Cuando negros nubarrones ensombrecen nuestros días,
y nuestras noches aparecen más oscuras que un millón de medianoches,
recordemos, que existe una poderosa y benévola providencia en el universo, capaz de abrir un camino donde no hay camino posible,
y de transformar un oscuro ayer en un luminoso mañana
-Martin Luther King-
Díaz de la Peña.
Atardecer tormentoso. 1850
Díaz de la Peña.
Tormenta, 1871
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