2015/02/10

236162.- Opiniones sobre Venezuela ACTUAL

Venezuela debe ser el país peor gobernado del planeta. El periódico «The Daily Telegraph» de Londres describió el desastre en un reciente reportaje montado sobre ocho gráficas espeluznantes.
En el 2015 la economía se contraerá en un 7% del PIB. Los venezolanos serán notablemente más pobres y tendrán menor capacidad de consumo.
La inflación es la más alta del mundo. Los expertos de Caracas Capital Market la sitúan en un 120% anual. Como la productividad es bajísima y el aumento de los salarios no compensa, la vida cotidiana será mucho más cara.
La caída del precio del crudo
El bolívar, la moneda nacional, tiene varios cambios. Oficialmente, está a 6,30 por dólar. En realidad, se acerca a los 190 en el mercado negro. La diferencia es el modo más directo de enriquecer a los corruptos boliburgueses. Compran a 6.30 para importar, usan una parte y revenden clandestinamente la otra. En pocas horas cualquier idiota con conexiones puede hacerse millonario.
El valor promedio del barril de petróleo hoy está un 50% por debajo del precio que tenía en enero de 2014. Eso es gravísimo en un país cuyo ingreso en divisas depende en un 96% de las exportaciones de crudo. Añadiéndole sal a la herida, la producción de PDVSA disminuye y anda por los 2.4 millones de barriles diarios, cuando debería estar produciendo entre 4 y 5. Esto sucede por una mezcla de incapacidad y falta de inversiones.
Para agravar la situación, los venezolanos consumen diariamente algo más de 700.000 barriles se petróleo por el que no pagan prácticamente nada. Llenar el tanque de gasolina de un coche grande -allí casi todos son enormes- vale menos de un céntimo. Ese subsidio a la clase media y alta -los que tienen autos-le cuesta al país entre once mil y trece mil millones de dólares al año, pero nadie se atreve a suprimirlo. ¿No decían que el petróleo era de todos los venezolanos?
El gobierno en el 2014 importó bienes y servicios por un monto de 60.5 mil millones de dólares y exportó petróleo cobrable (hay otro previamente comprometido) por treinta y nueve mil millones. La diferencia, claro, se convirtió en parte de la deuda y es una de las razones que explica el desabastecimiento. No tienen divisas para importar los insumos que necesita un país en el que el chavismo ha diezmado a la clase productora y ha cerrado siete mil empresas de todos los tamaños.
Abocados a la quiebra
Venezuela probablemente no pueda afrontar el pago de la deuda y tenga que declararse en quiebra, de acuerdo con las sombrías predicciones del Banco Mundial. Este año la nación tendrá que abonar once mil millones de dólares en intereses y obligaciones, y carece de liquidez para pechar con ese compromiso. En el 2016 le volverá a suceder lo mismo. La quiebra, posada como un buitre sobre los tejados de los bancos, le encarecerá notablemente las líneas de crédito.
Simultáneamente, el subsidio a Cuba, de acuerdo con el economista Carmelo Mesa Lago, alcanza los trece mil millones de dólares al año, y ahí se incluyen 107.000 barriles de petróleo que llegan diariamente a Cuba, de los cuales la isla revende unos 40.000.
Venezuela se calcutiza, pero con un agravante, las ciudades no sólo están cada día más sucias y llenas de escombros: el crimen es la principal causa de muerte. Ni el cáncer ni los infartos, ni los episodios cerebrales, por separado, matan tanto como lo que en ese país llaman «los malandros».
Asesinar impunemente
El año pasado fueron asesinadas 25.000 personas y el 94% de esos crímenes quedaron impunes. Es menos arriesgado pasearse con un ejemplar de «Charlie Hebdo» en las manos por las calles de Damasco que ir a comprar el pan en Caracas. Tal vez no haya pan, pero seguramente encontrarán maleantes.
El gobierno, además, ha armado y convertido a los delincuentes en milicias paralelas para controlar, acosar y, si es necesario, dispararle a la oposición, como se ha visto en cien vídeos exhibidos por internet. Cuando no persiguen a los opositores, persiguen los anillos, billeteras y relojes de los aterrorizados ciudadanos.
Una buena parte de la vida del venezolano -sobre todo de las mujeres- transcurre en las colas a la búsqueda y captura de cualquier objeto necesario: comida, medicinas, útiles de aseo personal. A veces hay peleas por unos muslos de pollo o por unos cartones de leche. Cada día que pasa faltan más objetos. El papel higiénico se ha convertido en una obsesión nacional. En Miami, los exiliados venezolanos, en venganza, han hecho imprimir miles de rollos con la cara de Maduro para darle su fétido merecido al presidente.
En esta atmósfera no es extraño que los venezolanos más educados quieran marcharse del país. Ya lo ha hecho, afirman, millón y medio. Se les ve, laboriosos y eficientes, en España, Panamá, Colombia, Ecuador y Estados Unidos.
En el gran Miami, la ciudad de Doral es fundamentalmente venezolana, incluido su alcalde. A Weston, 20 kilómetros más al norte, la llaman Westonzuela. En Aventura, un rico vecindario costero a 35 kilómetros de Miami, se han asentado los judíos venezolanos, con el prestigioso rabino Pynchas Brener a la cabeza, y allí han llevado sus saberes, sus capitales y sus buenas costumbres empresariales y profesionales.
En Miami, además, los venezolanos han revitalizado el teatro en español, poseen un diario, varias estaciones de radio y al menos dos canales de televisión. La desgracia de Venezuela ha sido una bendición para el sur de la Florida. Lo lamentable es que la mayor parte de esos refugiados no regresarán a su país cuando amaine la tormenta. Se quedarán en EE.UU. a generar riqueza, criar a sus descendientes y disfrutar de la institucionalidad de la más vieja democracia del hemisferio.
Tal vez es importante preguntarse por qué uno de los países potencialmente más ricos del mundo ha caído en ese abismo.
Se trata de una nación de más de 900.000 kilómetros cuadrados, y menos de 29 millones de habitantes («supervivientes», dicen allí), dotada por la naturaleza con todos los bienes imaginables: petróleo, hierro y otra docena de minerales valiosos, tierras fértiles, agua potable en abundancia, playas paradisíacas, fabulosas selvas vírgenes, y una población educada en la que abundan los profesionales formados en universidades nacionales y extranjeras en las que han adquirido su postgrado.
¿Por qué ocurrió esta catástrofe?
¿Por qué semejante paraíso, al que durante décadas emigraban los canarios y gallegos, los italianos y centroeuropeos, en busca de un mejor destino, sufre hoy este descalabro?
Fundamentalmente, se debe a que en el país prevalecían varias ideas y actitudes totalmente erróneas que pueden resumirse en una palabra:populismo. Muchos venezolanos pensaban, porque así se lo aseguraban los políticos, que el país era rico, y no que la riqueza se creaba mediante el trabajo metódico. Creían que la pobreza de muchos venezolanos era debida a la riqueza de los que habían conseguido prosperar. Bastaba con arrebatársela a los pudientes para establecer una sociedad más justa.
Pensaban que esa situación cambiaría cuando un grupo de personas bienintencionadas, dirigidas por un caudillo enérgico, acabara con las injusticias. Ese personaje fue el nefasto Hugo Chávez. Los venezolanos no eran capaces de advertir que los 25 países más prósperos y felices del planeta son democracias regidas por la ley y sustentadas en instituciones de Derecho.
Estaban decididos a terminar con el bipartidismo y liquidar a los dos partidos tradicionales, a los que acusaban de ineficientes y corruptos -algo de eso había-, sustituyéndolos con los iluminados populistas antisistema de Hugo Chávez, pese a que en los 40 años transcurridos entre 1959 y 1999 -la etapa democrática- Venezuela había experimentado el mejor periodo de su turbulenta historia. El resultado está a la vista: Venezuela es hoy la nación más corrupta de América Latina según Transparencia Internacional, en la que nadie sensato invierte un dólar, de donde escapa todo el que puede, regida por un tipo estrafalario que habla con los pajaritos y obedece a un comisario cubano, tristemente patrullada por unas Fuerzas Armadas controladas por narcogenerales.
Tomen nota los españoles. En todas partes cuecen habas. Basta con que prevalezcan las ideas populistas para que un país se hunda irremisiblemente.
Carlos Alberto Montaner
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236161.- José Toro Hardy carta a Maduro

Recomendaciones al presidente

Me permito sugerirle algunas medidas que el país aguarda de Ud.

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JOSÉ TORO HARDY |  EL UNIVERSAL
martes 10 de febrero de 2015  12:00 AM
Empiezo por expresarle mi admiración. Ud. está tratando de alcanzar lo que ningún otro hombre ha logrado: Que el socialismo marxista funcione.

Socialismos los hay de muchos tipo, entre ellos, el Socialismo Democrático o el Social Cristianismo. Ellos consiguieron respuestas positivas, porque entendieron que la libertad es una parte esencial de la naturaleza humana.

Pero el socialismo teñido de marxismo, aquél que Carlos Marx trató de explicar en su Manifiesto Comunista y el que durante muchos años captó la imaginación de una parte de la humanidad, aquél que Lenin quiso introducir en la URSS, el que Mao impuso en China, el que Stalin forzó en su país y en los satélites tras la Cortina de Hierro, el que Castro soñó en Cuba y el que Kim Jong Un salvajemente aplica con el apoyo de perros devoradores de hombres en Corea del Norte, ese no volverá. Todos fracasaron porque todos cayeron en la tentación totalitaria.

Me permito explicarle lo que ocurre en Venezuela. La economía del país está colapsando. En buena medida se debe a ese tipo de socialismo. Seguramente sabrá que padecemos la inflación más elevada del mundo, que nuestro déficit fiscal es inmanejable, que el FMI pronostica una caída del PIB del 7% y que otros estiman que podría llegar al 9%. Muchos creen en una inflación de hasta el 120%. Bajo las circunstancias actuales le resulta prácticamente imposible al país obtener los financiamientos que requiere, porque de forma unánime las agencias calificadoras de riesgo del mundo (incluso las chinas), temen que eldefault será inevitable por el camino que vamos. Cinco universidades informan que el 48,4% de las familias venezolanas han caído por debajo del nivel de pobreza (mayor que en 1998) y muchos venezolanos se deslizan hacia la miseria porque la inflación destruye su capacidad adquisitiva.

Me permito pues sugerirle algunas medidas que el país aguarda de Ud.:

1.- Devuélvale la autonomía al BCV. Un Banco Central sin autonomía pierde su función primordial que es defender el valor de la moneda. Sometido a cualquier gobierno, los bancos centrales se transforman en imprentas que imprimen billetes para financiar el déficit fiscal. Cuando ello ocurre, la masa monetaria crece vertiginosamente. Inevitablemente estalla la inflación. 

2.- Controle el déficit fiscal.

3.- Estimule a quienes producen en lugar de castigarlos. La inflación tiene tres sencillas soluciones. Las dos primeras ya las comenté. La tercera consiste en estimular la producción. Cuando la cantidad de bienes que se ofrecen supera la cantidad de los que se demandan, los precios bajan. Con ello desaparece el acaparamiento. Nadie acapara lo que va a valer menos. Así desaparecerán las colas.

4.- Elimine los controles de precios. Eso hará que se produzca más. La abundancia de la oferta forzará una caída en los precios. Los controles, por el contrario, desestimulan la inversión. Pocos están dispuestos a invertir si perciben el riesgo de que un funcionario de manera discrecional pueda imponer un precio que los haga perder.

5.- Dele flexibilidad al mercado laboral. Cuando de manera indefinida se impone la inamovilidad laboral, el primer impacto es que los trabajadores pierden la mística del trabajo y los niveles de productividad se vienen al suelo. Una consecuencia de esto se vio en algunas de la cadenas de farmacias y automercados que el gobierno decidió intervenir. Faltaban varios cajeros que no habían asistido a sus puestos de trabajo. Entienda además que cuando un empresario sabe que no puede despedir a un trabajador empieza por no contratarlo. 

6.- Resuelva el problema cambiarioNo existe ni un solo ejemplo en todo el mundo donde un sistema de cambios diferenciales haya funcionado. Ellos estimulan la corrupción. Contribuyen a la formación de circuitos donde personas inescrupulosas obtienen dólares al tipo de cambio más bajo para revenderlos al más alto. Recuerde Ud. los 20.000 millones de dólares que Giordani dijo se le otorgaron a empresas de maletín. ¿Cuál es la solución? Idealmente sería la eliminación del control de cambios, pero mientras tanto, debe existir un tipo de cambio único que haga transparente la obtención de las divisas que requiere el funcionamiento de la economía. 

7.- Respete la propiedad privada. Mientras el temor a las expropiaciones esté latente, serán muy pocos los que se atrevan a invertir. Debe también respetarse la separación y el equilibrio entre los poderes públicos. 

8.- Hay que devolverle la confianza al país. Cuando haya confianza habrá inversión. Con ello crecerá el empleo, lo cual estimula el consumo, lo que llevará a que alguien más tenga que invertir para satisfacerlo. Por esta vía la economía se encamina por un círculo virtuoso de crecimiento que a todos favorece.

236160.- Waly Disney

Aprendí y Decidí

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí que ya no esperaba a las oportunidades sino salía yo mismo buscarlas.
Paz

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar.

Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas.

Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.

Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.

Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.

Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.

Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera.

Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir.

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien “Amigo”.

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, “el amor es una filosofía de vida”.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.

Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas.

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar.

Ahora simplemente duermo para soñar.

Walt Disney