Editorial de El País, Es del 2abr2012
El debate sobre el mantenimiento del esfuerzo en I+D+i en España debe mirar a largo plazo
El País 2 ABR 2012 - 00:01 CET
La comunidad científica ha lanzado un mensaje de alarma ante la previsible profundización de los recortes en los recursos dedicados a la investigación y el desarrollo en nuestro país. A partir de los ochenta, España experimentó una notable mejora en su capacidad investigadora, traducida en un creciente porcentaje del PIB destinado a la I+D+i, el aumento de nuestras contribuciones científicas y nuestra presencia en proyectos internacionales y la aparición de generaciones de jóvenes científicos con una preparación homologable internacionalmente.
Aun así, nuestros niveles de excelencia científica todavía son modestos, lejos de los de los países más avanzados de Europa, y con un largo camino por delante que recorrer. En este campo, solo un esfuerzo persistente, sin discontinuidades, llegará a consolidar un buen nivel científico y a propiciar el cambio hacia una sociedad basada en el conocimiento que permita afrontar con más garantías un futuro lleno de incertidumbres.
En los tres últimos años se han producido recortes de considerable magnitud, que han comprometido proyectos e instituciones, singularmente los organismos públicos de investigación, y han estimulado en nuestros jóvenes más preparados y con más iniciativa la búsqueda de oportunidades fuera de nuestras fronteras.
Ahora se anuncian nuevos recortes que pueden acabar por liquidar un progreso de décadas y hacer imposible la simple existencia de una actividad investigadora digna de ese nombre. Hay parcelas de actividad social en las que un paréntesis tiene efectos transitorios, pero es fácilmente recuperable cuando la situación general mejora. Sin embargo, en la I+D+i, esos paréntesis tienen efectos demoledores y de largo alcance, por la pérdida de una o varias generaciones que abandonan el país o la actividad para la que se han preparado. La continuidad es esencial.
En esos momentos de dificultades es cuando se contrasta la talla de los políticos y cuando deben afrontar la tarea de priorizar y decidir, con ambición y visión de largo alcance, qué sectores hay que preservar para garantizar el futuro del país en su conjunto. La discusión de los Presupuestos supone una excelente ocasión para que los partidos políticos busquen en el Parlamento un consenso en un asunto cuyos efectos trascienden visiones políticas partidistas y una o varias legislaturas.
Cuando veas las barbas del vecino arder… pon las tuyas en remojo…