2013/03/21

7895.- ¡Tu derecho!

Veneconomia, 21 de marzo de 2013  

La suerte fatal del electo (y no juramentado) Hugo Chávez puso a los venezolanos a enfrentar de nuevo, y en menos de seis meses, unos comicios electorales donde el Estado confiscado por el chavismo está puesto al servicio del proyecto castrocomunista.
Los precedentes de todas las elecciones hablan por sí solos de la supremacía que esta usurpación del poder da sobre el adversario. Un oponente que es sistemáticamente acoquinado con campañas abusivas, cadenas interminables del gobierno, el mal uso de los recursos del Estado, precarias garantías electorales, y una muy consistente inyección de temor en el electorado por parte del Ejecutivo a través de sus diferentes mecanismos de coerción.
Entre otros, y quizás el más perverso, de estos mecanismos ha sido (y es) el inocular masivamente la percepción en el ciudadano de que el voto no es secreto, violentando con ello la Constitución y las leyes, que dictan expresamente que el sufragio es un derecho que “se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas”.
Para vulnerar la libertad de elegir y la seguridad del secreto al voto, se han valido de toda trampa, ilegalidad y abusos.
Una de esas primeras ilegalidades fue la confiscación de las firmas de más de tres millones de venezolanos que pedían en 2004 la revocación del mandato de Chávez, y que generó las listas Tascón y Maisanta con las que se sigue aplicando un apartheid a estos ciudadanos.
Otro diabólico mecanismo es la imposición ilegal de las máquinas capta huellas, ahora encadenadas a un Sistema de Autenticación Integrado (SAI). El CNE las “justifica” diciendo que son para evitar que la gente vote dos veces, argumento ridículo si se toman en cuenta los controles ejercidos a través de los cuadernos electorales y el dedo manchado de tinta.
La verdad es que más que para identificar al elector, la capta huella sirve para informar al gobierno en tiempo real sobre quiénes han votado, y lo que es más importante, quiénes no han votado, para así salir a buscar a aquellos que son partidarios del PSUV.
Más aún, la capta huella está diseñada para engañar a los ciudadanos, haciéndoles creer que a través de ella el gobierno sabrá cómo votó cada elector. Algo que nadie ha corroborado en las múltiples elecciones realizadas a la fecha.
Esto plantea un reto para el Comando Simón Bolívar: Explicarle al elector que el voto sí es secreto y que la ilegal capta huella es todo un parapeto para meterle miedo y hacerle creer que no lo es.
La confianza en el secreto del voto, es vital para que los ciudadanos ejerzan el derecho a votar libremente por el candidato de su preferencia.
Hoy los estudiantes dieron el primer paso para enfrentar ese reto, y están movilizándose en varias ciudades del país, exigiendo elecciones libres, transparentes y en igualdad de condiciones, ello pasa por decir NO a las capta huellas.

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