2015/01/07

246112.- En los mares de la Republica

William Dávila
ND
 

Historia de un fraude 

La historia no perdona. Todo, tarde o temprano, lo registra y cada cierto tiempo alguna verdad surge, impetuosa, y amenaza con revolucionar situaciones. Comenzando el 2015 surge el caso de la “Nave del Olvido” denunciado por la prensa peruana el 29 de diciembre del 2014.

En el caso de la “Nave del Olvido” el gobierno quiere que pase al olvido el caso de un fiasco que implica pérdida de dinero del pueblo venezolano invertido en la empresa socialista Pescalba, a la cual le entregaron un barco de 2200 toneladas para, sumado a una flota de siete naves, abastecer de atún y jurel a Venezuela y al resto de los países del ALBA.

El buque Simón Bolívar junto con el José Martí costaron 75 millones de dólares, aunque el finado Presidente Chávez señaló la mitad de esa cifra en el 2010, dicha flota de Pescalba prometía 25.000 toneladas de producción anual, cuyo 60% seria comercializado por la empresa cubana Alimport y el restante seria distribuido en la red popular Mercal y Pdval.

Los imprevistos y daños estructurales comenzaron a echar por tierra el proyecto de Pescalba y el “tremendo barco”, como lo catalogó el Presidente Chávez cuando el Simón Bolívar arribó al muelle estatal en Cumaná en mayo del 2010. Resulta que, en junio de ese mismo año, la empresa socialista Pescalba decidió repararlo en los talleres de los Servicios Industriales de la Marina peruana (SIMA), ubicados en el Callao (el del Perú). Varios años pasaron para reparar el buque hasta que aparentemente Pescalba pagó la deuda por los servicios a SIMA, pero se olvidaron de los costos adicionales de mantenimiento que implicaba tener al buque varado allí y lo dejaron abandonado.

Para el 12 de septiembre del 2014 el barco seguía en la Base Naval del Callao. Por diversas demoras en el pago de Aduana en el Callao el buque fue donado según disposiciones del Código Tributario del Perú y la Ley general de Aduana a la Marina de Guerra de dicho país, en virtud de haber operado el “abandono legal” establecido en las disposiciones tributarias y aduanales de aquel país.

Diversas responsabilidades surgen de esta negligencia que afecta el patrimonio venezolano, ya que no hubo la diligencia necesaria para rescatar el buque y ponerlo a funcionar en Pescalba. Pero pienso que mucho más grave es el precio que pagaron por unas embarcaciones (Simón Bolívar y José Martí) que no eran nuevas. El Simón Bolívar cuando fue comprado ya tenía daños en la maquinaria, fuselaje e instalaciones. El José Martí fue construido en 1988 en la Antigua República Democrática Alemana.

Estos traidores del régimen actual que nos gobierna pagaron una suma de 75 millones de dólares, según el diario cubano Voz Rebelde, aunque Chávez -como ya lo dije- señaló haber invertido la mitad de esa cifra en el 2010. En fin, compró unos buques viejos.

La AN debe investigar este robo, al igual que la Fiscalía. Se adquirió con dinero del Estado y el patrimonio popular está afectado. Por nuestra parte haremos las investigaciones correspondientes y las denuncias pertinentes.

@williamsdavila 

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