2012/03/13

Tres ases de oro

Este fin de semana Banesco Internacional brindó nuevamente a los venezolanos la oportunidad de escuchar “Palabras para Venezuela”, esta vez de boca de tres ex presidentes iberoamericanos de gran prestigio.
Se trata de Fernando Henrique Cardoso de Brasil, Felipe González de España y Ricardo Lagos de Chile.
Un trío de oro fogueado en la lucha contra las dictaduras establecidas en sus países, luchadores por el restablecimiento de los derechos democráticos y sociales de los ciudadanos. Cada uno con un récord de éxitos extraordinarios en sus respectivos países, donde tuvieron que sortear fuertes dificultades económicas y sociales.
Una síntesis muy somera de sus logros incluye:
Los de Cardoso, uno de los creadores del Plan Real –el programa económico que contuvo exitosamente la inflación que azotaba a Brasil– quien profundizó durante su Gobierno la apertura económica del país y promulgó la Ley de responsabilidad fiscal. Defendió y garantizó el respeto a la institucionalidad democrática.
González, por su parte, consolidó durante su mandato la democracia de España, siguió una política económica liberal, promovió la reconversión industrial y aplicó profundas reformas sociales, entre ellas: la modernización y universalidad de la educación, así como en el sistema sanitario y la seguridad social.
Lagos, quien en sus dos períodos presidenciales avanzó en el respeto a los derechos humanos, así como en importantes reformas sociales, en especial en materia de protección al desempleado y a las familias; incorporó mejoras en materia de salud y profundizó la igualdad de acceso y en la recuperación de la educación pública en Chile.
Es importante destacar que, sin menoscabar la claridad de los conceptos, pero con la discreción que otorgan “los 150 años de experiencia política” que acumulan los tres ex presidentes, estos líderes continentales reflejaron un interesante consenso de lo que deben ser las políticas económicas y sociales de un país exitoso.
Entre otros ítems vale mencionar, en lo económico: La promoción del crecimiento económico, con inversión productiva tanto en las empresas públicas como las privadas. La no injerencia de la política en las empresas públicas, las cuales deben rendir cuentas y ser competitivas. Crecimiento con equidad es crecimiento con redistribución del ingreso. Distribuir los frutos del árbol, no el árbol, que es el que da la bonanza. Los hacedores de política están obligados a pensar en la próxima generación y no en la próxima elección.
En lo político: Es esencial el respeto a la libre convivencia democrática, privilegiando el diálogo a la imposición. El poder tiene legitimidad de origen en democracia por el voto, pero tiene legitimidad de ejercicio por el respeto. 
La sociedad venezolana debe aprender de la confluencia de otras tres mentes tan preclaras y de su mensaje sobre los valores de la democracia, el respeto a las decisiones ciudadanas y la productividad de los estados como los ejes que sostienen el desarrollo y progreso de los pueblos.
Disponible en inglés en: www.veneconomy.com

Editorial de El Nacional del 13/03/12

El cáncer social

13-Mar 06:19 am|El Nacional

¿Cómo es posible que hayamos llegado a este infierno cuando se supone que el pueblo eligió a un militar para que impusiera mano dura contra el hampa y la corrupción?

Fachada de la morgue de Bello Monte

Fachada de la morgue de Bello Monte | Alex Delgado

Ayer la agencia AFP trasmitió un despacho sobre el tema de la violencia en Venezuela que no sólo le quita el sueño a cualquiera, sino que le paraliza la respiración hasta a los más veteranos actores de la serie de televisión CSI. Pero el tema no se presta para juegos ni chistes porque la AFP es una agencia seria y responsable y además basa su escrito en el "primer estudio anual del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana de Caracas".
De acuerdo con ese informe "el año pasado fue el más sangriento en la historia reciente de Venezuela, con la mayor tasa de homicidios y secuestros, a la vez que la violencia en las cárceles se cobró un número récord de muertos y heridos".
¿Cómo es posible que hayamos llegado a este infierno cuando se supone que el pueblo eligió a un militar para que impusiera mano dura contra el hampa y la corrupción? ¿Dónde está ese salvador de la patria, ese superhombre que arreglaría este destartalado país y lo convertiría en una tacita de plata? Pues la verdad es que en vez de pacificar el país más bien le ha prendido candela por los cuatros puntos cardinales, promoviendo la guerra entre hermanos y sembrando el odio y la destrucción, acentuando las diferencias y borrando cualquier acercamiento entre los venezolanos.
De aquel hombre fuerte que gritaba y amenazaba a la sociedad, en especial a los adecos y los copeyanos, ya no queda nada, apenas es una suerte de cantante jubilado de mariachis y joropos al cual no le queda voz sino un chisguete.
De aquel enemigo de Dios y la Iglesia ha surgido ahora un monaguillo reclutado a destiempo, más por interés en curarse de su mal que por el amor verdadero a la fe cristiana. Igual comulga y se traga una hostia del tamaño de una pizza cuando desprecia a la burguesía de antaño, y protege a su boliburguesía abonada con los petrodólares y los dineros de las corruptelas de los grandes contratos. Hoy nadie duda de que sus principales colaboradores civiles y su entorno íntimo militar nadan en la abundancia y merecen estar en la lista de millonarios de la revista Forbes.
Mientras tanto, el país se derrumba, somos una nación que se deshace en la incertidumbre de una enfermedad que avanza y la fecha impredecible de una muerte anunciada. Sea lo que fuere, y más allá de este escenario absurdo e innecesario en el que el futuro de Venezuela depende de adivinos que interpretan los caracoles, está un país que muere a un velocidad mayor a la de su presidente y no precisamente por cáncer.
Citando a la AFP, "de los 19.000 homicidios registrados en 2011 en Venezuela (...) 3.488 tuvieron lugar en el Área Metropolitana.
(...) 93% de las víctimas registradas en 2011 en Caracas eran varones de entre 15 y 24 años y la inmensa mayoría murió a consecuencia de los disparos de un arma de fuego, con el robo como principal móvil (23%), seguido del ajuste de cuentas (9,3%)".
Entonces ¿cuál es el cáncer? ¿Socialista o militar rojito?

Recuérdese que “El Nacional” ha sido desde siempre el periódico de la Izquierda “pensante” de este país…

A la hora del cataclismo hay que desmarcarse… como siempre.