¿Malas noticias?
15 de octubre de 2014
Están llegando muy malas noticias a Venezuela desde mucho tiempo ya, pero nada como este lunes, cuando se informó que el precio promedio que el país recibió por su petróleo la semana pasada fue de escasamente $82,72 por barril, $15,36 por barril menos que el promedio de 2013.
Peor aún es que pareciera que la tendencia de los precios es a la baja.
Si se parte de que el barril venezolano normalmente se cotiza entre $6 a $9 dólares por debajo del barril marcador de la OPEP, y que este para el martes 14 de octubre se ubicaba en $85/bbl., se puede inferir que para este martes el barril venezolano habría llegado hasta $78/bbl., o menos.
Tal vez el gobierno y algunos de sus afectos aduzcan que ello no afecta su desempeño, dado que el Presupuesto Nacional está basado en $60/bbl. ¡Pero eso no es así!
Para comenzar los gobiernos de Chávez y Maduro, pusieron en práctica el uso de dos presupuestos: 1) El “oficial”, aprobado anualmente por la Asamblea Nacional, donde el barril se calcula a $60, pero que es pura ficción; y 2) el presupuesto real, que no se publica, donde se estima el barril a $100/bbl., presupuesto que se desmorona al caer el precio del barril por debajo de los $80/bbl.
Esta caída de los precios del petróleo también afectará la Balanza de Pagos. Con el barril por debajo de los $80, Venezuela deja de recibir unos $750 millones al mes por cuenta de las exportaciones petroleras, los cuales no estarán disponibles para las importaciones de bienes y servicios. Una grave noticia: si hay menos dólares, aumentará la escasez de alimentos, medicinas, insumos y repuestos de todo tipo. Habrá aún menos importación de materia prima y componentes para la industria nacional, lo que se traduce en menos empleo y menos disponibilidad de productos.
¡Peor! Pareciera que la época de bajos precios del petróleo llegó para quedarse, al menos por dos o tres años.
Por un lado, se tiene que hay un exceso de oferta: (a) Estados Unidos no solo está a un paso de ser autosuficiente gracias al petróleo y gas de lutita, sino que, por primera vez en 30 años, está exportando petróleo; y (b) Arabia Saudita ha dejado de ejercer su rol tradicional de ser el fiel de la balanza; reduciendo su producción en tiempos de abundancia: ahora, está haciendo un gran esfuerzo para mantener alta su producción, para no perder clientes o, según piensan algunos, para presionar a Irán (cuestión nuclear) y a Rusia (por su posición ante Siria). Estos dos países, y Venezuela, son los más perjudicados por este bajón de los precios del petróleo.
Además, aunque las economías mundiales se recuperen, nada indica que se el consumo global volverá a sus niveles anteriores, pues los países están mostrando mayor eficacia y eficiencia en el desarrollo y uso de energías alternativas.
Pero, peor noticia para los venezolanos es que este bajón de los precios del petróleo encontró al país sumido en el desamparo y con las arcas vacías, tras 15 años de irresponsable despilfarro de la renta petrolera en aras de instaurar y proyectar al castrocomunismo, lo cual podría colocar a Venezuela entre los países más pobres del Continente.
La buena noticia: Tomar, como una salida plausible a esta crisis, la ruta del cambio en el rumbo del país, para adoptar políticas de incentivos a la inversión y la producción, de crecimiento y desarrollo.
Editores de VenEconomía
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