2015/04/15

263245.- Poema Llanero

Los Llaneros le sacaron un poema al Presidente: NICOLAS MADURO:
Señor Nicolás Maduro, el OBRERO PRESIDENTE
Asi se hizo llamar en su campaña reciente..
 Usted que viene de abajo, que sufrió supuestamente...
La pobreza más extrema y aguanto el hambre inclemente.. 
Que cuando llego a Caracas dormía debajo de un puente..
Por qué no quiere escuchar el clamor de tanta gente?
Usted que heredó de Chavez la REVOLUCIÓN VIVIENTE..
Un emporio petrolero el mayor del continente.. 
Con el crudo a más de 100, que genera buen billete..
Lo miro más enredado, que venao en taburete!! 
Si es tan cierto que ganó su elección tan limpiamente.
Por qué no contó los votos como se hace normalmente?
Usted que en Puente Llaguno lo vimos tan combatiente..
Atacando a un pueblo noble que marchaba libremente.
Esta Patria ya no quiere, que usted sea su Presidente!!
Usted que igualito a un loro repite constantemente
El discurso de Hugo Chavez quien hoy ya se encuentra ausente..
Está llevando a esta tierra, hacia un fracaso inminente..
Y para muestra la crisis, que vivimos diariamente..
Por lo que le estoy diciendo, espero no se moleste..
Ejerzo aqui mi derecho de expresarme libremente.
Y decirle con mi verso de una manera decente. 
A través de estas palabras todo lo que el pueblo siente...
A tildado de golpista a todo aquel que se exprese..
Siendo un sagrado derecho que ejercemos legalmente.
El país hoy pasa hambre no hay leche, harina ni aceite...
y en las calles de hoy en dia mandan son los delincuentes..
Atracan, roban y matan, por doquier salvajemente..
Y todavía usted no quiere que nuestro pueblo proteste!
Y culpó a Leopoldo López tildándolo de insurgente..
Y como juez y verdugo a ordenado que lo arresten..
Son más de 20 millones no es Leopoldo solamente..
Quien está clamando un cambio, y de una manera urgente..
Esta nación tan hermosa necesita es un gerente.. 
Y si para gobernar no se siente competente.
Por el bien de VENEZUELA RENUNCIE HUMILDEMENTE!.....

236244.- Veneconomia Opina, 15 de abril 2015

Una cucharada de la propia enfermedad

El gobierno de Nicolás Maduro está desbordado por la crisis económica generada por su política de controles. Pero, repotencia e intensifica aún más los controles del tipo de cambio y de precios cuando lo sensato sería rectificar el rumbo y desmontar los controles.

Dos de las últimas medidas tomadas por el Ejecutivo Nacional en materia de controles son: el recorte de los cupos de viaje y la centralización de suministro de los fármacos de enfermedades crónicas. Ambas medidas evidencian que la élite al mando de la economía no logra, o no quiere entender que ese camino sigue empujando al país al infierno de la escasez y la corrupción.

Se puede decir, como lo indica el economista Enrique González Porras, en su artículo “¿Control Transitorio Administrado de Precios?” que saldrá publicado en VenEconomía Mensual de abril, que “el remedio no puede ser una cucharada de la propia enfermedad, ni tiene lógica normativa alguna legislar y actuar sobre efectos, dejando las causas intactas”.

Explica González Porras en su análisis que parece un exceso que se proponga un tal “control transitorio administrado”, que implicaría mantener los controles de precios –entre otros los del tipo de cambio–, porque “se cree que liberar los controles, previamente al aumento de la producción”, terminaría siendo contraproducente.

Para el economista esto “sugeriría negación absoluta o presunción de inoperancia del sistema de precios y de la soberanía del consumidor, sustituida por acciones burocráticas-regulatorias”. Y que “salvo que se demuestre con argumentos y evidencia dura, resulta una posición ad hoc proponer la continuidad de los controles”.

Advierte que “tal posición partiría, primero, del prejuicio de que todas las empresas sometidas a controles de precios poseen posición de dominio e incentivos para explotarla; y segundo, que los controles de precios no constituyen una de las principales fuentes de las distorsiones económicas en la actualidad”.

Sostiene González Porras que “los controles de precios por constituir restricciones a la libertad y a los derechos económicos representan una sanción, que bajo el imperio de la Ley –existencia de Estado de Derecho y Debido Proceso- exige un procedimiento administrativo (si la estructura regulatoria obedece a la tradición del derecho administrativo europeo continental) o un juicio (si responde a la tradición del Common Law)”.

Explica que la existencia de “causas inflacionarias como el financiamiento inorgánico del déficit o el exceso de liquidez para el nivel de la actividad económica y de la oferta de bienes y servicios; poco o nada podrán hacer los controles de precios –salvo fomentar mercados negros, paralelos, arbitraje y contrabando de extracción-”.

En definitiva, como puntualiza González Porras, “los controles de precio no constituyen instrumentos ideales para tutelar la equidad y mucho menos para el control inflacionario. Para el primer caso existe la política fiscal, de transferencias y subsidios y para el segundo caso, las políticas de estabilidad macroeconómica. De hecho, la inflación constituye un mal público y no el producto del ejercicio del poder de mercado generalizado, tesis que carece de micro fundamentos”.

Recuerda el economista “que la inserción social y laboral y el resguardo del poder de compra de la moneda, de los sueldos y los salarios, no se logran por medio de los controles de precios, sino por medio de incentivos dinámicos a favor de generar actividad económica y empleos y mejorar la productividad como bien social clave para generar riqueza y bienestar”.

Y para concluir, deja sentado que “cuando existen severos problemas de escasez, los controles de precios como reglas burocráticas de reparto del valor del bien, resultan absoluta y totalmente inocuos sobre el bienestar social, porque no reconstituyen pérdida de eficiencia asignativa ni aumentan la demanda satisfecha”. Es decir, no promueven aumentos de producción con lo cual se profundiza la escasez.
Editores de VenEconomía