Por una circunstancia del azar nos hemos ido encontrando unos cuantos amantes de la montaña y, sin ideas preconcebidas, nos hemos ido agrupando en corpúsculos, acordes a nuestras, gracias a Dios, distintas formas de ver la vida. Una característica que me llamó la atención desde siempre fue, sin duda, la amplitud de criterios que siempre hemos sostenido quienes gustamos de disfrutar de la naturaleza.
Últimamente, y por iniciativa de un gran montañista, industrioso personaje de nuestra ciudad, ampliamente conocido y reconocido en el mundo de las alturas y los senderos, nacional e internacionalmente, se ha tratado de reunirnos en un grupo mayor que cobije a quienes se integren en el, aportando todo cuanto puedan dar para darnos mayores facilidades y la posibilidad para iniciar, en orden y disciplina de montaña, a nuestros descendientes y demás seres queridos.
De alguna manera la gallina puso el huevo, se dio forma a un grupo de montañistas y se publicitó, a nivel boca a boca; se dio énfasis a la idea básica de un grupo que, manteniendo la amplitud de ideas y la individualidad, características de los montañistas, se reuniese con muy pocas directivas pero con mucha responsabilidad individual.
Solo teníamos que ir a un sitio, hasta ese momento totalmente desconocido para mi, llenar una planilla con nuestros datos de filiación, pagar una módica suma de dinero, consignar una copia del documento de identidad y, sin mas palabreos, considerarnos integrantes de un grupo de montañistas.
Particularmente, llegué a esa condición por invitación de mi amigo, el montañista de años, con quien me une una muy entrañable amistad, personal y familiar. Con el resto del grupo no tenia cercanías de ningún tipo pero ellos rápidamente se encargaron de acercarme y eso lo agradezco pues ya a las dos primeras salidas me hicieron sentir como pez en el agua.
Se me informó que no existía una organización formal (vale decir que no había cadenas de mando, ni cargos,ni material informativo normativo), que no habían reuniones periódicas obligatorias, que se nos informaba de las actividades planteadas mediante el FACEBOOK en una pagina que administraba mi amigo y su familia. El entrenamiento se obtenía sobre la marcha en cada salida y, básicamente, nos movíamos siguiendo dos principios elementales:
1.- Había que tener un Padrino para las salidas iniciales (generalmente quien te invitaba a unirte al grupo), este personaje (tu amigo) que se hacia responsable por ti y por tu grupo familiar si era el caso, nos guiaba, nos aconsejaba y, en caso de que tuviésemos problemas en la caminata, se quedaba con nosotros y nos ayudaba a salir del trance.
2.-En la línea de marcha habría siempre dos guías; uno al frente, con la idea de guiar a toda la columna y otro de ultimo en la columna, responsable de que no se quedase nadie descarriado. No se permite que nadie sobrepase al primer guía y se marche delante, sin importar que sea el campeón excursionista del mundo. No se permite que nadie se quede rezagado y, en caso de absoluta necesidad, debe quedarse CON SU PADRINO. La velocidad de marcha esta sujeta a la capacidad del mas lento del grupo.
La conformación del grupo es en realidad abierta, Damas y Caballeros de todas las edades, desde 6 años hasta mayores rondando los 70, solteros y casados, en parejas, solos, religiosos y no religiosos, herbívoros y carnívoros, poliglotas o no, bailarines y sedentarios, artistas y mirones, melómanos y sordos, políticos y humanistas, soñadores y pragmáticos, lideres y gregarios… hasta donde conozco, somos todos profesionales de algo o estudiantes de algo, o trabajamos en algo, somos un grupo de personas responsables, somos una buena representación de nuestra sociedad.
La realidad practica nos hace ver las limitaciones que tenemos en cuanto a la organización pues se hace necesario que contemos con mas guías de los que actualmente fungen como tales. Hay que tener la posibilidad de rotarlos, distribuyendo la carga de las salidas semanales. Hay que formar mas guías. Hay que responsabilizar ciertas actividades de campamento. Hay que planificar, coordinar y responsabilizar la comunicación con los organismos de apoyo.
Muchos de nosotros han practicado el montañismo por años y los que no, suplen la inexperiencia con su buena voluntad, no competimos y no damos oportunidad para extravagancias extremas, por eso nuestras salidas tienen un excelente promedio en cuanto a cantidad de personas vs. accidentes. Nuestras conversaciones tienen cualquier punto de mira y normalmente nos medimos pues somos cuidadosos en cuanto a molestar a los demás con nuestras necedades. (Políticas, Religiosas, de hábitos alimenticios, de hábitos familiares, de aficiones deportivas,etc.)
Para cualquiera que guste de estas excursiones, lo dicho hasta ahora representa un grupo que bien vale la pena mantener. Es un grupo humano y no somos perfectos, pero sí tratamos de guardar la compostura y no queremos que se introduzcan elementos de ningún tipo que puedan disturbar esta paz que individualmente tratamos de disfrutar.
No somos un grupo político y, de ninguna manera dependemos de nadie para los efectos de nuestro funcionamiento. No recibimos dinero de ninguna parte, no lo necesitamos… No recibimos instrucciones de nadie, en ningún sentido… No requerimos permisos de nadie para hacer lo que hacemos… Nadie extraño al grupo tiene responsabilidades para con nosotros. Somos quienes somos, los títulos y cargos no tienen sentido y por eso nos llamamos por nuestros nombres y son nuestras acciones y procederes, en y para el grupo, las que nos dan aval, las que nos muestran ante los demás.
Tenemos una programación sujeta a modificaciones, la hicieron antes de que yo llegara y no se como se llegó a ella, se ha mantenido casi en su totalidad y le hemos ido agregando o cambiando sitios o fechas de acuerdo a las necesidades. A partir de Agosto nos hemos apartado de esa programación. Hemos dejado de salir como grupo grande. En vista de la situación, y no queriendo pasar por sobre nuestro Guía natural, hemos estado esperando que se nos cite o se nos explique el porqué de la situación. Como montañistas, no nos hemos quedado con los pies cruzados y hemos tenido varias salidas en grupos pequeños para mantener el entrenamiento y el espíritu de grupo.
Seria realmente una lastima el que se perdiese la cohesión que se ha logrado. Nadie sabe que ha pasado. Las indagaciones nos llevan a pensar que ocurrió algún tipo de incidente que motivó a que los actores de tal hecho asumiesen el papel que nadie desea… lo cierto es que, parafraseando el libreto de El Abogado del Diablo, podríamos repetir tal vez la famosa frase. “..Orgullosa vanidad, eres el pecado mas pecado…”
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