8381.- Hipótesis de Guerra

Entrenamiento para la guerra…

Dado lo que estamos viendo, oyendo, leyendo, comentando y, por encima de todo, sufriendo, tal vez si vale la pena hablar de Hipótesis de Conflicto…

Hemos leído, visto las fotografías, les hemos oído hablar,  hemos escrutado las innumerables páginas de Internet que hablan sobre ellos y, por sobre todo, hemos escuchado como algunos de los funcionarios mayores del gobierno hablan de la “tropita cubana” que se han traído para cuidarse “las espaldas”.

Esto no significa otra cosa que la existencia de un plan de operaciones para tratar de mantenerse con las riendas a pesar de lo que el pueblo les exija. ¿En que condición estará esta tropita en el país? ¿Se les traería como Batallón(es) de tropa formal? ¿Se les traería como mercenarios para que a la larga se quedasen en el país? ¿Se les traería para que fuesen ellos los responsables de la acción de francotiradores? ¿Se buscará tenerlos aquí hasta que sea la hora de enviarlos a Colombia? ¿Se estará negociando una entrega territorial, de Cuba o de Venezuela? ¿Se les estará pagando directamente a ellos o a sus mandos? ¿Cuáles serán las esperanzas grupales de esas personas traídas a que mueran aquí?.

Cada una de estas preguntas se deshoja y aparecen miles mas… Y no es un juego… no es solo un tema de conversación para una tarde aburrida… es una realidad que tenemos, es imperativo que las abordemos con toda la seriedad que se amerita para que al final de este desastre tengamos una Venezuela sin traumas y sin los sinvergüenzas que la han destrozado.

Nuestro país nunca ha salido a buscar tierras ni a meterse en los demás países… lo que si ha hecho es dar dinero a manos llenas a los países que, cada uno en su propio caos, han solicitado ayuda. Ayuda que se puede entender de diversas formas: ayuda decente en forma de préstamos y en forma de inversiones en las cuales a final de cuentas ganan los dos países. Ayuda no tan decente donde el receptor queda solamente como el limosnero que debe entregarse para cualquier negocio turbio a cambio de sumas a veces irrisorias.

Triangulaciones y medidas geométricas superlativas en las cuales algunos mercachifles pseudo intelectuales se plantean la toma del poder nacional, mundial, estelar, intergaláctico, han florecido a partir de alguien o algo que por “alguna razón” se puede vender por debajo de cuerda. Vemos consternados cómo viejos carcamales salen de los museos donde se guarecen y, predicando supuestos milagros, se empecinan en mostrarse como la solución única al problema, olvidando que ese pueblo que desdeñan y desprecian, los recuerda hasta con mayor detalle que ellos mismos… recuerda sus traiciones, sus abandonos, sus vaivenes, su desgracia y solo espera que les llegue su momento para pasarles la factura.

La nación ya no escucha consejas, creyeron que sería solo el Carnaval y ya estamos montados en Semana Santa… creyeron que silenciando a los periódicos quedaríamos en la oscuridad y ha resultado que estamos mas claros que nunca y hasta en los países vecinos han buscado como enviarnos papel periódico, y señales de audio y video, para mostrarnos y mostrarle al mundo la realidad de lo que aquí está pasando.

Hace falta que quienes estén desarrollando las Hipótesis de Conflictos cambien la actitud que tan clara han mostrado en las ultimas décadas… deben mantenerse en la FUERZA DE LA UNIÓN, donde cada uno ceda algo para que podamos ganar TODOS.

Tenemos que reconstruir el país, no a costa de, sino con la ayuda de.

Y, finalmente somos 30 millones, más o menos… Deben gobernar los 30 millones, todos los nacionales y nadie de fuera.  

El titulo dice Entrenamiento para la Guerra... al fin y al cabo es la Guardia Nacional la que, por objeto tiene, y tendrá, la responsabilidad de lidiar con los grupos sediciosos internos, lease guerrillas... así que lo que está pasando contra los estudiantes sirve como entrenamiento para los eventos futuros. Vale pues pensar que en algo estamos saliendo aprovechados... serán ellos los que marchen a los montes tras los grupúsculos de desadaptados que, haciendo uso de su coraje, le den la patada a la mesa como en aciagas épocas anteriores.