Es inexplicable el afán del Gobierno de abrir nuevos frentes de batallas en sectores que ya son campos minados por el demostrado fracaso de la gestión bolivariana.
Así, aún cuando en estos 13 años el Gobierno no ha podido solucionar los problemas estructurales en la mayoría (por no decir ninguno) de los niveles de la educación en Venezuela, ahora se plantea “transformar” la educación especial. Un sector, por demás sensible, porque involucra a más de 200.000 niños y jóvenes con diversidad de problemáticas intelectuales, cognitivas, auditivas, motoras o visuales, y a su entorno familiar, que requiere de soluciones interdisciplinarias.
Una compleja y difícil tarea en la que nuevamente no se ha seguido el camino lógico de la consulta y el involucramiento de los especialistas, relacionados y afectados, y que se hace pública cuando ya se comienzan a consumar las propuestas del Ejecutivo.
El caso es que hace unas semanas el Ministerio de Educación y la Dirección Nacional de Educación Especial, dieron a conocer “Los Lineamientos para la Reorganización de la Educación Especial a nivel nacional…”.
El resultado de estas decisiones opacas e inconsultas del Ejecutivo Nacional es similar al de otros casos que lo precedieron: La resistencia, la oposición y la confrontación del Gobierno con los sujetos supuestos a beneficiar.
Ahora bien, aparte de lo inconsulto, de las lagunas, improvisaciones, inconsistencias y desarticulación que evidencia el Plan de Reorganización de la Educación Especial dado a conocer, y que ya se comenzó a implementar en algunos estados, la mayor resistencia la ha generado la desaparición de los centros de desarrollo infantil (CDI), que actualmente operan en las escuelas de atención de personas con alguna discapacidad. Según los lineamientos presentados por el Ministerio de Educación los CDI pasarán a formar parte de los simoncitos (primera fase de la educación bolivariana para el desarrollo integral de los niños entre cero y seis años) y en sus espacios funcionarán los centros pedagógicos de diagnóstico, orientación y formación para la diversidad funcional a crear por los distritos escolares.
También a similitud de otras decisiones inconsultas rechazadas por la población, la respuesta oficial son las contradicciones en la declaratoria de los funcionarios a cargo de llevar a cabo el proyecto. En El Nacional de este lunes, la ministra de Educación, en una entrevista dada a Adriana Guevara, afirma que se ha interpretado erradamente la propuesta, y que los centros seguirán en funcionamiento.
Otra historia que también se repite en esta oportunidad es que se desprecia todo un legado de profesionales y expertos que existen en educación especial en Venezuela, favoreciendo la cooperación de los cubanos, supuestamente con un “historial de calidad” en la materia.
• Disponible en inglés en: www.veneconomy.com
2012/03/26
Una batalla especial
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