Por ELIDES J. ROJAS L. 17.09.2012 El Universal
12:16 PM
No es la primera vez que a micomandantepresidente, con toda la fama de bravo que tiene, se le van las chupas en público o dentro de un museo. Tiene cierta tendencia al nudo en la garganta que va en aumento hasta quebrar la voz y pasar a otra etapa emocional. Sin pena ni tapujos. Por eso mucha gente piensa que es coba, que es teatro y que va al ataque otra vez con la misión lástima.
En Apure, hace dos días, entre gemidos y ruegos para que el Señor le otorgue más vida y la confesión de que no puede caminar, otra vez las cuerdas vocales se pusieron temblecas. Mucha gente dice que es teatro, Puede ser. Que es el retorno de la Misión lástima. Puede ser. Pero si lo que quiere es llorar, ahora es cuando hay motivos. Vámonos de listica.
No hay autopista en Venezuela que sirva. Huecos, grietas, desniveles, fallas de borde, falta de iluminación. Para llorar. Las víctimas fatales de la delincuencia están rumbo a las 20 mil por año y ya llevamos 19 planes de seguridad. Para llorar. Chávez inventó el bolívar fuerte para hacerle creer al país que era un genio en economía. Ahora es un bolívar esquelético que no reciben ni en Aruba. Para llorar. Los secuestros y la vacuna están en Caracas. Pasaron de la frontera como Pedro por su casa. Para llorar. Prometió siete diferentes parques para La Carlota y de casualidad queda la pista vieja. Para llorar. Dijo que acabaría con la corrupción y los bandidos de cuello blanco. Ahora son de franela roja. No usan corbata y les encanta el imperio. Para llorar. En 14 años, con la sabia ayuda de los cubanos, ha liquidado más del 40% del sector industrial venezolano. En el mismo tiempo destruyó más del 45% de la capacidad de producción agrícola nacional y le abrió mercado a los cubanos para hacerse ricos con el negocio de importaciones. Para llorar. Que en apenas un año pretenda engañar a la gente construyendo a empujones mamotretos por todos lados sin estacionamiento y sin servicios solo para ganar elecciones, para llorar. Que se haya pasado cinco años jugando con los huesos de Bolívar, para llorar. Recorrer hospitales y ambulatorios para corroborar que parecen centros médicos de Haití, para llorar. Y mucho. Constatar que las obras contratadas a extranjeros, en contra de los venezolanos, no avanzan, se roban los reales o simplemente nunca arrancan, para llorar. Que el centro de Caracas, con toda su historia y arquitectura, cierre volando hasta la última santamaría antes de las siete de la noche por miedo al hampa y al malandrinaje, para llorar. Que Sidor y toda la CVG están quebradas, dependiendo de la plata que mande Chávez y sin productividad, para llorar. Que el sistema nacional eléctrico no pueda darle luz a todo el país, cuando hace algunos años era así; a pesar de que los cubanos han hecho una fortuna comprando planticas en asociación con lo más granado del chavismo criollo. Que los chinos sean los dueños del futuro de la industria petrolera venezolana, para llorar. Que el país, su juventud, los ciudadanos, la gente, hayan perdido los últimos 14 años de sus vidas, para llorar.
Y a moco tendido.
Twitter: @ejrl
Como siempre, EJR presenta, en un apretado resumen, el hoy por hoy de la situación…
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