2014/10/30

249048.- Algo que pasará a la historia real de la Venezuela Saudita...



Gran triunfo diplomático

ALEJANDRO ANGULO FONTIVEROS | EL UNIVERSAL
jueves 30 de octubre de 2014 12:00 AM

Muy difícilmente puede discutirse que el ingreso de Venezuela al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es un éxito muy importante para el Gobierno y para el país en general. Éxito porque tal Consejo de Seguridad tiene una inmensa importancia, puesto que tiene como principal finalidad el tratar de impedir las guerras entre las naciones y, desde luego, los países que lo integran es porque de suyo tienen un peso específico que la comunidad internacional le ha reconocido de modo público y notorio al darles su voto para tal ingreso, con lo cual ipso facto obtienen un plus de importancia sobrevenida.

La Diplomacia, cuya elevada finalidad le es atribuida por el Derecho internacional –del cual es principal ejecutora– consiste, nada menos, en afianzar la paz para, como se dijo antes, tratar de conjurar la guerra con medios diplomáticos, que en el fondo son medios jurídicos pues la función diplomática es eminentemente jurídica. Así que la misión esencial de la Diplomacia es propiciar las mejores y más sólidas relaciones entre los Estados para, al unísono, actuar en aras del supremo fin social universal o teloscosmopolita.

La Diplomacia es parte del Derecho de gentes, impulsado por el precursor Hugo Grocio en el siglo XVI con sus obras Mare liberum y Jure belli ac pacis, ya que sin ese noble oriente jurídico era inviable la Diplomacia y sirva como ejemplo el pueblo de Roma, para el cual sólo merecían respeto sus propios ciudadanos, ya que excluyeron de su monumental legislación a los extranjeros, a quienes consideraban bárbaros y así los denominaban. En cambio, con posterioridad, otras naciones (y aun la propia Italia con el satanizado Maquiavelo) dieron un gran aliento civilizatorio y por ejemplo Francia con Talleyrand (1754-1838), Austria con Metternich (1773-1859) y Alemania con Bismarck (1815 a 1898). Sin embargo, el aporte de Francia fue muy especial porque todos los Estados e incluso en su ordenamiento jurídico fueron harto influidos por los principios filosóficos de la Revolución Francesa. En el Derecho público universal hubo de modificarse su postulación y durante toda una centuria alboreó el inmenso progreso de la ciencia jurídica internacional que, sin duda, se debió a la Revolución Francesa.

De acuerdo con la Carta de las NN.UU., todos sus miembros se comprometen a acatar las decisiones del Consejo de Seguridad, que les son obligatorias: es el único órgano de las NN.UU con esa teórica y enorme autoridad, aunque a veces olímpicamente desconocidas. Dicho Consejo tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. El Consejo de Seguridad tiene quince miembros y cada uno tiene un voto; pero sólo los cinco miembros permanentes (EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido y China) tienen poder de veto. Los otros diez miembros siempre son transitorios (lo cual parece que muchos ignoran aquí) y duran dos años en función.

El gran triunfo de Venezuela no consistió exactamente en haber ingresado al Consejo de Seguridad –sin restarle la gran significación que ello tiene– sino en haberlo hecho a pesar de la impúdica e inaudita campaña mediática mundial para desprestigiar a Venezuela. Ha sido tan intensa cuan mentirosa e incluso calumniadora (ha incluido muchas falsas imputaciones de crímenes ante tribunales internacionales) y ello únicamente se explica si se considera la inmensa riqueza petrolífera venezolana: el dinero es el móvil más poderoso y frecuente para delinquir y hasta para matar gente...

Fue un ingreso muy significado y significativo porque, pese a todo eso, fue casi unánime. Esa favorable votación torrencial es infrecuente, así como demostrativa de que la opinión pública mundial no es del todo mentecata y que las gentes no son tan ingenuas para creer en tánta inverosímil detracción. Por ejemplo España, con muchos menos votos que Venezuela en la misma elección, logró ingresar "de barriga" (como se dice coloquialmente de un avión que debe aterrizar después de perder su tren de aterrizaje) y fueron necesarias tres votaciones al efecto...

Creo que Venezuela tendrá una digna actuación en el Consejo de Seguridad porque dirá verdades pocas veces dichas y expresará ideas globalmente interesantes. En eso deberá recordar la sabia enseñanza de Talleyrand ("Con mano de hierro pero con guante de seda") y con preferencia designar diplomáticos profesionales: por excepción un talentosísimo profano puede tener éxito y hasta superar en tan delicada misión a expertos muy transitados; pero la excepción no enerva la regla ni quita valor a los principios generales. No ha de haber improvisación ni estridencia.

Del maestro consumado que fue Talleyrand refieren sus biógrafos que, en su bien admirada prudencia, hasta posea en el más alto grado el arte de la diplomática pantomima (en su acepción no peyorativa de muda representación gestual) al extremo de dominar los músculos de su rostro y fisionomía toda...


lo guardo para tenerlo en cuenta en el futuro...

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