A propósito de la celebración del día de la mujer se escribieron y publicaron muchos artículos de muy variada índole exaltando las virtudes y cualidades de las féminas del mundo. Desde todo punto de vista es loable lo que se trata de hacer, enaltecerlas, a ellas, quienes dedican su vida a la familia, a los hijos, a la enseñanza, a la vida, a las artes, a las religiones… por eso entre todos los artículos me pareció muy importante uno que vino en un periódico de Caracas en el cual se hablaba de los diversos y extraños trabajos que les tocaban en suerte a las mujeres. Como todo en nuestro país esta ligado con lazos de sin igual valor, tocó también en suerte que apareciese una nota sobre un incidente en que murió un guardaespaldas de un Director de Orquestas Sinfónicas. La mente se lanza al vuelo y pensamos en que en nuestro país, y en el mundo, tenemos Directoras de Orquestas Sinfónicas que seguramente tendrán que llevar como compañía a otros guardaespaldas, damas y caballeros, para sentirse seguras cuando estén transitando por estas calles de Dios. Ya las compañías de seguros tendrán que cambiar las tarifas para asegurar a los músicos, ya esa profesión presenta riesgos reales. Y allí empieza a girar el trompo, también requerirán de guardaespaldas las locutoras, periodistas, políticos, médicos, abogados, odontólogos, enfermeras,cantantes, actrices, profesoras, monjas, en fin, todas, por cuanto que de una forma u otra estarán en contacto con personajes importantiiiiiisimos, con casos de muchísima relevancia, con informaciones importantísimas, con diagnósticos impresionantemente peligrosos para la salud el país…
En el mundo de la inseguridad mucha gente vive del miedo de los demás y parece que ese mundo se hace cada vez mas floreciente. En nuestra realidad se hacia cuesta arriba pensar en brindar protección a un Director de orquesta sinfónica… tal vez, eventualmente, por un problema personal, por una discusión en una fiesta que diese origen a una muy particular situación, pero, seguramente no a tiempo completo…
El país y el mundo han cambiado, los países bananeros que antes querían salir de esa desastrosa condición aparente, ahora tratan de mantenerse en ese perfil y lo primero que asoma es la condición de pueblos que viven bajo la égida de la inseguridad…
Libre albedrio