Varios emails nos traen este ruego, a ver que les parece…
Si.
Lo quiero de vuelta. Pero quiero que regrese de forma anónima y sin un
séquito de profesionales tras de usted. Regrese solito, no como el
comandante sino como Hugo...
Porque deseo que el presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, sin padrinos ni poder, como cualquier mortal pues, trate de
curar su dolencia por los canales regulares que a muchos de nosotros
nos toca seguir ...
Quiero que haga triaje en un hospital, sentadito en una sillita de
metal a la espera de llenar los datos y esperar allí las 9 horas
aproximadas que ese trámite le llevará. Que en él mientras tanto vea
niños, jóvenes, adultos, con ojeras, con sondas, con cables, con
sangramientos, sentaditos igual que lo estará él (cuando encuentre la
sillita porque por lo general toca de pie o en el suelo).
Quiero que con ganas de vomitar y un dolor de cabeza bestial le toque
levantarse a las 3:00 AM para estar en el hospital a las 4:00 y tener
así la esperanza de obtener el anhelado numero (siempre que haya
pasado por triaje y tenga ficha)
Quiero que cuando finalmente lo atiendan le pidan TAC especializados,
ganmagramas, resonancias, marcadores tumorales y descubra atónito que
la mayoría de los hospitales y CDI NO HACEN ESOS ESTUDIOS unos por
tener el equipo dañado, otros por no haberlo tenido nunca... Y
entonces comience el vía crucis llamando a decenas de lugares,
informándose de costos y escribiendo a media nación en la esperanza de
ser ayudado en todo sentido para poder hacer los estudios solicitados,
a sabiendas que el tiempo está corriendo en su contra.
Quiero que sintiéndose peor cada día, y temeroso, y lleno de preguntas
y dudas, viva la pesadilla de ser peloteado de un centro a otro.
Quiero que viva en carne propia la desesperanza abrumadora cuando
alguien lo mande secamente a callar por quejarse.
Quiero que no consiga las medicinas, ni la quimio o que tenga que
acudir a por lo menos cinco centros regionales para obtenerlas o poner
post en medios digitales solicitando ayuda porque el medicamento está
fuera de circulación o desaparecido.
Quiero que se enfrente a la vanguardia de "nuevos médicos integrales"
a las 2:00 A:M de emergencia con un dolor enloquecedor producto de su
dolencia. Y mientras se retuerce de agonía sientan como todos se
apresuran a atenderle, pero para tomarle la tensión y revisarle con
una paletita la boca, diciéndole que se tranquilice y trate de hacerse
los exámenes para luego poder ayudarlo. Y que mientras atónito escucha
esto, sabiendo que perderá la pelea (porque los tumores no esperan
como tendrá que esperar Ud.), se pregunte "¿Por qué, por qué tiene
que ser así?"...
Y quiero que cuando finalmente, luego de llamar a medio país y acudir
a cuanta institución exista, logre hacerse los exámenes, le informen
que ya es demasiado tarde. Que hay metástasis ósea y cerebral. Y que
lo único que se puede hacer es tratar de evitar los dolores. Y que
hasta para eso sufra el calvario de obtener los récipes especiales
para la morfina o similares y nunca las encuentre sino cuando ya esté
en coma.
Porque entérese presidente que lo anteriormente descrito es el drama
de la mayoría de nosotros, los que no tenemos una póliza de seguro o
que no disponemos como usted de una amistad tan sincera como la de los
hermanos Castro... (¡cuanto habremos pagado…?)
Para millones de venezolanos y compatriotas, chavistas o no chavistas,
un pequeño tumor es una inequívoca sentencia de muerte.
Ya que en 14 años no se ha podido revertir este drama que reconozco
lleva décadas instalado, le ruego en nombre del amor que dice
tenernos, venga entonces a padecer el infierno con nosotros. Sea leal
a lo que profesa. Es decir, jódase como nos jódemos más de la mitad de
quienes sobrevivimos aun en esta "Venezuela de todos"
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