2012/01/14

PETROCARIBE

La Tribuna, Honduras

Editorial 14 enero, 2012

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NO deja de sorprender esa publicación periodística de la página digital “americaeconomica.com”: “Chávez dispuesto a volver a regalar petróleo a Honduras”. La publicación anuncia el retorno de Honduras al programa Petrocaribe y señala que “el reingreso al convenio energético significará que Chávez permitirá que Honduras pueda vender los barriles de crudo de los yacimientos de Venezuela por los que pagará un mínimo precio, un regalo del gobernante suramericano al gobierno del Presidente Porfirio Lobo Sosa”. Como decíamos ayer, el petróleo que vende Venezuela, bajo el esquema de Petrocaribe, no es a precio regalado. Más bien el precio del crudo venezolano es más alto al que se obtiene normalmente de otros proveedores. Lo que sucede es que el mecanismo contiene un ingrediente de financiamiento.

O sea, una buena parte del valor de la factura se paga al contado, y un porcentaje de la misma, Venezuela lo da como financiamiento al país. No hay descuento de precio. No es el mismo trato que recibe Cuba. A la Isla sí le dan petróleo subsidiado. La ventaja para el gobierno hondureño es que ese financiamiento puede utilizarlo para sus gastos. Obviamente que el país no desembolsa ahora el valor total de la factura, solo paga una parte de ella. Pero la cantidad financiada tampoco es un regalo. Esa es cuenta que el gobierno la pasa para que la paguen otros gobiernos más adelante. O, visto desde el punto de vista del país, es consumo de hoy que se le pasa la cuenta para que la paguen nuestros hijos y nuestros nietos. Cierto que esto es lo que menos incomoda a algunos: que los que vienen paguen parte de lo que hoy se gasta y se consume. Otros lo consideran una injusticia.

Ahora bien. Lo más seguro es que el país regrese al mecanismo de Petrocaribe, porque ello le permite financiar una parte del petróleo que consume. En lo que debe estar el amable público ojo al Cristo es lo que hagan con esos recursos del financiamiento. ¿Quiénes manejarán esos recursos y qué destino tendrán esos dineros? En Nicaragua, esas transacciones del petróleo tienen un fin político. Uno de esos cables filtrados por Wikileaks del embajador gringo Robert J. Callahan, detallan conversaciones que tuvo con empresarios nicaragüenses quejándose que la millonaria ayuda venezolana -que se desprende de los embarques de petróleo y derivados comercializados por ALBANISA-son utilizados como una chequera en blanco para distintos fines políticos e ideológicos. “Todos los asistentes estuvieron de acuerdo que la inyección anual de aproximadamente $600 millones de Venezuela en una economía pequeña como Nicaragua, crea distorsiones significativas en el mercado”. “El FSLN se estaba convirtiendo en experto en la explotación de estos recursos con fines populistas”. “El embajador estadounidense añade que están convencidos de que a medida que se caliente la campaña electoral de 2011, el presidente Ortega y en especial la primera dama, no dudarán en gastar los fondos del ALBA para reforzar la imagen del mandatario de promotor de prosperidad económica”.

Por eso vale la pena insistir. ¿Esos recursos del financiamiento del Petrocaribe servirán para el gasto público del gobierno o como fondos de capital y de inversión? Si fuera para inversiones trascendentes, activos que le servirán al país en el futuro, sería más digerible. ¿Serán para las inversiones que ocupa el país o para los bonos políticos que entregan los gobiernos para comprar conciencias? Más que los matices ideológicos que les inquieta, esto es lo que debería preocupar al “barril sin fondo”.

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