Desde la promulgación de la Ley de Costos y Precios Justos el 18 de julio de 2011, VenEconomía, otros analistas y gremios empresariales vienen advirtiendo que esta legislación socialista, le pondría otra camisa de fuerza al sector productivo privado del país.
Esta convicción se fue haciendo más clara en noviembre de 2011, cuando entró en vigencia la Ley y el Gobierno de una sola vez anunció la congelación de precios de 19 productos de aseo e higiene personal, compotas, jugos y agua mineral, a la vez que ordenó a las empresas que se inscribieran en la recién creada Superintendencia de Costos y Precios Justos (Sundecop), obligando a informarle sobre toda la estructura de costos y fijación de precios de estos bienes. Un proceso nada claro y en extremo engorroso, como lo ilustró el presidente de Alimentos Polar en esa oportunidad, al explicar que para registrar dos rubros (jabón y detergente Las Llaves) requirieron 5.568 horas hombre.
La mala intención de la Ley, unida a la improvisación y falta de preparación de los funcionarios, se ve retratada en el incumplimiento a los tres plazos (15 de diciembre, 15 de enero, y 1º de febrero) que se ha dado la Sundecop para fijar los precios “justos” para estas 19 categorías. Éste es un inaceptable incumplimiento por parte de las autoridades, que han dejado en el limbo legal la comercialización de esos productos, generando incertidumbre en los productores, distribuidores y comerciantes de estos rubros.
Ahora, este jueves 9 de febrero, tal como se temía, demostrando la ignorancia del funcionamiento de un sistema productivo, la falta de análisis de la estructura de costos y precios de una empresa competitiva, y corroborando que la política de control tiene carácter electorero, el mandatario-candidato indicó que el precio de un desodorante de bolita, de la marca Mum, que produce Procter and Gamble bajaría 24%, desde Bs.17,80 hasta Bs.13,50, y un envase de cinco litros de agua mineral (Minalba), distribuida por Empresas Polar, reduciría su precio 45%, desde Bs.23,00, hasta Bs.12,45.
Además de advertir que no admitirá que se incluya en la estructura de costos de producción ni el IVA ni los aportes al SSO, a la Política Habitacional y otras cargas fiscales y parafiscales con las que se cerca a las empresas.
Lo peor, a sabiendas que la cadena de producción de las empresas es insostenible con esta Ley, el presidente-candidato amenaza otra vez con nacionalizarlas si no garantizan el suministro de los productos.
De nuevo, pierde el país con más escasez, inflación, desempleo, desinversión e incremento de importaciones que destruye la economía nacional.
• Disponible en inglés en: www.veneconomy.com
2012/02/10
La muerte anunciada
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