lunes 19 de enero de 2015
La Universidad Siempre
Carlos Chalbaud
In memóriam
Carlos Guillermo Cárdenas D.
Le escribió a la Sierra Nevada como
ninguno, la amó con pasión, la recorrió por sus valles y laderas, la coronó en
el picacho más elevado cuando muy pocos lo habían alcanzado, promovió y acompañó
el busto de Bolívar Libertador hasta su cima, fue factor decisivo para impulsar
la construcción de la obra de turismo más importante de la Venezuela moderna, el
teleférico de Mérida, además escribió una de las obras más completas sobre la
Historia de la Universidad de Los Andes siguiendo los pasos de su padre, don
Eloy Chalbaud Cardona, autor del mayor esfuerzo realizado en la América Hispana
para historiar una Universidad a la que le sirvió con dedicación y esmero.
Como bien expresara don Carlos, la
historia de la Universidad de Los Andes la escribió inspirada en el trabajo de
su padre, respetando la claridad, sencillez y limpidez del lenguaje, así como la
amenidad, pero imprimiéndole su personal estilo, dándole una particular
interpretación, que pudiendo ser polémica y controversial, fue y ha sido un
aporte inequívoco al mejor y mayor conocimiento de la historia de nuestra
bicentenaria universidad.
Estupendo conversador, lleno de anécdotas
y cuentos que usualmente no están impresos en los textos de historia, nos
permitió adentramos más en las hermosas y únicas raíces de la universidad, sus
vínculos natales desde la fundación del Colegio Tridentino de San Buenaventura,
hasta la época actual que impulsó el rector Pedro Rincón Gutiérrez, constructor
de la universidad moderna nacional y latinoamericana.
No puede ocultarse la admiración, afecto y
reconocimiento que la ciudad y la universidad tuvo por el doctor Chalbaud Zerpa.
Médico de la gente humilde y labriega, que venidos de los rincones más apartados
de nuestra accidentada geografía acudían a él en busca de salud y sabio consejo.
Como médico clínico ejerció la medicina con vocación y servicio. Estudioso de
las hormonas y el medio interno del organismo, tenía una particular facilidad
para expresarse en la cátedra clínica y en el podio del paraninfo o el aula
magna de la universidad. De él aprendimos la grandeza de la medicina y lo
trascendente de la enseñanza clínica. Con él aprendimos que la medicina es la
más humanística de las ciencias, Con él aprendimos que el enfermo es lo primero
y lo primordial de la medicina. Con particular e inocultable orgullo ayudaba al
paciente campesino o citadino, daba el consejo oportuno y pertinente y también
“el regaño al incumplimiento del tratamiento”.
Carlos Esteban Chalbaud Zerpa, médico,
profesor titular de la Cátedra de Endocrinología Clínica, escritor de la Sierra
Nevada, de la Ciudad y de la Universidad, biógrafo, orador, conferencista,
andinista, en fin, hombre polifacético que dio lo mejor y más grande de su
existencia a estas tierras que ahora lo reciben para el descanso eterno.
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