2014/01/19

8226.- Entregar la autoridad...

Hay actitudes que aceptamos sin chistar y en el acto de aceptación entregamos mucho mas de lo que nos imaginamos, a veces si nos damos cuenta pero nos parece hasta risible levantar nuestra voz en contra de lo que solapadamente nos imponen, decimos que "así como vino se irá", "eso no durará", "al final la verdad saldrá y todos nos daremos por enterados", etcétera.. 
Esa actitud nuestra se convierte en una "moda" que solo esconde nuestra pereza, indolencia, irresponsabilidad, falta de atención, entrega de nuestro albedrío y cualquiera otra que a usted se le ocurra y que, a otros, les es útil.. 
Para muestra basta hablar de las frasesitas que anteceden, por Ley, a la presentación de cualquier espectáculo televisivo o radiofónico, nos dicen que el siguiente espacio puede ser visto por menores de X años sin la supervisión de sus padres, representantes, etc., etc. no se concretan en decir los elementos (¿?)dañinos que pueda tener el programa sino que pretenden imponer sus criterios por sobre los que tenga la familia y lo hacen "con carácter de Ley".
El bien y el mal decididos por unas personas a su libre "juicio" o "prejuicio" pasando por sobre su propia obligación constitucional de "orientar" sobre el contenido del espacio, colocándose en abierta conflictividad con la AUTORIDAD FAMILIAR que, independiente de la Ley, es quien tiene la responsabilidad por la crianza de los hijos. 
Todos recordamos los discursos o entrevistas en que se han desparramado palabras obscenas y llamadas a la violencia en los últimos años y en esos instantes, jamas, se ha hecho mención a la inconveniencia de que los infantes sean espectadores de tan bochornosos actos.
Hemos sido testigos de estos eventos a distintas horas del día y de la noche.
!Desamparada la familia ante la "autoridad"!.
Cuando el niño pregunta: ¿Papá, y esos son los que hacen las Leyes?...  ¿Y porque ese señor dice eso y Tu no me dejas decirlo? ¿Y porqué ese señor los llama xÇJ7sh?
¿Que respuestas "LÓGICAS" se le pueden dar sin arremeter contra la autoridad familiar?
Cabria preguntarnos si los actores de esas obras "prohibidas" tienen alguna responsabilidad legal presente y/o a futuro por sobre lo que expresen ante micrófonos o cámaras, bien sea por lo obsceno o lo taimado o lo falso de sus expresiones. Igual pregunta sobre las confesiones de parte, cuando tratando de ser héroes facticos se muestran como gatillos alegres de otras épocas, facinerosos nunca descubiertos, zapadores de la vida constitucional, instigadores de intrigas, agavilladores y otros tantos remoquetes que, en aras de "algo" han profesado en algún momento y de los cuales ahora hacen gala sin temor alguno a la sacrosanta Ley. 
Es básicamente ante ellos que entregamos la autoridad familiar. 
¿Con que derecho entregamos nuestra autoridad?