2008/09/12

Y ahora "El Noveno Mes".

Arrancó Septiembre y de inmediato las nubes que esperaban por nosotros desencadenaron el pandemónium que nos tenían preparado. En apocalíptica secuencia se han ido presentando los jinetes y no paramos de asombrarnos cuando, uno tras otro, se van levantando los nuevos cúmulos haciendo ver como insignificante al que de inmediato les precede. Con horror vemos aparecer en nuestro entorno enfermedades causadas por bacterias desconocidas o ya sacadas de circulación por la ciencia; contemplamos con desolación como, en pena ajena, las familias se desangran por causa de la mala praxis y con sorpresa damos el pésame a los deudos de aquellos que por quien sabe que razones han sido escogidos por el hampa política o el hampa tradicional para ser raptados y, sin causas aparentes (ninguna aceptable o perdonable) son eliminados de la más abyecta forma.
En lo tocante a nuestra juventud, futuro de la Patria, vemos con asombro como el montaje que se hace de la "nueva" educación solo tiende a desmoralizar al individuo, a volverlo simple y llanamente un esclavo de quien ostente o se crea el ostentador del poder divino; contemplamos con rabia y pavor como vamos alcanzando, nosotros que nos veíamos como un país en desarrollo, el desastre descrito en tantos libros que muestran lo que los imperios, no EL imperio, sino LOS imperios, han hecho de África. Citando libremente por ejemplo a John Le Carré en "La Canción de los Misioneros" hablar de ..un país que se ha convertido en el hazmerreir de América Latina, violado, saqueado, destrozado, arruinado, corrupto, criminal, engañado y ridiculizado, conocido entre todos los países del Continente por su incompetencia, corrupción y anarquía.. ..en espera de alguien que traiga la paz y no la guerra, el maná y no el hambre. Que construya en su tierra escuelas, carreteras y hospitales y nos procure una administración eficiente en lugar de una corrupción ruinosa..
Y ahora que hacemos...? tal como en nuestras fabulas infantiles, al presentarse la ocasión de discutir de tú a tú con los oponentes, recurrimos al primo fortachón que venga a ejecutar el amedrentamiento y nos mantenga esclavizados per sécula.
Pero parece que como ese método se utilizaba con éxito en los primeros días de la raza humana, tenemos que seguirlo utilizando hasta que de la galaxia infinita nos venga el rayo salvador que golpee la neurona del dirigente de turno para que, en su bondad infinita, nos obligue a cambiar del detestable rumbo del progreso evolutivo hacia el rumbo de la pavorosa revolución instantánea que los nuevos dioses puedan hilvanar para su mejor aprovechamiento personal.
Cual caballo apocalíptico nos falta...? Estamos pasando por huracanes, volcanes, marejadas, terremotos, guerra, destrucción, hambruna, barbarie.
Wikipedia nos describe a los Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis indicándonos que "la imagen de caballos viene desde el libro de Zacarías, en donde se establece que son enviados por Dios. Montando cada uno un caballo con un color característico, estos jinetes llevan plagas a toda la humanidad (recordando que el número 4 representa a toda la Creación, por lo que las plagas se extenderían entonces por toda la Tierra). Recordando el significado de los colores, la interpretación más común de lo que cada jinete representa sería la siguiente:
Caballo rojo, representa la sangre y la guerra.
Caballo negro, representa el hambre.
Caballo verde o amarillento, representa la muerte, o para otros la enfermedad.
Caballo blanco, representa para algunos la muerte, por el hecho de que vence siempre, pero para otros, por el color, por el hecho de que porta una corona y por el hecho de que los cristianos no creen que la muerte sea invencible, representaría más bien a Cristo (o a un jinete en su representación), haciendo referencia también a Ap 19:11-21, donde vuelve a aparecer el caballo blanco, con Cristo montándolo. (Prévost 2001: 38; Vanni, 1982: 53-54)"
Así pues que pareciera que estamos en pleno apocalipsis nacional...
Dios nos guarde y de un buen futuro a la Patria.

El hasta luego a mi Hermano Juan Manuel

Esta es una entrada muy personal pues en ella trato de expresar agradecimiento a todos aquellos que durante el proceso de la enfermedad de mi hermano tuvieron contacto con él y a quienes, al conocer la noticia de su fallecimiento, acudieron a darnos aliento y compañía. Para nuestra familia ha sido un trago muy amargo el hasta luego de mi hermano Juan Manuel, Hermano, Compañero y Amigo, el hombre familia en una palabra... pero allí han estado todos Ustedes, Hermanos, Compañeros y Amigos, haciendo realidad el viejo compromiso de la amistad que severamente reza: "De antes, de ahora.. y para siempre." En la amargura de la despedida hemos encontrado en Ustedes la plataforma de solidaridad que por años hemos cultivado en nuestros corazones y que, una vez más, ha quedado plenamente demostrada. Hemos sido testigos de una despedida masiva que no atendía a compromiso social alguno sino que, por lo contrario, rebosaba del cariño filial que siempre nos han brindado y que, con humildad, esa humildad que siempre fue la característica de Juan Manuel, queremos agradecer. Gracias por acompañarnos y por dedicarle esas palabras tan hermosas que cada uno pronunció cuando unidos en el abrazo fraterno lloramos su partida. Quiera El Señor premiarles a todos y cada uno de Ustedes quienes le ayudaron a dar sus últimos pasos en calma y confort, a pesar de las dificultades de la enfermedad que padeció; a todos los integrantes de la gran familia del HOSPITAL DEL IVSS de Mérida, a los médicos y enfermeras tratantes, al personal de seguridad y al personal de apoyo, larga lista de buenos samaritanos que le ayudaron con apremio, conocimientos, cariño, cortesía y buena voluntad. Que a todos y cada uno Dios les centuplique lo que con tanto corazón le dieron a nuestro Hermano Juan Manuel. Un ANDIGENA partió y ahora nos espera...