Los imperios
Estoy seguro que en ninguna otra parte del mundo gobierna otro socialismo parecido al nuestro
REINALDO GADEA PÉREZ | EL UNIVERSAL viernes 25 de septiembre de 2015 12:00 AM
Mamá decía: "hijo, no se meta a político, ese es un oficio ingrato, complicado, que paga mal, en el que nunca vas a estar bien con todo el mundo, y si llegas a tener éxito nunca lo sabrás, porque será la historia la que hablará de ti, por tanto, quiero que estudies y te dediques, simplemente, a ser una persona útil, que no dependa de nadie". Así ha sido, al menos eso creo.
Tal reflexión viene a colación porque, de verdad, no envidio el rol de Presidente de la República que hoy le corresponde ejercer al electo democráticamente Nicolás Maduro, ya que el país, por una u otra razón hace agua, como se dice coloquialmente.
Creo que el primer problema deviene de tratar de vivir en un régimen democrático, pero que no permite que exista ningún otro pensamiento distinto al del socialismo del siglo XXI. Es la única democracia en el mundo, históricamente, que no permite en lo absoluto disentir de lo que dice o hace.
De acuerdo al Presidente, lo que estamos viviendo con el desabastecimiento de miles de productos de toda índole es consecuencia de la guerra económica que se ha desatado en contra nuestra. El Primer Mandatario nos dice que es el propio imperio, entiéndase, Estados Unidos de América, que se ha confabulado con Madrid, Colombia y de algún otro sitio para hacer fracasar el régimen que existe exclusivamente en Venezuela, porque estoy seguro que en ninguna otra parte del mundo gobierne otro socialismo semejante o parecido al nuestro.
Tener una guerra con el país más poderoso del mundo no es tarea fácil, sobre todo por ser una conflagración atípica, no declarada, de manera tal que nos agobian haciéndonos pasar trabajo para comprar las cosas que ellos producen y que quieren vender a precios muy elevados.
También, por si fuese poco, se han dedicado a producir petróleo de esquisto, lo que ha tenido un fuerte impacto en los precios que venía manejando casi a su antojo la OPEP, y nos han puesto en dificultades con los integrantes más fuertes de ese cartel, que no se ponen de acuerdo con nosotros en cuanto a las cuotas de producción, porque ellos sí sembraron los reales que se ganaron, mientras nosotros los hemos tenido que gastar en otros asuntos, como en ayudar a varios países del Caribe, que por cierto ahora no nos apoyan en nuestro problema con Guyana.
Al parecer, en este tema de la economía, y con la finalidad de que fracasemos, se ha sumado un importante contingente de colombianos que se han dedicado al contrabando de extracción, llevándonos casi que a un récordGuinness, pues somos uno de los pocos países, en los que sin producir casi nada, pues todo lo importamos, se produce el denominado contrabando de extracción, que es la causa de la escasez, de allí que se haya tenido que cerrar la frontera con nuestros vecinos.
Otro tema que nos agobia, es el de la delincuencia, nos hemos encontrado que es culpa de los paramilitares que se nos han infiltrado por la falta de controles del gobierno colombiano que los dejan salir de su territorio para que vengan aquí a desestabilizar la felicidad que tanto trabajo les ha costado a nuestros gobernantes. Esos bichos están en todas partes, matando gente, vendiendo drogas, practicando el sicariato, intimidándonos con secuestros, en fin, se han metido hasta en nuestras cárceles y se han convertido en pranes, perturbando severamente todos los planes de reinserción social que se llevan a cabo.
Bueno, creo que lo que nos queda por hacer a los que no somos gobierno, es votar en diciembre para apoyar la democracia y que no fracase frente a los imperios que pretenden dominar al mundo.
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