Yolanda Davila compartió
la foto de RINCON DEL TIBET.
Rincon del Tibet-
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Reflexión: Humildad
La humildad es la actitud de la persona que no presume de sus
logros y reconoce sus fracasos y debilidades.
La humildad es uno de los estados más equilibrados del ser humano,
porque puede reconocer lo que logra sin indiferencia y sin esperar la
aprobación ajena para poder tener un objetivo planteado. No se desespera por
los resultados de sus objetivos.
Cuando se hace fiel observador de que los fracasos y debilidades
ante algunas situaciones son planteados y re formulados para mejorar, la
humildad es entonces la que nos ubica en el equilibrio justo para saber que no
somos perfectos, y que por defecto nos equivocamos sin tomar revancha, solo
observando que la mejoría para discernir y sentir esta latente ante cualquier
situación.
La humildad al reconocer logros y debilidades trabaja como un
neutralizador de nuestros sentimientos. Es como el Universo y sus energías
neutrales.
Por ejemplo puedes ver que tienes muchos logros y a su vez puedes
ver que ciertos problemas son debilidades no superadas, observando la mejoría
para ubicarlas de una forma plena y coherente en tu ser.
El utilizar la humildad en procesos de transformación hace que
puedas salir del lugar de ser alguien para otros y plantearte en el infinito
ser qué es bueno y qué es malo, generando un equilibrio. A veces aplicando
humildad, se genera el Dharma. Porque la humildad no tiene extremos ya que
reconoce las aptitudes de cada extremo.
Cuando se busca la plenitud de generar buenos sentimientos, se
precipita la humildad
Si aplicas siempre humildad en todos tus actos, sabrás que eres un
conjunto de infinitas posibilidades para que tu inconsciente surja de una
manera consciente y acorde a la situación.
Utiliza siempre la humildad en todos tus actos y verás que tus
actitudes no fueron en vano.
Transcribo un cuento japonés donde se explica la humildad de una
forma práctica:
"La Taza de Té": Un cuento sobre la humildad
Un profesor de una prestigiosa universidad, muy respetado y temido
por sus alumnos debido a su gran dominio de los más diversos temas y su
carácter autoritario, viajó una vez a Japón a entrevistarse con un famoso sabio
que vivía retirado en una modesta casa de campo, dedicado al estudio y la
escritura.
El profesor en cuestión, estaba acostumbrado a tener la última
palabra en todo y desechaba frecuentemente las opiniones de los demás, a
quienes intimidaba con su inmensa erudición, su petulancia y su arrogancia.
En cuanto llego a la casa del sabio, el profesor empezó a hablar
del tema que iba a ser tratado en la visita. Hablaba sin parar, citando frases
de famosos personajes a cada momento, refiriéndose a los innumerables libros
que había leído y a las muchas conferencias que había dictado acerca de ese y
otros tantos temas.
El sabio aprovecho una pausa en el monologo del profesor para preguntarle
si le apetecía una taza de té este le dijo que si y continuo su habladuría.
Mientras el profesor hablaba, el sabio se dedicó a llenarle su
taza.
Comenzó echando el té poco a poco, primero hasta la mitad y luego
hasta el borde de la taza, Pero al llegar allí no se detuvo, sino que siguió
echando té y más té, con toda la naturalidad del mundo, hasta que el liquido
desbordo también el plato, y, comenzó a manchar el mantel, todo esto lo hacía
sonriendo y escuchando al profesor, como si no pasara nada. El profesor no se
dio cuenta al principio, pues estaba demasiado entretenido escuchándose hablar
a si mismo, pero en cuanto se percató, después de un buen rato, quedó
estupefacto.
-LA TAZA ESTA LLENA!!!..YA NO LE CABE MAS!!- gritó
-Lo mismo te pasa a ti- le dijo el sabio, con tranquilidad.
-Tú también estás lleno de toda tu erudición, de todos los autores
que citas, de todos los libros que has leído, de tus propias opiniones y tus
ideas acerca de todo... Como vas a poder escucharme o aprender algo de lo que
yo puedo enseñarte, si antes no vacías la taza?... Impresionado por esta
lección que le acababa de dar este hombre, el profesor se propuso tener en
cuenta, a partir de ese momento, la sabiduría de sus contemporáneos."
¿Qué esperas para aplicar tu humildad equilibrada?
Lorena Gintautas.-
Corrección gramatical: Jaime Llosa Sr.
Rincon del Tibet-
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Reflexión: Humildad
Reflexión: Humildad
La humildad es la actitud de la persona que no presume de sus
logros y reconoce sus fracasos y debilidades.
La humildad es uno de los estados más equilibrados del ser humano,
porque puede reconocer lo que logra sin indiferencia y sin esperar la
aprobación ajena para poder tener un objetivo planteado. No se desespera por
los resultados de sus objetivos.
Cuando se hace fiel observador de que los fracasos y debilidades
ante algunas situaciones son planteados y re formulados para mejorar, la
humildad es entonces la que nos ubica en el equilibrio justo para saber que no
somos perfectos, y que por defecto nos equivocamos sin tomar revancha, solo
observando que la mejoría para discernir y sentir esta latente ante cualquier
situación.
La humildad al reconocer logros y debilidades trabaja como un
neutralizador de nuestros sentimientos. Es como el Universo y sus energías
neutrales.
Por ejemplo puedes ver que tienes muchos logros y a su vez puedes
ver que ciertos problemas son debilidades no superadas, observando la mejoría
para ubicarlas de una forma plena y coherente en tu ser.
El utilizar la humildad en procesos de transformación hace que
puedas salir del lugar de ser alguien para otros y plantearte en el infinito
ser qué es bueno y qué es malo, generando un equilibrio. A veces aplicando
humildad, se genera el Dharma. Porque la humildad no tiene extremos ya que
reconoce las aptitudes de cada extremo.
Cuando se busca la plenitud de generar buenos sentimientos, se
precipita la humildad
Si aplicas siempre humildad en todos tus actos, sabrás que eres un
conjunto de infinitas posibilidades para que tu inconsciente surja de una
manera consciente y acorde a la situación.
Utiliza siempre la humildad en todos tus actos y verás que tus
actitudes no fueron en vano.
Transcribo un cuento japonés donde se explica la humildad de una
forma práctica:
"La Taza de Té": Un cuento sobre la humildad
Un profesor de una prestigiosa universidad, muy respetado y temido
por sus alumnos debido a su gran dominio de los más diversos temas y su
carácter autoritario, viajó una vez a Japón a entrevistarse con un famoso sabio
que vivía retirado en una modesta casa de campo, dedicado al estudio y la
escritura.
El profesor en cuestión, estaba acostumbrado a tener la última
palabra en todo y desechaba frecuentemente las opiniones de los demás, a
quienes intimidaba con su inmensa erudición, su petulancia y su arrogancia.
En cuanto llego a la casa del sabio, el profesor empezó a hablar
del tema que iba a ser tratado en la visita. Hablaba sin parar, citando frases
de famosos personajes a cada momento, refiriéndose a los innumerables libros
que había leído y a las muchas conferencias que había dictado acerca de ese y
otros tantos temas.
El sabio aprovecho una pausa en el monologo del profesor para preguntarle
si le apetecía una taza de té este le dijo que si y continuo su habladuría.
Mientras el profesor hablaba, el sabio se dedicó a llenarle su
taza.
Comenzó echando el té poco a poco, primero hasta la mitad y luego
hasta el borde de la taza, Pero al llegar allí no se detuvo, sino que siguió
echando té y más té, con toda la naturalidad del mundo, hasta que el liquido
desbordo también el plato, y, comenzó a manchar el mantel, todo esto lo hacía
sonriendo y escuchando al profesor, como si no pasara nada. El profesor no se
dio cuenta al principio, pues estaba demasiado entretenido escuchándose hablar
a si mismo, pero en cuanto se percató, después de un buen rato, quedó
estupefacto.
-LA TAZA ESTA LLENA!!!..YA NO LE CABE MAS!!- gritó
-Lo mismo te pasa a ti- le dijo el sabio, con tranquilidad.
-Tú también estás lleno de toda tu erudición, de todos los autores
que citas, de todos los libros que has leído, de tus propias opiniones y tus
ideas acerca de todo... Como vas a poder escucharme o aprender algo de lo que
yo puedo enseñarte, si antes no vacías la taza?... Impresionado por esta
lección que le acababa de dar este hombre, el profesor se propuso tener en
cuenta, a partir de ese momento, la sabiduría de sus contemporáneos."
¿Qué esperas para aplicar tu humildad equilibrada?
Lorena Gintautas.-
Corrección gramatical: Jaime Llosa Sr.
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