficiente porque ya desde pronto por la mañana las energías están muy gastadas o porque no se ha dormido bastante al no ser capaces de racionalizar la fuerza de trabajo. Que el espacio y el tiempo para compartir entre los peregrinos están tan organizados y normalizados que hay poco espacio para la espontaneidad.
El Camino siempre tuvo hospitaleros (gente hospitalaria, en verdad) que facilitaron a los peregrinos llegar a Santiago y hasta hace relativamente poco tiempo no era posible asistir a estas “ceremonias de la acogida” en ocasiones muy alejadas de la tradición. Sal y fuego eran ofrecidos, junto a un techo, a los peregrinos. Y era suficiente aunque no pretendo yo que volvamos a tal cosa. Pero ahora si no hay para cenar una ensalada no sé cómo, una pasta a la no sé qué o exquisiteces culinarias varias, los hospitaleros no se sienten tales y resulta que la acogida pasa solamente por ahí y no por procurar tener la sonrisa ancha y la voluntad de servir.
Me declaro absolutamente culpable de lo que arriba expongo porque formo parte de los cursillos de nuevos hospitaleros y, entiendo, que no transmitimos bien qué debe hacer un hospitalero: sin pasarnos de la raya, haciendo una acogida normal, sin alharacas, porque no estamos obligados a más de lo que ellos –los peregrinos- puedan esperar.
Y de nuestro modo de hacer dependerá que los caminantes elijan en qué albergue parar porque así se lo han recomendado en lugar de dejar al camino que les haga el Camino.
Tenemos un material precioso con el que trabajar –por el que trabajar- pero estamos a punto de pervertir todo lo que nos animó a ser hospitaleros porque lo encontramos por el Camino: fraternidad, calidez, espiritualidad, austeridad, humildad…; he oído comentar a un hospitalero tras anunciar lo que había para cenar y, ante mi sorpresa por lo pantagruélico, que lo hacían porque los peregrinos se lo merecen ¿? No creo que se trate de dar un premio por haber llegado hasta esa meta sino de procurar el descanso para alcanzar otra meta más, hasta la pensada por todos.
Tanto exceso, ¿tendrá que ver con no saber medir la emoción de ser hospitalero? o ¿no será que queremos perdurar en gente que no veremos más? En los cursillos de novatos decimos siempre que el mejor albergue es ese que funciona sin que parezca que alguien lo dirija; y que cuando el peregrino recuerde esa jornada, a sus compañeros, al albergue, también recuerde al hospitalero pero se pregunte ¿cómo se llamaba?
Y hago mía, Joaquín, esta estrofa de “El caso es andar” de Cecilia porque viene al pelo esto último que comento:

No dejo rastro ni huella.

Por no ser ni soy recuerdo.

Yo paso haciendo silencio, sin ser esclavo del tiempo.
El caso es andar.
El caso es andar.

Y el caso es que hablo de novatos y de sus cursillos y, por esta razón, quizá algunos piensen que me estoy refiriendo a nuevos hospitaleros cuando relato lo anterior; no, en lo que hemos observado este verano se cuentan novatos y también veteranos que ya han “hecho callo” y que no piensan cambiar su manera de actuar porque saben que generan dinero en el albergue y por eso saben –lo saben, están seguros- que su modo de proceder es el pertinente.
Pero también hay otros excesos, justo por el extremo contrario: hospitaleros que no hacen nada de lo que se les ha encomendado. No acogen: sólo indican dónde dormir; no acompañan: están en su habitación o no se mueven de la recepción; no limpian: y después los siguientes hospitaleros te muestran cómo dejaron el albergue o te lo afean los responsables del albergue; no se interesan por los peregrinos salvo para saber el número de ellos, por lo de la paella que harán para ser admirados…; no son capaces de acoger a sus compañeros, los que les van a suceder porque aún no es día 16.
Desde luego este exceso en dejarlo todo al devenir no es admisible porque con su recuerdo, con la imagen que dejan –la suya- va la imagen de Hospitaleros. Y puede que aquí, en este caso, tampoco se acuerden del nombre del hospitalero porque tiene un sobrenombre: el pasota, el sobrado, el aburrido de ser hospitalero, el que no tiene interés por los peregrinos (y alguno más menos delicado)
Y va el Camino y vuelve a hacer de las suyas: dándole vueltas a qué escribir y a cómo hacerlo, esto del exceso iba en cabeza de lo posible. Y cuando nos reunimos hace unos días para organizar el Encuentro de diciembre se puso ante mí una frase de Antonio Gaudí: la originalidad consiste en regresar al origen. Resulta que siete palabras resumían todo lo que se me agolpaba como idea para este boletín. El origen, el nuestro, fue la austeridad y el trabajo bien hecho. No lo perdamos de vista.
Buen otoño.-

7744.- Andar…Cecilia

Andar

Cecilia

Aunque el camino sea estrecho,
El polvo se pegue al cuerpo,
Aunque los vientos me arrastren,
Sigo mis sendas sin lastre

Andar como un vagabundo,
Sin rumbo fijo, sin meta,
A vueltas de veleta,
Al soplo del viento al azar,
El caso es andar
El caso es andar

No me pertenece el paisaje,
voy sin equipaje por la noche larga,
Quiero ser peregrino por los caminos de España
Quiero ser peregrino por los caminos de España

No me propongo destino,
No quito puestos a nadie,
Porque mi puesto es el aire,
Como el olor del buen vino

Sabiendo que nunca es tarde,
Mi pie siempre en el estribo,
Y cada paso que piso,
Un paso menos que dar,
El caso es andar,
El caso es andar

No me pertenece el paisaje,
voy sin equipaje por la noche larga,
Quiero ser peregrino por los caminos de España,
Quiero ser peregrino por los caminos de España

No dejo rastro ni huella
Por no ser ni soy recuerdo
Yo paso haciendo silencio
sin ser esclavo del tiempo

Por límite el horizonte
Y por frontera la mar
Por no tener ni tengo norte
Y no sé lo que es llegar
El caso es andar
El caso es andar

No me pertenece el paisaje,
voy sin equipaje por la noche larga,
Quiero ser peregrino por los caminos de España
Quiero ser peregrino por los caminos de España

 

http://letras.terra.com/cecilia/1251638/#selecoes/1251638/