2014/01/13

8212.-Expediente, Fronteras

La frontera se rebeló

La oposición conquistó Guasdualito y otras zonas que limitan con Colombia. Algo tiene que estar pasando para que el PSUV haya perdido terreno en los pueblos de la frontera. Por Joseph Poliszuk y Lorena Arráiz.                                        EL UNIVERSAL domingo 12 de enero de 2014  12:00 AM

Si bien no todos, buena parte de los municipios que limitan con Colombia votaron por un cambio el pasado 8 de diciembre. El color rojo se ha desteñido en los mapas de Amazonas, Apure, Zulia y, sobre todo, Táchira. No en vano, el diputado de la Mesa de la Unidad Democrática por el estado Táchira, Walter Márquez, concluye que "en la frontera más activa de Venezuela el Gobierno perdió el control".

Los cierres de la frontera en las últimas elecciones incidieron, a su juicio, en los resultados electorales del mes pasado. También los grupos irregulares que hacen vida a ambos lados del mapa, la fuga de gasolina y el contrabando de los productos de la cesta básica...

"Voy a Cúcuta, como lo he hecho toda mi vida, y me revisan el carro de arriba para abajo, los guardias lo tratan a uno como delincuente", denuncia Nancy Plata Soto, quien tiene familia en el Norte de Santander y acostumbra a pasar el fin de semana con ellos.

"Si uno lleva un pote de leche o un kilo de azúcar lo tratan como contrabandista y hasta le quitan el alimento", añade. "Es una humillación pero todos sabemos quién pasa gandolas de alimentos y gasolina a Colombia, a qué horas y por dónde; ojalá así atacaran a los sicarios".

El apartheid 

Además de desabastecimiento, el diputado Walter Márquez advierte que el habitante de la frontera sufre represión por parte de los organismos de seguridad, así como los rigores de decretos como el número 600, que hasta el pasado 13 de diciembre prohibió la venta de productos y bienes a los colombianos, restringiéndola únicamente para los de este lado de la raya.

Cinco días después de que la oposición consiguiera 17 de las 29 alcaldías del Táchira, el gobernador de la entidad, José Gregorio Vielma Mora, derogó la medida. Pero igual quedaron las críticas de un decreto que llegó a ser denunciado como una forma de apartheid.

Más allá de las discriminaciones, para Márquez el famoso decreto 600 terminó afectando principalmente a los de acá. Mientras muchos colombianos han conseguido la doble nacionalidad, hubo tachirenses que no pudieron comprar artículos de línea blanca, entre otros, por no disponer de cartas de residencia y otros de los requisitos que les exigían.

Ese debate incluso calentó el encuentro que el presidente de la República sostuvo el pasado 18 de diciembre en el Palacio de Miraflores con los recién electos alcaldes de oposición.

Respaldado por 67,7% de los electores, el mayor porcentaje de votos de todas las capitales del país, el nuevo mandatario de San Cristóbal, Daniel Ceballos, reclamó que "en la frontera se promueve la xenofobia con los hermanos colombianos", a lo que un Nicolás Maduro molesto pidió cambiar los términos del debate: "¡Xenofobia la de ustedes que me acusaron de haber nacido en Bogotá y lo mantienen todavía!".

La lección 

Sea como sea algo está pasando en el Táchira. Fue en ese estado donde Henrique Capriles sacó el mayor porcentaje de votos de las dos últimas elecciones presidenciales. El 14 de abril ganó en San Cristóbal, pero también en varios de los pueblos de la raya: en los municipios fronterizos de Bolívar, Ureña, Junín, Rafael Urdaneta y García de Hevia consiguió 72.129 votos que, de acuerdo con el Consejo Nacional Electoral, suman un apoyo de 59,75%.

En abril del año pasado, cuando cerraron la frontera en los días previos a las elecciones, un grupo de personas protestaba frente a la barricada impuesta por militares que impedían el paso. Había un importante número de gente que gritaba que la medida era inconstitucional, que representaba un abuso del Gobierno, que no podía ser... "¿Y por qué votaron entonces por Vielma Mora?", gritó un hombre, a lo que una mujer anciana le contestó: "Porque castigamos a Pérez Vivas".

Pareciera que el castigo se transformó en norma para los residentes de esos municipios limítrofes del Táchira porque luego de 14 años, la mayoría de las alcaldías de esa zona pasaron a manos de la oposición y con mayoría en las cámaras municipales. La Mesa de la Unidad Democrática esta vez incluso consiguió bastiones tradicionalmente chavistas como los de Torbes y Guásimos.

"Yo no lo llamaría castigo, creo que es la lección que le estamos dando al gobierno nacional y regional para que nos respeten y hagan políticas fronterizas para el beneficio del pueblo y no que sean arbitrarias al punto que nos ha afectado la calidad de vida", dice Arturo González Urribarí, estudiante universitario en Ureña.

Entre un comicio y otro, en el Táchira se acentuó la escasez de productos no solo de la cesta básica sino todo lo que puede revenderse en Colombia. "En San Cristóbal pueden decir que llegó leche a un supermercado y la gente va a hacer su cola y puede que la compre o no, pero en San Antonio del Táchira ni siquiera tenemos esa opción porque no llegan los alimentos", advierte Alexis Balza, dirigente político y residente de la frontera.

El del Táchira, sin embargo, no es un caso aislado. En el estado Amazonas la oposición consiguió las alcaldías de Átures y Autana, separadas de Colombia por el río Orinoco. En Zulia dos de las siete conquistas también fueron en las zonas fronterizas de Catatumbo y Machiques de Perijá.

En los linderos de Apure, por su parte, la alianza de la Mesa de la Unidad Democrática se estrenó en Guasdualito. Aunque no consiguió el otro de los dos municipios que conforman el Distrito del Alto Apure, sus habitantes reeligieron al alcalde mayor, Jorge Rodríguez, pero esta vez como disidente del Partido Socialista Unido de Venezuela y al margen del candidato que postuló el Gobierno.

"Es un pueblo que maduró", concluyó Lumay Barreto tras repasar la extorsión de una serie de grupos irregulares, el contrabando de gasolina y otras de las razones que hicieron que Guasdualito y el resto del municipio Páez la eligiera como su nueva alcaldesa.

"Un tercer país" 

Los últimos análisis vienen advirtiendo que el 8 de diciembre la oposición ganó las grandes ciudades. Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, Maturín, San Cristóbal y la Gran Caracas apoyaron a los candidatos de la Mesa de la Unidad Democrática pero, aun así, para conseguir la mayoría le faltó conquistar espacios de la Venezuela rural. Esa tendencia, de cualquier modo, se rompió precisamente en los las márgenes de la frontera occidental.

El diputado Márquez insiste en que no se trata de una casualidad. "De Peracal para abajo no lo toman en cuenta, como si no fuera Táchira", dice. "Hasta un especialista en integración fronteriza llamó a esa zona 'un tercer país'".

Es algo que afecta hasta del otro lado de la frontera. De visita por el estado Táchira, el senador colombiano, Juan Mario Laserna, habló a finales del año pasado de la necesidad de buscar alternativas para minimizar los problemas que el diferencial cambiario ha venido ocasionando en el eje San Antonio-Ureña-Cúcuta.

Reunido con representantes de diversos sectores productivos de la región, llamó desde San Cristóbal a "tender puentes" entre vecinos y a buscar fórmulas para que los venezolanos puedan abrir cuentas bancarias en Cúcuta bien sea con dólares o bolívares.

En la gaveta 

"El objetivo indudablemente, es que se mejoren las relaciones bilaterales, que se aumente el comercio, que se facilite el intercambio comercial, que los venezolanos y los colombianos puedan ir más fácilmente al país vecino", afirmó el senador en un evento que reseñó el diario La Opinión de Cúcuta.

Laserna agregó que el parlamento colombiano acaba de sacar a consulta una la Ley de Fronteras, que puede fomentar la economía de los departamentos que limitan con Venezuela. De este lado, mientras tanto, el anteproyecto de Ley Orgánica de Fronteras reposa desde el año 2011 en alguna gaveta de la Asamblea Nacional.

La diputada de Acción Democrática por el estado Apure, Miriam de Montilla, pide a sus colegas de la Asamblea Nacional que retomen la discusión en la Comisión de Defensa y Seguridad, para establecer asignaciones económicas especiales que permitan fortalecer los pueblos que delinean el territorio nacional.

"Es necesario hacer la frontera más competitiva fortaleciendo su desarrollo, fomentando la agricultura, el comercio y la industria", explica. "Hay que colocar tasas preferenciales y medidas que garanticen la seguridad fronteriza contra los factores externos".

Como representante del estado Apure, Montilla advierte que a espaldas de Caracas, la economía y los servicios públicos de Palmarito, El Nula, Ciudad Sucre y El Amparo están en uno de sus peores momentos.

"Tiene que haber un trato especial a una zona donde el comercio está muerto", dice. "A falta de hospitales, los habitantes están dando a luz en el Arauca colombiano; estuve en el Alto Apure hace poco y casi con lágrimas en los ojos me decían: 'Estamos comiendo pellejos, lo bueno se lo llevan para Colombia de contrabando'".

jpoliszuk@eluniversal.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su tiempo. Por favor, deje su email y le contestare en privado. Gracias