El comienzo del fin
RAFAEL DÍAZ CASANOVA| EL UNIVERSAL
viernes 2 de marzo de 2012 01:18 PM
Esta mañana (escribimos generalmente los martes por la mañana), mientras hacía mis diarios ejercicios en el Parque del Este, escuchaba, como todos los días, el estupendo programa de César Miguel Rondón. Entre las siete y tanto y las ocho de la mañana construyeron, César Miguel y el profesor Elías Pino Iturrieta, la pieza número 31 del inmenso rompecabezas de Venezuela.
No fue sorpresivo para mí que el brillante historiador y académico planteara que lo que está sucediendo en el país es el fin de un proceso y no el comienzo de una revolución. Está claro que la confusión de lo que estamos padeciendo, mezcla en dosis variable el comunismo con la incompetencia y la corrupción.
No pasó por debajo de la mesa el titubear del profesor ante la pregunta del conductor del programa. Si este es el fin de un proceso, ¿dónde colocamos el comienzo? Inquirió César Miguel. La respuesta colocó en el gobierno inicial de CAP el desorden que nos ha llevado a la situación actual.
Pero, más que identificar la fecha, nos interesa identificar las causas que provocaron la desesperación popular (y elitesca) que nos llevó al salto mortal que llevó a la presidencia la personificación de la destrucción.
Nosotros también hemos meditado sobre ello. En alguna oportunidad hemos llegado a alguna conclusión.
Decía Pino, los partidos perdieron la conexión con la sociedad. Creemos nosotros que los partidos se colocaron en la cúspide de la pirámide social. Los jefes de los partidos políticos se transformaron en operadores políticos, sociales y económicos. No se movía nada sin la intervención de ellos. Los poderes públicos estaban supeditados a los jefes de los partidos. Las leyes, los presupuestos, los cargos públicos, las decisiones ejecutivas y judiciales, todo, se negociaba con los jefes de los partidos del sistema y el ciudadano perdió importancia. De él, solo interesaba el voto.
Pero del lado del ciudadano y de los dirigentes empresariales no fue muy distinto. Los empresarios nacionales, quienes durante muchos años dedicaron tiempo, recursos y esfuerzos a sembrar la importancia de los gremios, muy pronto delegaron esas funciones en segundones que no les eran demasiado útiles dentro de sus empresas y así, también se desvirtuó la función empresarial. Fedecámaras perdió el rumbo y el liderazgo y los verdaderos empresarios cayeron en la comodidad de discutir en Miraflores cuando se presentaba un problema, mientras la dirigencia de las medianas y pequeñas empresas cayó en manos de traficantes de poder y de dinero.
Llegó el fin del siglo XX y lo que sucedió después ha tenido resultados bastante peores.
Queremos avalar y creer los planteamientos de Pino Iturrieta, las condiciones han cambiado y la esperanza está cifrada en el 7 de octubre.
El trabajo que se tiene que hacer es ímprobo, ciclópeo, imposible de resumir. Necesario de acometer. El ciudadano tiene que lograr el sitio preponderante en la pirámide social. La dirigencia tiene que facilitarlo. Dios nos ayude.
rafael862@yahoo.com
@rafael862
Como siempre, libre albedrio, y la oportunidad para hacerle un pequeño homenaje a Cesar Miguel Rondón, personaje indiscutible en nuestra radio, maestro de conductores.
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