2012/04/04

Esta es nuestra verdad!!!

Estado de la caseta del Guardaparque del Parque Nacional Sierra de la Culata al inicio del camino hacia la Sierra. Incendiada, desvalijada, sucia y, claro, sin funcionarios.

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Ayer, 3 de abril del 2012, acompañé a un par de vecinos a conocer la parte baja del paseo de La Culata, paseo conocido hasta la saciedad por cuantos caminantes de montaña viven o visitan nuestro estado. Se considera uno de los sitios de mas fácil acceso de toda nuestra serranía y por tal motivo es casi obligada su visita en los periodos de vacaciones y fines de semana, largos o cortos. Durante muchos años ha existido allí una estación de Guarda Parques dado que se trata del inicio del Parque Nacional Sierra de la Culata.

Por su ubicación permite mantener un relativo control sobre las personas que acceden al Parque por esta zona, lo tradicional era anotar los nombres y la hora en que se pasaba por allí. El guarda parque, o quien hacia sus veces, aprovechaba para dar cuantas explicaciones sobre seguridad en la montaña podía tener en su cerebro de profesional adiestrado para tales fines, e informaba sobre cualquier incidencia que hubiese ocurrido, el estado de los ríos, la cascada, las lagunas, los humedales, la presencia, o no, de personas en algunos sitios, en fin daba una sensación de autoridad y control, lo que, de alguna forma contribuía a que los caminantes se controlasen y, al mismo tiempo, supiesen que alguien habría que los podría ayudar en caso de emergencias.

La vida del Guarda Parques no es fácil pues básicamente se desarrolla en un medio generalmente agreste, solitario y, como se dice en los chistes de caminata: “mas olvidado que la una sin reloj”. Se requiere de  vocación, espíritu de cuerpo, disciplina, toneladas de paciencia, aguante físico, entrenamiento, voluntad, buena disposición y, por sobre todo: entrega hacia su trabajo. Realmente hay que felicitarlos por su profesionalismo.

Ellos son los únicos que Guardan el Parque. Si los eliminamos desprotegemos el Parque.

En esta Semana Santa apareció publicada una nota de prensa en la que se informaba que por esta oportunidad estaba prohibido el acceso hacia la Sierra Nevada de Mérida por los trabajos que la empresa contratista estaba haciendo en las obras de mantenimiento del Teleférico. Las explicaciones sobre esta prohibición fueron demasiado parcas y por lo tanto se prestaban a cualquier tipo de interpretación. Cómo se nota que quienes tomaron estas decisiones sobre el tipo de trabajo a efectuar en este momento, sobre la prohibición del acceso, y sobre la información que se dio a la comunidad, no tienen la menor idea de lo que es NUESTRA ciudad, ni de la necesidad de mantener en buen estado nuestras carreteras, ni de la necesidad de crear las condiciones tecnológicas para asegurar que podamos tener líneas aéreas sirviendo nuestro aeropuerto; somos un Estado Turístico y no es con discursos políticos de baja estofa que atraeremos a los Turistas. Es con obras que sustenten el llamado. Tenemos que adecentar las carreteras, no es con pañitos como debemos asegurar la carretera y no nos interesa quien la construyó ni de que partido era, ni como se llama la carretera. Estamos cercados y recordamos el refrán: “Trabajan como burros, por burros”. Necesitamos que las personas que elegimos para los cargos sean consientes de su responsabilidad para con la Ciudadanía, por encima de su “responsabilidad política”.

En un estado cuya única Industria real, duradera, productiva, generadora de ingresos para todos es el Turismo, estamos incomunicados y, oficialmente (a las pruebas, que a la vista están, me remito) desguarnecidos de la custodia de las áreas de esparcimiento que se le pueden ofrecer a los turistas. No podemos aceptar que “la culpa la tiene el centralismo porque el sistema nacional de Parques no depende de nuestro estado” esa es la excusa para lo que nos esta sucediendo. Si es que el centralismo nos acogota, formas hay para nosotros colocarnos en paralelo y dar lo que nuestro estado requiere porque no es con asignación de culpas que sobreviviremos. Si el centralismo no quiere que prosperemos, hagámoslo nosotros… la Universidad ya fue ejemplo a principios del siglo pasado de este olvidarnos del centralismo. Tenemos Diputados que deben trabajar para nosotros. Tenemos funcionarios electos que deben trabajar para nosotros. Cada quien que crea en la utopía de su preferencia, allá cada uno con su conciencia; pero si del terruño estamos hablando, nadie mas que nosotros será responsable de la ruina del Estado Mérida, el estado somos todos los que aquí hacemos vida, los que aquí hemos nacido, los que aquí encontramos refugio porque nuestros sitios de nacimiento no nos ofrecían y/o ofrecen la calidad de vida que nosotros teníamos y que estamos perdiendo en la batahola política.

El aviso muestra: EMERGENCIA 171

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