Dos vidas y un proyecto
Carlos Guillermo Cárdenas D.*
Me ha correspondido presentar las semblanzas, en dos oportunidades anteriores, de merideños que han marcado huella perenne en la historia de la medicina regional y nacional. El homenaje que las III Jornadas Centro Occidentales de Cardiología, realizadas en Mérida en el año 2003, brindaron a los doctores George Inglessis Varela y Juan Simón Barboza Morán, dos maestros de la cardiología. Y el homenaje que el Congreso Venezolano de Medicina Interna, realizado en el año 2008, le ofreció al doctor Eloy Dávila Celis, profesor universitario egregio y ciudadano probo, fundador de los estudios de medicina interna en el antiguo Hospital Los Andes y propulsor de una medicina humanística en nuestra Escuela de Medicina de la Universidad de Los Andes.
Ahora les corresponde a dos integrantes de lo que hemos denominado la generación intermedia, de la que formo parte. Dos colegas que se iniciaron en los centros de mayor reconocimiento de la Venezuela actual, el Instituto de Investigaciones Cardiovasculares de la Universidad de Los Andes y el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Caracas. Luego, ambos fueron a sitios de renombre internacional, uno a Georgetown University en Washington DC y el otro al Texas Heart Institute-St. Luke´s Episcopal Hospital en Houston Texas.
Se encontraron en Mérida a principios de la década de los ochenta, a una edad que predomina el sueño de juventud y la esperanza de futuro. Desde aquellos días, cuando se tiene la fortaleza del músculo vigoroso y la mente ávida de conocimiento, sentaron las bases de lo que sería un proyecto de vida en común, entrelazados por indagar lo incierto y desconocido que es hacer ciencia e investigación. Fue una simbiosis natural y acertada, uno venía de hacer un PHD en fisiología cardiovascular y el otro de un entrenamiento en cardiología clínica e invasiva. Se podría afirmar que se conjugó el conocimiento de la fisiología como ciencia básica para entender mejor la función de ese órgano noble por excelencia El Corazón, y el conocimiento de la clínica como expresión de la anamnesis, la historia clínica y los procedimientos para el diagnóstico y tratamiento del paciente con enfermedad cardíaca.
Me corresponde hacer una síntesis de esas dos vidas y de ese proyecto en común que valió la pena sembrar hace treinta años, pues cuando se siembra semilla fértil, la cosecha es abundante y de calidad. Las dos vidas: Diego Dávila y José Donis, el proyecto: la investigación cardiovascular. Esta noche están presentes para recibir un reconocimiento justo y acertado de la cardiología regional y nacional.
Con sinceridad confieso que no soy la persona más indicada para hacer la semblanza. Me unen vínculos estrechos con ambos. El primero, Diego Dávila, mi compañero de estudios de la carrera de Medicina en la segunda mitad de la década de los sesenta, cuando regresó de una academia americana donde culminó el high school para ingresar en la Escuela de Medicina en primer año. Iniciamos los estudios con una vocación y dedicación que al hacer un paréntesis, nos parece un sueño haber aprobado la materia más difícil de la carrera, Fisiología, con la nota máxima. Se entregó por completo al estudio con una dedicación franciscana, más que ello, a dedicación exclusiva, la noche se hizo madrugada y el día estudio y más estudio. Ello le permitió culminar la carrera con los máximos honores. Después de una corta pasantía como médico residente del antiguo Hospital Los Andes, ingresó como docente en la Cátedra de Semiología y Clínica Propedéutica para enseñar a los estudiantes del preclínico y clínico. Por esos días comenzó su inclinación por la cardiología, completó la rotación en el Centro de Investigaciones Cardiovasculares, bajo la dirección del doctor Abdel Mario Fuenmayor Peley, que estaba en pleno desarrollo y expansión. Aquí, comenzó los primeros escarceos en el mundo de la cardiología. Acogido en el seno del instituto, marchó al exterior a continuar sus estudios en la fisiología del corazón, para hacer de esta actividad, la razón y el motivo de su condición de profesor e investigador. Al regresar, después de obtener el PHD, las dificultades para plasmar en la realidad su formación de investigador en la fisiología cardiovascular, estuvieron presentes. Esto no doblegó el espíritu de lucha y la personalidad acrisolada que lo han acompañado a lo largo de su vida.
José Donis ingresó al Hospital Universitario de Los Andes el primero de marzo de 1977 y a la Facultad de Medicina contratado a tiempo parcial el primero de octubre de 1977. Antes de venir a Mérida, estuvo como médico interno rotatorio en el Hospital Pérez Carreño de Antímano, luego ingresó al postgrado de Cardiología en el año 1972 a 1974. Ejerció en la Clínica Ávila de Caracas, en el Hospital El Algodonal como cardiólogo e intensivista de la unidad de cuidados coronarios, para luego trasladarse a la ciudad de Mérida. En el año 1978 completó su formación de cardiólogo en el Texas Heart Institute-St Luke´s Episcopal Hospital hasta diciembre de 1979, haciendo rotaciones por el área clínica, cuidados coronarios, intensivo postoperatorio y el laboratorio de hemodinamia. Se entrenó con el doctor Navin Nanda, en el área de ecocardiografía, en el estado de Alabama EEUU, el año 2001. Ha realizado 4 semestres en estadística y computación además de metodología bioestadística.
De esta manera, Diego Dávila y José Donis comenzaron a transitar el camino de la investigación, de hacer ciencia, siempre en la búsqueda de la verdad científica, camino valedero para que el esfuerzo tenga resultados tangibles y de impacto social.
Las principales áreas de investigación que ellos han desarrollado se pueden resumir:
-Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad trombo-embolica pulmonar mediante pletismografia de impedancia. Se validó el método de pletismografía de impedancia, para el diagnóstico de trombosis venosa profunda, con la realización simultánea de venografia retrograda de contraste yodado. Mediante la pletismografia de impedancia y la gammagrafia pulmonar isotópica, se estudiaron pacientes con sospecha clínica de trombosis venosa profunda de los miembros inferiores y embolia pulmonar aguda. Encontraron que, aún en ausencia de signos clínicos, la trombosis venosa profunda puede estar presente. La positividad simultánea de estos dos métodos no invasivos, se correlacionó adecuadamente con la presencia de trombos en la arteriografía pulmonar, de pacientes con embolia pulmonar aguda.
-Patogénesis y tratamiento de la enfermedad de Chagas, mecanismos de control neural en la remodelación cardiaca. Las investigaciones llevadas a cabo sobre la enfermedad de Chagas, en el Instituto de Investigaciones Cardiovasculares de la Universidad de Los Andes, permitieron refutar la hipótesis convencional de una denervación primaria parasimpática y simpática, en los corazones de pacientes afectados por esta enfermedad. Más aún, los resultados de estas investigaciones condujeron a la administración de medicamentos que, hasta entonces estaban contraindicados (Bloqueadores beta-adrenérgicos). Estos medicamentos no actúan contra el parásito (Tripanosoma cruzi) y sin embargo mejoran la calidad de vida y la supervivencia de estos pacientes. Investigaciones más recientes indican que, los autoanticuerpos contra los receptores muscarínicos de las células cardiacas de pacientes chagásicos, tienen un efecto alostérico positivo. En otras palabras, contrariamente al conocimiento convencional, los pacientes chagásicos crónicos en los estadíos iniciales de la enfermedad tienen un aumento de la actividad del sistema parasimpático sobre el nodo sinusal.
-Estrategias de tratamiento de la insuficiencia cardiaca agudamente descompensada. Las estrategias convencionales, para lograr la compensación de pacientes crónicos con manifestaciones de descompensación aguda, se fundamentan en la administración de drogas inotrópicas con efecto positivo, vasodilatadores y masivas dosis de diuréticos de asa. Los resultados de estas estrategias son contraproducentes, pues aumentan la morbilidad y mortalidad a corto y mediano plazo. Ellos han concebido una estrategia de compensación cardioprotectora. Esta estrategia se basa en la rápida, pero cautelosa, titulación ascendente del bloqueador beta-adrenérgico carvedilol y la administración de dosis únicas diarias de furosemida, durante las primeras 96 horas de hospitalización. Con esta estrategia se obtiene la compensación del paciente y una mejor supervivencia en el tiempo.
-Estrategias de tratamiento de la hipertensión arterial esencial no complicada. El tratamiento de la hipertensión arterial está dirigido a reducir la incidencia de complicaciones cardiovasculares, cerebro-vasculares y renales, mediante la disminución de las cifras de tensión arterial. Con este fin, se administran medicamentos con efectos diferenciales sobre el sistema nervioso central, cardiovascular y renal. Estos medicamentos no están exentos de efectos colaterales y además se requieren dos o más de ellos, para lograr el control adecuado de las cifras tensionales. La adaptación del sistema cardiovascular a la hipertensión arterial va seguida de modificaciones estructurales y funcionales que pueden ser analizadas mediante el uso de la ecocardiografía transtoraccica. Estas modificaciones permiten inferir cual o cuales son los mecanismos responsables de la hipertensión arterial (Sistema renina-angiotensina-aldosterona, Sistema nervioso simpático y aumento del agua y sodio extracelular). El conocimiento de esta valiosa información permite adecuar el tratamiento farmacológico, a los mecanismos responsables de la hipertensión arterial. Los estudios llevados a cabo por nuestro grupo de investigación indican que, el control de la hipertensión arterial se logra con monoterapia, en menor tiempo y con un reducido número de complicaciones, cuando se comparan las estrategias convencionales con una estrategia de individualización basada en los hallazgos del examen ecocardiográfico.
-Patogénesis y tratamiento de accidente escorpiónico en niños. Investigaciones clínicas y de campo, en el sur del Lago de Maracaibo y en el Valle del rio Mocotíes, identificaron al escorpión Tityus zulianus como la especie predominante y responsable de los accidentes escorpionicos graves. Las manifestaciones cardiovasculares graves, provocadas por la toxina del escorpión, son debidas a una excesiva liberación del neurotransmisor simpático norepinefrina. En vista del papel patogénico fundamental de esta anormalidad autonómica, se diseñó e implementó un protocolo de rescate para niños con accidentes graves. El protocolo está concebido para modular farmacológicamente la hiperactividad del sistema nervioso simpático. Las campañas de información a los habitantes de estas zonas y al personal médico de las dependencias de salud, sobre la imperiosa necesidad de administrar la antivenina en el curso de las seis horas posteriores al accidente, contribuyeron a reducir de manera notable la incidencia de los empozoñamientos graves y letales.
-Mecanismos de control neural cardiovascular en el tétanos infantil. La evolución del tétanos infantil se caracteriza, entre otros, por importantes alteraciones de los mecanismos de control neural del sistema cardiovascular. Las investigaciones en niños con tétanos indican, de manera indirecta, que la toxina tetánica tendría efectos diferenciales sobre las neuronas que controlan la frecuencia cardiaca y la presión arterial sistémica. En efecto, la hiperactividad simpática, que se manifiesta en una elevación sostenida de ambas variables fisiológicas, está presente durante la primera semana de la enfermedad. Sin embargo, el efecto diferencial de la toxina, sobre las neuronas del centro vaso-motor del tallo cerebral, se expresa en la persistencia del aumento de la frecuencia cardiaca durante la segunda semana de la enfermedad.
Algunas de estas investigaciones las han compartido con las profesoras Carmen Amalia Mazzei de Dávila, Gabriela Arata de Bellabarba y Vanesa Villarroel.
La investigación tiene más de tres centenas de citas bibliográficas nacionales e internacionales, 17 publicaciones nacionales, 46 publicaciones internacionales y han tutorado más de media centena de trabajos de grado en cardiología y medicina interna. Actualmente constituyen uno de los grupos de investigación venezolano con la mayor productividad en la investigación y la ciencia cardiológica.
Las X jornadas Centro Occidentales de Cardiología que se instalan esta noche le rinden a ustedes un meritorio y bien ganado reconocimiento a una labor, a un trabajo, a un resultado que está a la vista. Ustedes han sido ejemplo de dedicación y esmero, de entrega total, tan sublime, como las obras del ser humano que persiguen la grandeza, máximo cuando se trata de generar el conocimiento. Reciban ustedes las palmas de este nutrido auditórium, que es una muy buena representación de la medicina y la cardiología centro occidental y nacional. Honor a ustedes que han contribuido a esclarecer, de manera más precisa, muchas de las afecciones que diezman al ser humano en los tiempos presentes. Diego Dávila Spinetti y José Donis Hernández, dos investigadores paradigmas de la cardiología actual.
*Palabras pronunciadas en el Centro de Convenciones Mucumbarila de la ciudad de Mérida, el 17 de marzo de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su tiempo. Por favor, deje su email y le contestare en privado. Gracias