! DE
LO MEJOR QUE HE LEÍDO!
Sr. Presidente Circunstancial:
Con todo comedimiento le solicito que antes de insultarnos respire hondo, se calme, piense y recuerde que fue elegido para que sea nuestro representante y no nuestro represor. Nosotros somos sus mandantes y merecemos respeto. No lo elegimos para que nos diera algo, ni pequeñas ni grandes cosas, que de eso nos ocupamos cada quien; peor insultos, diatribas, escándalos y contratiempos que usted se empeña en darnos a semana seguida y cada vez que habla.
En mi propio nombre y en nombre de millones de compatriotas que no quieren o no pueden expresarse, le recuerdo que más bien usted nos debe, y mucho: su lujosa vivienda, la buena comida diaria a la carta elaborada por un chef belga, los honorarios de sus médicos de cabecera encargados de tranquilizarlo, sus autos blindados último modelo, el avión fastuoso fabricado especialmente para que viaje cómodo, sus vuelos al exterior para visitar a sus camaradas, su buen ropero, su gran sueldo, viáticos y gastos de representación (aunque nos representa mal), sus guardias de seguridad para que nadie le saque la lengua, peor la billetera. En fin. Lo cierto es que, gracias a nosotros, usted, sin necesidad de heredar ni trabajar, ha pasado de chiro a magnate… ¡y encima de esto nos insulta!
También le recordamos que la Patria que tenemos no nos la dieron Alfaro, Montalvo, Espejo y Olmedo, solamente. Peor usted que aún no ha inventado ni creado nada más que contrariedades y rémoras. Nuestra Patria tampoco nos la dio Bolívar ni Sucre, menos el pardo Chávez, o el tirano Fidel, ni los asesinos alias “El Che” y “Marulanda”.
Insisto y le pido que entienda: esta mi Patria Linda la construyeron nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, chusabuelos… Y ahora también la edificamos todos nosotros. Y esta labor será continuada por nuestros hijos, y los hijos de sus hijos, eternamente. Pues no todos somos parásitos como los esbirros y lacayos que le rodean a usted.
La presente no tiene lugar ni fecha de remisión. Ello obedece a que cada frase, cada párrafo, y el mensaje total en si, pueden ser dirigidos a cualquiera de los actuales presidentes y presidentas circunstanciales obscurantistas y socialistas del siglo XXI de Latinoamérica, y a todos los que en el futuro se les parezcan. Pues, las malas hierbas y los malos gobernantes vuelven a brotar al menor descuido.
Atentamente.
EL PUEBLO
ljzorrillag@yahoo.com
Sr. Presidente Circunstancial:
Con todo comedimiento le solicito que antes de insultarnos respire hondo, se calme, piense y recuerde que fue elegido para que sea nuestro representante y no nuestro represor. Nosotros somos sus mandantes y merecemos respeto. No lo elegimos para que nos diera algo, ni pequeñas ni grandes cosas, que de eso nos ocupamos cada quien; peor insultos, diatribas, escándalos y contratiempos que usted se empeña en darnos a semana seguida y cada vez que habla.
En mi propio nombre y en nombre de millones de compatriotas que no quieren o no pueden expresarse, le recuerdo que más bien usted nos debe, y mucho: su lujosa vivienda, la buena comida diaria a la carta elaborada por un chef belga, los honorarios de sus médicos de cabecera encargados de tranquilizarlo, sus autos blindados último modelo, el avión fastuoso fabricado especialmente para que viaje cómodo, sus vuelos al exterior para visitar a sus camaradas, su buen ropero, su gran sueldo, viáticos y gastos de representación (aunque nos representa mal), sus guardias de seguridad para que nadie le saque la lengua, peor la billetera. En fin. Lo cierto es que, gracias a nosotros, usted, sin necesidad de heredar ni trabajar, ha pasado de chiro a magnate… ¡y encima de esto nos insulta!
También le recordamos que la Patria que tenemos no nos la dieron Alfaro, Montalvo, Espejo y Olmedo, solamente. Peor usted que aún no ha inventado ni creado nada más que contrariedades y rémoras. Nuestra Patria tampoco nos la dio Bolívar ni Sucre, menos el pardo Chávez, o el tirano Fidel, ni los asesinos alias “El Che” y “Marulanda”.
Insisto y le pido que entienda: esta mi Patria Linda la construyeron nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, chusabuelos… Y ahora también la edificamos todos nosotros. Y esta labor será continuada por nuestros hijos, y los hijos de sus hijos, eternamente. Pues no todos somos parásitos como los esbirros y lacayos que le rodean a usted.
La presente no tiene lugar ni fecha de remisión. Ello obedece a que cada frase, cada párrafo, y el mensaje total en si, pueden ser dirigidos a cualquiera de los actuales presidentes y presidentas circunstanciales obscurantistas y socialistas del siglo XXI de Latinoamérica, y a todos los que en el futuro se les parezcan. Pues, las malas hierbas y los malos gobernantes vuelven a brotar al menor descuido.
Atentamente.
EL PUEBLO
ljzorrillag@yahoo.com
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