2012/01/11

Verdaguer

JUAN VERDAGUER

(1915 -2001)

-Montevideo, Uruguay-

FAMOSO E INIGUALABLE HUMORISTA

FINO HUMOR Y SARCASMO

 

1) Siempre que salimos mi mujer y yo, caminamos tomados de la mano ...
Si la suelto, se pone a comprar...
2) Ella tiene una batidora eléctrica, una tostadora eléctrica, una máquina de  hacer pan eléctrica...Un día me dijo:
-"Caramba, tenemos un montón de aparatos eléctricos y no tenemos nada para sentarnos... "
Pensé en comprarle una SILLA ELÉCTRICA, pero me contuve...es la madre de mis hijos.
3) Yo me casé con doña "Tengo Razón".. Solo que no sabía que su segundo apellido era "Siempre" .
4) Ya hace 18 meses que no hablo con ella... Es que no me gusta interrumpirla. ...
5) Tengo que admitir que nuestra última discusión fue culpa mía.
Cuando ella me preguntó: -"Que estás viendo en la tele....?"
Yo le contesté: -" Bastante polvo . Deberías limpiar..."
6) En el principio, Dios creó el mundo y descansó...Creó al hombre y descansó...Después creó a la mujer...
Desde entonces ni el mundo, ni el hombre, ni Dios tuvieron más descanso....
7) Un día se estropeó nuestra cortadora de césped (eléctrica).. . Mi mujer me colmaba la paciencia dándome a entender que yo debería arreglarla.. .
Por mi parte, siempre acababa teniendo otras cosas mas importantes que hacer, tipo: lavar el coche, hacer un informe, en fin..., lo que para mi parecía más importante.. .
Un día ella encontró un muy sutil modo de convencerme: Cuando llegué a casa, me la encontré agachada en el césped, que estaba muy alto, recortándolo con su tijerita de costura...
Eso me llegó al alma..., me emocioné... Decidí entrar en la casa y volví después de unos minutos, llevándole su cepillo de dientes... Se lo entregué, y se me ocurrió decirle:
- "Cuando termines con el césped, podrías también barrer el patio..."
Después de aquello, no me acuerdo de nada...Estoy en blanco....Los médicos dicen que volveré a andar, pero que cojearé el resto de mi vida.... !!!!!
El matrimonio es una relación entre dos personas, en la que una siempre tiene razón, y la otra es el marido.

El negro

by Paulo Coelho on January 11, 2012

Por Rosa Montero
Link para post original> EL PAIS: El Negro

Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa. Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos.
Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja.
De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de nuestros ricos países.
De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa.
A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta.
Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella.
Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café.
Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta.

Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos españoles que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores. A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: “Pero qué chiflados están los europeos”.

Actualidad Nacional…

Aplausos para RAYMA

Rayma